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Nuevas reglas para Sofipos implican procesos más robustos
Una de las principales implicaciones de la nueva normativa es que las Sofipos deberán identificar si los solicitantes de crédito pertenecen a un mismo grupo de riesgo sean personas físicas o morales.

El objetivo de la nueva disposición es evitar que un solo grupo, sea familiar o empresarial, concentre una parte significativa de la cartera de crédito de una Sofipo.
La reciente modificación a las reglas para el otorgamiento de crédito en las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) obligará a estas entidades a fortalecer sus procesos de recopilación y análisis de información sobre sus clientes, lo que incluso podría derivar en la necesidad de ampliar su personal, de acuerdo con Dafne Martínez, directora comercial de YGConsultores, firma legal especializada en el sector financiero.
“Estos procesos deberán quedar confirmados y detallados en el manual de cumplimiento, el enfoque basado en riesgos y las matrices correspondientes. Incluso esta nueva regulación podría derivar en la creación de nuevos puestos dentro de las Sofipos”, explicó Martínez.
Como contexto, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó recientemente una modificación a las disposiciones de la Ley de Ahorro y Crédito Popular. El objetivo es reforzar la normativa aplicable a las Sofipos y otras entidades del sector, especialmente en lo relativo al control del riesgo crediticio.
De acuerdo con la directiva, una de las principales implicaciones de esta normativa es que las Sofipos deberán identificar si los solicitantes de crédito pertenecen a un mismo grupo de riesgo. Este análisis abarca tanto a personas físicas como morales.
En el caso de personas físicas, se considerarán miembros del mismo grupo a los familiares en primer grado (ascendientes, descendientes), cónyuges, concubinas o concubinos, así como dependientes económicos. En el caso de personas morales, se incluirán aquellas empresas en las que un individuo o grupo tenga más del 50% de las acciones con derecho a voto, que pertenezcan al mismo grupo empresarial o cuyos consejeros, directores o gerentes generales mantengan vínculos familiares. También se incluirán aquellos que posean más de 5% de las acciones de la propia Sofipo otorgante.
“Imaginemos que Juan, Pedro y María son hermanos. Juan solicita un crédito para ampliar su tortillería; después, María pide otro para abrir una tortillería similar, y finalmente Pedro solicita financiamiento porque es proveedor de sus hermanos con un negocio de abarrotes. Aunque son préstamos distintos están interconectados. Si a Juan le ocurriera algo con su negocio, el impacto económico se amplificaría debido a esa relación familiar y comercial entre ellos”, explicó Martínez.
El objetivo de esta nueva disposición es evitar que un solo grupo, sea familiar o empresarial, concentre una parte significativa de la cartera de crédito de una Sofipo. La directiva explicó que este tipo de concentración ha sido una causa recurrente de problemas de solvencia en el pasado. Por ello, la CNBV ahora exige que la evaluación del riesgo se realice de manera integral, considerando al grupo como un todo.
“Con estas nuevas reglas ya no se evalúa a cada persona por separado, sino por grupo. Es decir, si se va a otorgar un préstamo a varios miembros de una misma familia, hay que considerar el riesgo total de forma conjunta. No es lo mismo prestar 300,000 pesos a un grupo familiar, que otorgar esa misma cantidad a cada integrante por separado”, añadió Martínez.
Un ejemplo: el caso CAME
Uno de los antecedentes representativos de los riesgos asociados a la falta de evaluación del “riesgo común” es el caso de la Sociedad Financiera Popular CAME, así como de otras entidades que han enfrentado problemas de solvencia.
Según Dafne Martínez, entre las posibles causas del deterioro financiero de CAME se encontraría la ausencia de un análisis consolidado de los créditos otorgados a personas o entidades vinculadas, lo que provocó una alta concentración de la cartera en un mismo grupo económico o familiar. Además, según señalamientos, algunos de esos préstamos habrían sido concedidos a colaboradores de la Sofipo.
“El objetivo de esta nueva regulación es evitar que un solo grupo, ya sea una familia o un conjunto de empresas relacionadas concentre buena parte de la cartera crediticia de una Sofipo. Ya hemos visto cómo este tipo de riesgo patrimonial puede causar conflictos serios”, explicó Martínez.

