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Escocia afronta su decepción política
El pueblo continuó con la celebración sin importar los resultados, pues el compromiso cívico llegó a un nuevo nivel, que no se había visto antes: casi 85% de los votantes empadronados fue a las urnas.
Eilean Iarmain. Escocia se enfrenta a las reacciones de decepción de casi la mitad de la población, por el fallido referéndum independentista que se llevó a cabo el pasado 18 de septiembre.
Estoy absolutamente destruida , dijo Mary Young, mientras servía hamburguesas de carne de venado en el interior de pub de la aldea. Estuvimos llorando , añadió.
Fue la oportunidad de Escocia de poner la X en la casilla de la derecha , agregó. Esa oportunidad desapareció por lo menos durante otros 30 años , predijo Young.
A John Kiplocks, un ingeniero aeronáutico jubilado sentado en el bar, le resultaba difícil abordar el tema.
No puedo expresarlo con palabras , dijo tras una larga pausa, y luego añadió: Yo me guío por mi corazón, no por la cabeza. Y mi corazón está triste .
Kenny Scott, de 57 años, resume su estado de ánimo: Vacío. Sorprendido. Aturdido. Estoy muy decepcionado de mis compañeros escoceses. Era la oportunidad de su vida , dijo.
¿Qué hubiera cambiado exactamente si la independencia se hubiera ganado? Scott dijo que la cuestión es que el gobierno actual no refleja los valores de las personas.
La cultura escocesa es completamente diferente a la inglesa , dijo. Tenemos amigos y familiares. Tenemos una camaradería con gente de todo el mundo .
Westminster quiere a Escocia sólo por sus recursos naturales, como el petróleo, añadió Scott. No me sorprendería si nos despojaran de nuestros recursos y luego nos dieran nuestra independencia .
Los resultados de la votación fueron la comidilla de la aldea de Eilean Iarmain. Muy pocas personas se sienten derrotadas hoy , dijo Nicola Thomson, mientras servía whisky en una pequeña degustación.
Thomson, de 33 años, hizo campaña por la independencia, grabó anuncios de televisión en gaélico que se utilizaron en la comunidad y participó en las marchas locales. La anticipación en su familia era tan alta que la noche del jueves su sobrina de ocho años exclamó: ¡Es como Navidad, sin Santa! .
Pero a las 5:20 de la mañana del viernes, su esposo la despertó con la noticia desalentadora. El siguiente día de las elecciones fue difícil de afrontar. Pero el pueblo aún planeaba continuar con la celebración sin importar cuáles fueran los resultados, pues el compromiso cívico llegó a un nuevo nivel, que no se había visto antes: casi 85% de los votantes empadronados fue a las urnas.
Haremos lo que hacemos mejor: Nos sacudiremos el polvo y a seguir adelante , añadió.