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Geopolítica

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La cláusula del TPP que debe rechazarse

El tratado otorgará poderes especiales a las grandes multinacionales en diferendos internacionales.

Si eso le parece alarmante, mejor abróchese el cinturón de seguridad. El ISDS podría generar multas gigantescas, pero no emplearía jueces independientes. En su lugar, abogados corporativos bien pagados podrían representar a las corporaciones un día y emitir la resolución al siguiente.

Quizás esto tenga sentido en el arbitraje entre dos corporaciones, pero no en casos entre corporaciones y gobiernos. Si usted es un abogado que busca mantener o atraer grandes pagos de clientes corporativos, ¿qué tan posible será que emita un fallo contra las corporaciones cuando ocupe el asiento del juez?

Si esto no es suficiente, considere quién podría hacer uso de esta corte especial: sólo los inversionistas internacionales, quienes son en su mayoría grandes corporaciones.

Entonces, si una empresa vietnamita con operaciones en Estados Unidos quiere desafiar un incremento en el salario mínimo estadounidense, podría usar el ISDS. Pero si un sindicato estadounidense considera que compañías vietnamitas pagan salarios de casi esclavitud, en violación con los compromisos comerciales, el sindicato tendría que llevar ese caso a los tribunales vietnamitas.

HERENCIA DEL PASADO

¿Por qué crear estos modos amañados? ¿Qué está mal en el sistema judicial de EU? En realidad, nada. Pero después de la Segunda Guerra Mundial algunos inversionistas se preocuparon sobre que su dinero desaparezca en países en desarrollo, donde los sistemas legales no son tan confiables. Estaban preocupados de que una empresa pudiera construir una planta un día y al otro observar cómo un dictador la confiscaba. Para impulsar la inversión extranjera en países con sistemas legales débiles, EU y otros países comenzaron a incluir el ISDS en sus acuerdos comerciales.

Aquellas justificaciones ya no tienen sentido, si es que alguna vez lo tuvieron. Los países dentro del TPP difícilmente son economías emergentes con justicia débil. Australia y Japón tienen sistemas legales bien desarrollados y bastante respetados, y las multinacionales deambulan por esos sistemas todos los días, pero el ISDS podría adelantársele a sus tribunales también. Y en la medida en que haya países que sean más riesgosos políticamente, la competencia de mercado puede resolver el problema. Los países que respetan los derechos de propiedad y el Estado de Derecho, como EU, deberían ser más competitivos, y si una compañía quiere invertir en un país con un sistema jurídico débil, debería adquirir un seguro por riesgo político.

El uso de ISDS va en aumento en el planeta. De 1959 al 2002 había menos de 100 reclamaciones de ISDS. Pero sólo en el 2012 hubo 58 casos. Los más recientes incluyen a una compañía francesa que demandó a Egipto porque ese país aumentó su salario mínimo, una empresa sueca que demandó a Alemania porque decidió abandonar la energía nuclear después del desastre japonés en Fukushima y una compañía holandesa que demandó a la República Checa porque no rescataron un banco que la compañía poseía parcialmente. Los corporativos estadounidenses también han entrado en acción. Philip Morris trata de usar el ISDS para evitar que Uruguay implemente nuevas regulaciones al tabaco, con el fin de reducir el tabaquismo.

"Los conservadores que creen en la soberanía de EU deberían estar indignados (...) Los liberales, ofendidos (...) Y los progresistas deberían oponerse al ISDS porque debilitará las leyes laborales y ambientales .

Los partidarios del ISDS señalan que, hasta el momento, este recurso no ha perjudicado a EU. Y nuestros negociadores, que rechazan divulgar el texto del TPP, aseguran que incluirá una más grande y mejor versión del ISDS en favor del interés público. Pero con el número de casos de ISDS surgiendo por más y más multinacionales en el extranjero, es sólo cuestión de tiempo antes de que ese reto cause aquí un daño serio. Reemplazar el sistema legal de EU con una alternativa compleja e innecesaria, suponiendo que nada podría salir mal, parece una mala idea.

No es una cuestión partidista. Los conservadores que creen en la soberanía de EU deberían estar indignados de que el ISDS podría pasar el poder de las cortes del país hacia incontables tribunales internacionales. Los liberales deberían estar ofendidos de que el ISDS podría efectivamente ofrecer un subsidio a países con sistemas legales débiles. Y los progresistas deberían oponerse al ISDS porque permitiría a las multinacionales debilitar las leyes laborales y ambientales.

Darle a las corporaciones extranjeras derechos especiales para desafiar nuestras leyes por fuera de nuestro sistema legal debería ser una mala idea. Si el acuerdo final del TPP incluye una Solución de Controversias Inversionista-Estado, las únicas ganadoras serán las multinacionales.

mrc

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