Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

Espiral inflacionaria en el 2017

El último reporte mensual del Inegi nos dio una lectura inflacionaria de casi 7%, muy diferente a la meta establecida por Banxico de 3 por ciento. La inflación es el incremento generalizado de los precios, y dado que este número ha sido el más alto en los últimos 16 años, todos se preguntan qué consecuencias tiene continuar con esta tendencia o si realmente es un efecto temporal por el alza en el precio de las gasolinas.

Lo primero que analizaría es el anuncio de política monetaria por parte de la Fed, que comunicó un aumento, por tercera vez, de las tasas de interés de Estados Unidos. Esto seguramente llevaría a un incremento en la demanda de activos en dólares, lo que presionará las monedas que nos referenciamos frente a esta divisa. En ese caso, es muy probable una depreciación de nuestra moneda, y por tanto nueva presión inflacionaria, además de un incremento en las tasas nacionales.

Las otras dos presiones al alza de la inflación son: el incremento de los precios de algunos bienes agropecuarios, por ejemplo, el rubro de las frutas y verduras aumentó en el último trimestre reportado casi 22%; y los aumentos del gas LP, entendiendo que estos últimos son transitorios.

Desde mi punto de vista, las elecciones presidenciales en México no constituyen una razón para generar un incremento en la inflación, esto se dará si y solo si, el resultado de las mismas o el candidato ganador hace anuncios que rompan la estabilidad económica y dé credibilidad al sistema mexicano. En ese remoto pero posible caso, efectivamente podría generarse una volatilidad tan grande que provoque a los inversionistas retirar sus capitales de México.

Ahora quisiera explicarles por qué la inflación no sería afectada ni por la renegociación del TLC y tampoco por la reforma fiscal en Estados Unidos, sino todo lo contrario. Una posible cancelación del acuerdo comercial incrementaría los precios por los aranceles transfronterizos que tendrían que aplicarse, y lo mismo pasaría con el nuevo impuesto a los productos importados que se propone en la reforma. En consecuencia, se afectarían las ventas de productos mexicanos en aquel país, y menores ventas se traducen en menor crecimiento económico. Como la mayoría de las cosas raras en economía, menor crecimiento económico es resultado de menor demanda de bienes, y esto en principio provoca una reducción de los precios o en otras palabras, menor inflación.

Para todos los mexicanos es preocupante que los niveles de inflación se encuentren tan elevados, situación que se agrava porque ésta no es sólo una cifra fría, sino que la sentimos diariamente en nuestros bolsillos. El 2017 definitivamente no será el año que veamos una inflación menor a 6%, pero tomar algunas medidas en este momento ayudará a retomar 3% en el 2018 y el 2019.

Si algo ha mantenido a raya este indicador son precisamente los resultados de las reformas estructurales, principalmente la de competencia económica y la de telecomunicaciones; sin embargo, mientras el resto de los elementos mencionados no se estabilicen, la opción que tendremos será esperar una buena decisión del Banco Central y cuidar en qué y cómo gastamos todos los mexicanos en este cierre de año. ¡Hasta la próxima!

*Presidenta de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, AC.

Temas relacionados

Presidenta Ejecutiva de la Unión de Instituciones Financieras Mexicanas (UNIFIMEX). Expresidenta de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana A.C.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas