Los jóvenes y sus emociones, un mundo que requiere ayuda intensamente

Escribo esta columna con una doble visión: desde mi profesión como psiquiatra y desde mi rol como madre. Como psiquiatra, he sido testigo de los desafíos que enfrentan nuestros jóvenes en la actualidad, mismos que afectan significativamente su bienestar mental y su desarrollo; como madre de un preadolescente, soy consciente de los retos que tienen para resolver sus problemas, mantener relaciones interpersonales y gestionar sus propias emociones.

El contexto social es muy distinto como era hace 20 años: Nuestros jóvenes y niños viven una hiperconectividad digital que los presiona para pertenecer a un grupo, pero que al mismo tiempo los mantiene en una soledad inmersiva y revolvente en un celular. Dentro de este contexto de algoritmos y “likes”, intentan definir su propia identidad a través de realidades que afectan la manera en cómo piensan, sienten, reaccionan y se comportan.  

Todo ello se ve incrementalmente agravado por temas que ya hemos abordado anteriormente en este espacio: el aumento de las afecciones en la salud mental en los jóvenes; las presiones por el cambio climático, las preocupaciones que los conflictos políticos, económicos y sociales acarrean; problemas de violencia y estigmatización, entre otros.

No resulta sorpresivo, entonces, que “Intensamente 2”, la película que aborda el tema de las emociones en los adolescentes esté siendo un éxito de ventas – es la primera película del 2024 y la primera película animada en la historia que alcanzó un récord de taquilla de mil millones de dólares a nivel mundial en tan solo dos semanas. “Intensamente 2” está conectando efectivamente, tanto con adolescentes, como con sus padres, por la manera conmovedora y didáctica con la que aborda particularmente a la ansiedad, una emoción que puede ser tanto una reacción natural humana como una patología incapacitante.

Ansiedad, una de las nuevas emociones personificadas en la película, nos muestra cómo puede influir negativamente en el personaje de Riley si no se gestiona adecuadamente. Y es a través de personajes como Alegría y la misma Ansiedad, que los creadores destacan la importancia de navegar y equilibrar nuestras emociones para lograr bienestar y satisfacción en la vida.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada siete jóvenes entre 10 y 19 años padece un trastorno mental. El mismo organismo señala que en los adolescentes, la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad. El suicidio se ubica ya como la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 12 a 19 años. Con respecto a México, la depresión y la ansiedad han alcanzado niveles tan preocupantes, que ya son considerados un problema de Salud Pública.

En mi experiencia como Psiquiatra Integrativa, diariamente confirmo cómo estas estadísticas se traducen en historias reales de sufrimiento. Niñas, niños, adolescentes, e incluso muchos adultos, se ven dominados por la ansiedad, una emoción dual que puede tener consecuencias considerables.  Es crucial que entendamos que hay una línea entre la ansiedad normal y la patológica, la cual puede pasar de ser una respuesta adaptativa que nos motiva y nos alerta ante peligros, a otra que se vuelve un trastorno crónico, y puede manifestarse como el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), y el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

En este sentido, la película no sólo ofrece un vistazo al mundo interno de una adolescente, sino que también proporciona una guía sobre cómo podríamos abordar nuestras emociones en la vida real. Más allá de encontrar conexiones narrativas en medios tan atractivos como la película “Intensamente 2”, resulta fundamental aprender a reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional para prevenir que la ansiedad domine nuestras vidas.

Uno de los mensajes más poderosos de "Intensamente 2" es la importancia de mantener un equilibrio en nuestras emociones, saber que somos capaces de albergarlas y expresarlas, además de ayudarnos a reconocer cómo la alegría, la tristeza y la ansiedad, entre otras, juegan roles vitales en nuestra capacidad para vivir plenamente. Con base en la ciencia y en la experiencia, puedo compartir con ustedes que el diagnóstico y el tratamiento de patologías emocionales, combinado con prácticas complementarias como una nutrición adecuada, meditación, ejercicio físico y suplementos, nos ayudan a actuar de forma holística e integral para mejorar la salud mental y emocional. 

“Intensamente 2” reafirma la necesidad de entender y apoyar a nuestros jóvenes en su viaje y descubrimiento emocional, y más allá de las pantallas, que puedan acercarse a profesionales de la salud con experiencia en tratamientos integrativos, ya que pueden marcar la diferencia en la vida de muchos de ellos.

¡Hasta la próxima!