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Finanzas Personales

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Que no te cueste ?la cuesta de enero

Varios de tus propósitos pueden requerir de un presupuesto, que quizás ahora mismo sea escaso.

¡Feliz año nuevo! Seguramente el comienzo de este 2015 está lleno de buenos deseos y magníficas intenciones para lograr todos los propósitos que tienes en mente. Sin embargo, varios de esos propósitos, además de dedicación y disciplina, también pueden requerir de un presupuesto que quizá en estos momentos sea escaso, debido al gran desfile de cenas, antojitos navideños, reuniones y al generoso espíritu que se apodera de nosotros a la hora de comprar regalos. A esta situación generalmente se le conoce como cuesta de enero y podría desanimarnos, pero en esta ocasión hablaremos sobre algunas acciones que pueden ayudarnos a recuperar nuestro presupuesto y cumplir los deseos que nos propusimos.

Primero es necesario identificar nuestra capacidad para generar y conservar dinero. Esto depende de los ingresos y gastos que tenemos. Es recomendable que siempre que nos sea posible ahorremos al menos la décima parte de los ingresos. Esta recomendación requiere que nuestros ingresos sean superiores a los gastos, lo cual no siempre es posible. Incrementar los ingresos es algo que a la mayoría nos gustaría hacer, pero alcanzarlo no necesariamente depende de nosotros o generalmente no ocurre en el tiempo que quisiéramos.

Lo que sí está en nuestras manos y tiene efecto inmediato en nuestro bolsillo es reducir los gastos, de ahí que siempre vale la pena conocerlos, revisarlos y ajustarlos. Esta revisión nos puede sorprender, pues algunos gastos que hacemos no son indispensables y representan una salida de dinero que pareciera insignificante, pero que al acumularse suman cantidades importantes. Ejemplos de ellos pueden ser golosinas, revistas, cafés o algún otro que hagamos diariamente.

En esta revisión es importante supervisar los niveles de las deudas que pudiéramos tener. Es recomendable que los pagos mensuales de todos los créditos representen como máximo la tercera parte de nuestros ingresos. En caso de que fueran mayores, hacer pequeñas acciones como pagar por lo menos el doble del mínimo establecido, para el caso de las tarjetas de crédito, puede ayudarnos a liquidar esas deudas de forma más rápida sin impactar significativamente en nuestro bolsillo.

El segundo paso consiste en revisar la situación con la que estamos iniciando el año: ¿contamos con algún ahorro, estamos sin ahorro o estamos endeudados? Este paso nos permitirá saber la intensidad y minuciosidad con la que deberemos aplicar el paso anterior. Si iniciamos con alguna cantidad de ahorro, la constancia será nuestra aliada, mantengamos nuestros niveles de gasto y, si es posible, aumentemos la cantidad de dinero que ahorramos. Si iniciamos sin ahorros, la organización nos ayudará a encontrar formas de mejorar nuestra capacidad de generar y conservar dinero en la forma de ahorro. Si estamos iniciando el año endeudados, simplemente habrá que ser más cuidadosos y evaluar si aquello en lo que vayamos a gastar realmente lo necesitamos o es un deseo que pudiera esperar.

Ahora que ya contamos con los principios básicos para administrar nuestras finanzas, solamente queda iniciar un fabuloso año con toda la energía y una actitud positiva para cumplir nuestros propósitos.

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