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Mitt Romney se mete en líos en su primer viaje
El viaje al extranjero de Mitt Romney tuvo un comienzo complicado ayer mientras trataba de sostener reuniones con funcionarios británicos para desactivar la polémica que desató al cuestionar públicamente la preparación de Londres para albergar los Juegos Olímpicos.
Londres. El viaje al extranjero de Mitt Romney tuvo un comienzo complicado ayer mientras trataba de sostener reuniones con funcionarios británicos para desactivar la polémica que desató al cuestionar públicamente la preparación de Londres para albergar los Juegos Olímpicos.
Romney, quien hizo su primera incursión en la escena internacional como el presunto candidato presidencial republicano, dijo a NBC News, poco después de llegar a Londres el miércoles, que encontró los preparativos finales de la ciudad desconcertantes .
El candidato, quien fuera Presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2002, en Salt Lake City, expuso que con respecto a los juegos de Londres, es difícil saber qué tan bien resultarán .
Los comentarios provocaron ayer una dura respuesta por parte del primer ministro, David Cameron, en la víspera de la ceremonia de apertura, lo que generó que Romney pasara gran parte de su primer día de viaje al exterior elogiando repetidamente el esfuerzo de Londres en los Juegos Olímpicos durante las reuniones con Cameron y otros altos funcionarios.
Entretanto, Romney omitió en varias oportunidades expresar públicamente los detalles de su política exterior. Comentó a los periodistas que habló con los líderes británicos sobre la economía global y los puntos calientes del mundo; entre ellos Siria, Irán, Egipto y Afganistán, pero insistió en que no hablaría con respecto a su posición en público o en privado, mientras permanezca en suelo extranjero.
Al final del día, los ayudantes de la campaña de Romney concertaron apresuradamente una reunión informativa para la prensa -realizada en el lobby del hotel Mandarin Oriental, donde Romney celebró una velada de recaudación de fondos organizada por altos ejecutivos bancarios superiores- acompañado de un asesor que asistió a las reuniones para proporcionar una ventana más sustantiva de información de lo acontecido en las conversaciones.
El asesor, que habló en condición de anonimato, expuso que la preocupación por el estado de las economías estadounidense y británica, junto al miedo por las consecuencias globales de la crisis de la deuda europea, consumió muchas de las reuniones.
Los líderes discutieron los recientes acontecimientos en Siria e Irán, aunque Romney no dijo cómo manejaría las crisis si fuese elegido Presidente, ya que no quería delinear su política exterior , mientras permanecía en el extranjero, abundó el asesor.
La visita de Romney a Gran Bretaña, donde los líderes del país se jactan de su larga relación especial con Estados Unidos, se esperaba que fuera la parada más fácil, diplomáticamente hablando, durante su gira por el extranjero de una semana. De aquí, Romney surcará terrenos mucho más difíciles en Israel y Polonia.
Pero los comentarios de Romney sobre los Juegos Olímpicos parecieron ensombrecer un día en el que tenía la esperanza de pulir sus credenciales diplomáticas y establecerse a sí mismo como un potencial comandante en jefe.