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Andrés Barreto, el Zuckerberg latino
Andrés Barreto, conocido por ser el creador de Grooveshark, se describe como un emprendedor, inversionista y a veces bombero.

Andrés Barreto es un joven colombiano que se ha ganado el título de el Mark Zuckerberg latinoamericano en referencia al fundador de Facebook, la red social digital más exitosa hasta el momento. Aunque él mismo se describe como un bombero .
Soy emprendedor, inversionista y a veces bombero porque me dedico a apagar incendios, no literales, pero apagar incendios en las empresas propias como en las que invierto, en el sentido de un manejo de crisis. Tengo un equipo que me apoya en las inversiones y en el apoyo a emprendedores donde mi rol específicamente es principalmente en la parte de crisis , dice en entrevista durante una de sus visitas a México.
A sus 27 años es una de las figuras más reconocidas en el emprendimiento tecnológico de la región. Su primera empresa, Socialatom una agencia de relaciones públicas dedicada a la propagación del emprendimiento tecnológico la fundó a los 18 años mientras estudiaba en la Universidad de Florida.
Es conocido por ser el creador de Grooveshark, una plataforma reproducción de música en línea bajo demanda que nació en el 2006, antes que otras plataformas similares como Spotify o Deezer, y que ahora tiene una audiencia de más de 30 millones de escuchas al mes.
Pero la lista de emprendimientos del joven colombiano continúa: en 2008 lanzó PulsoSocial, un sitio especializado en divulgar las noticias sobre los emprendimientos de la región; en 2010 fundó Onswipe, una plataforma para mejorar la monetización de los sitios web en dispositivos con pantalla táctil como tabletas o smartphones.
En los últimos años, Barreto ha puesto la mira en el impulso al ambiente emprendedor basado en tecnología que se desarrolla en América Latina. En el 2012 creó Atom Accelerator, a inicios del 2013 inició el fondo Socialatom Ventures con el que busca invertir de 10,000 a 50,000 dólares en la primera ronda de financiamiento de startups; y creó en Bogotá (Colombia) la iniciativa CodeRise con la que quiere enseñar programación a los jóvenes de entre 14 y 18 años de edad, y que este año o en el 2014 podría llegar a México.
De esta forma, el joven colombiano abarca los frentes de financiamiento y acceso a capital, divulgación, mentoría, creación de redes de colaboración y formación de talento.
¿Por qué? Barreto considera que el mundo vive una era donde la tecnología es un habilitador para introducirse en la revolución de la información y el conocimiento, y las nuevas generaciones podrán aventajar en países donde la revolución industrial no hizo justicia y, por el contrario, generó desigualdades e incluso miseria.
Y la influencia de los nuevos emprendedores en la generación de políticas públicas será aún mayor para la conformación de la nueva economía basada en el talento, el conocimiento y la tecnología.
Ésta es la oportunidad que ve en México y los demás países de América Latina.
¿Te asumes como el Mark Zuckerberg Latinoamericano?
Las etiquetas que hay de mí, sobre todo la de Mark Zuckerberg, me parecen muy chistosas. Al comienzo me incomodó porque mis compañeros me molestaban mucho, pero lo que me di cuenta es que si los medios ahora están cubriendo emprendedores, me pueden llamar lo que quieran. Para mí es muy interesante y lo veo muy necesario, aparte de hablar de los políticos, del actor de novela, del narco, que tengamos otro tipo de conversación en los medios, resaltando otro tipo de personas.
Si eso requiere al Mark Zuckerberg latinoamericano, entonces me parece bien porque estamos posicionando la temática del emprendimiento a un plano masivo. Yo me apunto a eso y lo que implica.
¿Hace falta un Mark Zuckerberg mexicano o de los países de Latinoamérica?
No creo que se necesite otro Mark Zuckerberg pero sí que existan casos de éxito donde los otros emprendedores puedan ver 'si él pudo, ¿por qué yo no?' No sólo son las personas que lo ven (en los medios) quieren ser emprendedores, sino los empleados que han trabajado con ese emprendedor salen ellos mismos a emprender.
Los casos de México los hay. Por ejemplo, Ooyala, que es un súper caso de éxito donde muchas personas que entraron al comienzo, ahora son emprendedores. Se crea como una ola que va creciendo más y más y para eso se necesitan los casos de éxito. Uno o dos casos de éxito son suficientes para comenzar esta ola.
Parece que has conjuntado todas las piezas del rompecabezas. ¿Qué haría falta?
Lo que hace falta son más personas que hagan lo que estamos haciendo nosotros. Parte de mi labor ahora es conseguir coinversionistas. Nosotros no pretendemos saber cómo hacer todo, en realidad nosotros estamos aprendiendo también.
