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El líder rebelde que ha revolucionado a Chile
El mediocampista chileno se caracteriza por su talento, pero también por su rebeldía y su desafío con las relaciones de poder.
Arturo Vidal es un ejemplo de superación a través del futbol. La historia predilecta para la afición y escritores sudamericanos, la que dicta que el muchacho humilde emerge desde el potrero a lo más sublime del balompié mundial, la cumple el futbolista chileno. Por eso no le es difícil conectar con la grada, ya sea en su natal Santiago o a 12,000 kilómetros de distancia, en Turín, Italia, donde su carácter de barrio, talento y entrega lo convierte en el jugador más importante para la Juventus, el equipo multicampeón del Calcio; y para La Roja, en la insignia y líder de un equipo que busca llegar más allá de sus límites.
Así fue el camino del Rey Arturo al estrellato, rebasando obstáculos desde los cinco años, cuando encontró refugio en la cancha de tierra frente a su casa. La infancia fue destino para el Rey. Con un padre ausente y una madre trabajadora, para combatir la soledad el futbol fue su salvación, con su primer equipo: Rodelindo Román.
Desde entonces la festividad y rebeldía fueron su sello, y también su condena. De los problemas callejeros con los rivales de barrio pasó a las controversias con sus clubes y luego con la selección de futbol de Chile.
José Sulantay, para entonces director técnico de las selecciones juveniles de La Roja, comentó que Vidal se destacaba por su talento y liderazgo, pero también por su rebeldía. El entrenador recordó que con apenas unos juegos con el equipo, exigió la capitanía. No me extraña como está jugando. En ese momento eran más problemas de falta de cultura... recuerdo que él muchas veces llegó tarde a los entrenamientos y se hacía notar por su indisciplina , dijo Sulantay.
Las relaciones de poder parecen ser su desafío. Lo mismo pasó con su mentor en Colo Colo, Claudio Borghi. El estratega argentino lo convirtió en una promesa del futbol chileno y en el 2011, con el técnico al frente de la selección de Chile, Vidal protagonizó el cisma que lo pudo relegar del equipo.
Los chilenos lo conocen como el Bautizazo. Arturo y cuatro compañeros más llegaron alcoholizados a la concentración de Chile previo a los partidos eliminatorios rumbo a Brasil 2014. Su indisciplina le costó 10 partidos de suspensión y el cuestionamiento de su liderazgo.
Más que nunca, su carácter festivo y rebeldía opacó al entonces jugador del Bayer Leverkusen. Al mismo tiempo, enfrentaba una lucha personal, contra la diabetes tipo uno de su primogénito Alonso, que lo obligó a renunciar por un momento al futbol.
Nicolás Olea, autor de la biografía del futbolista, advierte que Vidal es una eminencia entre los jugadores chilenos. Es una voz protestante, que cuestiona la autoridad, ya sea de técnicos y directivos. Por eso no fue raro que tras la suspensión advirtiera que Chile no se podía dar el lujo de dejarnos fuera . Días después y con un discurso de arrepentimiento regresó al combinado.
Después de la controversia, llegó el momento de consolidar su reinado. En Italia conservó su estatus de figura y la elevó a nivel mundial. Pronto se hizo el tirador oficial de los tiros de penal, por encima de Andrea Pirlo, y la afición festejó su renovación esta temporada convirtiéndolo en el futbolista del equipo mejor pagado, con 6 millones de euros anuales, a pesar del interés de Real Madrid y Barcelona.
La fortuna trajo recompensas. Aunque conserva su casa de la infancia en uno de los barrios marginales de Santiago, compró una para su madre.
A Vidal el dinero no lo transformó, dicen sus vecinos de la niñez, compañeros de juego y familiares. A los oriundos de San Joaquín les llena de orgullo ver triunfar al Rey Arturo, el empresario hípico.
Desde la infancia, sus allegados confiesan la debilidad del futbolista por los animales, en especial por los equinos. Actualmente posee una cuadrilla de 30 caballos. Il Campione es la figura, un pura sangre que le costó más de 100,000 dólares al futbolista.
Al final, la historia de Vidal se resume en arriesgar. Así lo hizo desde la infancia y a días del Mundial se sometió a una operación de rodilla para llegar en el límite al torneo.
Somos un equipo un poco suicida , dijo Vidal previo al juego ante España, cita que también puede definir la vida y obra del futbolista chileno más importante del momento.