Intentamos superarnos como una startup, donde vamos integrando lo más rápido posible pero necesitamos socios y otras personas que agreguen más conocimiento y más valor. Buscamos trabajar con otros fondos de inversión, presentarles otros emprendedores, conectarlos como podamos.
Con Grooveshark te has enfrentado a la industria tradicional...
Yo creo que cualquier industria que ya tiene una trayectoria de muchos años y que lleguen emprendedores que, con tecnología, digan 'vamos a cambiar todo', todas ellas tienen resistencia. No ha sido sólo Grooveshark. Ha sido Netflix, ha sido Uber, Airbnb. Cuando llegan e intentan cambiar repentinamente una industria, ésta se une a atacar.
Yo creo que al final del día, sea Grooveshark o cualquier otra empresa que está generando cambios, lo que va a determinar el resultado de esa industria, siempre va a ser la demanda del consumidor. Cuando les das el contenido que quieren y en el formato que quieren, van a pagar por eso. Y lo que está generando más valor. Lo que hacía una disquera era producir un disco, la distribución y el marketing. Grooveshark ya tiene la distribución y el marketing. Son más los servicios que le llegan a los artistas y a las marcas.
¿Cómo hace dinero Grooveshark?
Con publicidad, cuentas premium y servicios para artistas pues se pueden dar a conocer en el motor de recomendaciones. También analítica para artistas y para marcas.
Si eres un artista que está planeando un tour por América Latina, gracias a las encuestas que hemos hecho por Grooveshark te podemos decir cuáles son las ciudades donde venderías más boletos. Y de esa audiencia, qué cerveza toman, qué shows ven, entonces de ahí puedes conseguir tus propios patrocinios.
¿No temes al crecimiento de la competencia?
Cuando empezamos, desde el 2006, siempre hemos tenido competencia. Cada vez que estás haciendo algo bien, va a haber competencia. Si eres el único significa que no es un mercado muy interesante.
La idea es ser el líder y la única manera en que puede hacerse eso tanto en Grooveshark como en Onswipe como en el mismo PulsoSocial es ofreciendo el mejor producto a los usuarios. Y va a ganar el que lo pueda hacer más rápido y mejor.
¿Cómo has visto las iniciativas como ACTA, SOPA o el TPP?
Estamos en un punto muy importante donde tanto en Estados Unidos, América Latina y todo el mundo, se está legislando a la tecnología, a la información y al acceso a todas esas oportunidades que teníamos antes.
Se está legislando muchas veces para mal porque los intereses que están cubriendo la mayoría de los políticos son para las industrias que no quieren el cambio.
La industria de la música, del cine, de televisión, ellos han tenido el poder por mucho tiempo. Estamos en un punto donde las personas a veces no se dan cuenta de lo débil o lo frágil que está la situación en este momento.
Afortunadamente tenemos empresas de tecnología que también han logrado tener el poder, no sólo de capital, sino que se están involucrando políticamente, no solamente en la legislación de tecnología sino en cosas que van más allá como la política de migración en Estados Unidos.
¿Cuál es el papel de la tecnología en la legislación?
Lo que veo es que la tecnología nos da la oportunidad en América Latina de crear una nueva clase que no son la misma clase que está en el poder por generaciones. Con una conexión a internet y una computadora, puedes saltarte la diferencia de los niveles socioeconómicos, llegar a un mercado internacional y esa nueva clase es la clase de emprendedores.
Si en América Latina se logra crear una nueva clase de emprendedores, entonces no serán los poderes de oligopolios que existen en nuestros países los que harán la legislación, sino una clase de emprendedores que gracias a la tecnología, gracias al software, tienen acceso al capital y ganancias en tiempo más corto y comenzar a balancear la influencia en la política pública.
¿Te sorprendió la revelación de los programas de espionaje electrónico de Estados Unidos?
A mí me sorprende que las personas estén sorprendidas que esto estaba ocurriendo. Ya se había hablado que el gobierno invierte en un fondo de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos), que después invierten en fondos que invierten en Facebook. Eso ocurre y ya ha ocurrido.
Yo creo que es un poco iluso pensar de que no ocurría, y que porque nos molestemos, ya no ocurrirá más. Si cierran el programa, habrá otros. Para cualquier caso no sólo es la protesta sino alinear incentivos de gobierno, población, industrias que lucran. No tengo la respuesta de cómo se hace esto.
Y la tecnología avanza muy rápido. Tenemos sensores en todos lados; hay tecnologías que con el Wi-Fi saben incluso cómo estás moviendo las manos. Es increíble cómo todo cambia tan rápido y, puede que no, pero yo creo que voy a ser de esas personas que cuando sea viejo, no voy a usar la tecnología.
Veo que la tecnología cambia tanto que yo creo que voy a ser de esos ermitaños que se van a desconectar de todo cuando tenga como 70 años.
¿Te da miedo?
Mucho. Me pone de nervios.
mac