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Política

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A AMLO no se le cuestiona porque se le odie: Rictus

El oficio del caricaturista no consiste en aplaudir las acciones del gobierno, sino en orientar a la población, más ante un exceso de información como ocurre con la administración actual, refiere el monero mejor conocido como Rictus.

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Foto EE: Eric Lugo

A Andrés Manuel López Obrador se le tiene que criticar y caricaturizar con la misma poca misericordia que se dibujó a otros presidentes de México, porque no hay gobierno donde todo sea digno de aplauso, planteó Julio Iván López, mejor conocido como Rictus.

El caricaturista de El Financiero Bloomberg, quien firma sus trabajos como se les denomina a los gestos del rostro que expresan un sentimiento agradable o desagradable, indicó que criticar al presidente López Obrador no es sinónimo de odiarlo.

“Mucha gente nos toma a mal y nos dice: ‘Es que lo criticas porque lo odias’. No, no necesito odiarlo para criticarlo, es más, yo podría decir que 99% de mis cartones donde aparece López Obrador son a favor de él, lo que pasa es que no hay aplausos, no hay matracas”.

Sostuvo que, a diferencia de otros presidentes de México, López Obrador cuenta con un importante apoyo social que lo defiende de las críticas.

Lo que hace diferente al sexenio de López Obrador es justamente esa popularidad que, refiriéndonos en lenguaje futbolístico, hace la barrera para meter el gol como caricaturista; ahora tienes a un montón de seguidores en frente que te van a impedir poder meter el gol. Eso lo hace emocionante.

Expresó que, si bien es cierto que a los  políticos no les gusta la crítica, ésa es justo la tarea de los caricaturistas: devolver parte de “los chingadazos” que propina la clase política a la sociedad a través de la crítica y el humor.

Por ello, consideró que, ante un político que controla la agenda pública pero que además goza del respaldo ciudadano, es fundamental que los caricaturistas hagan su trabajo y den el mismo trato que se le dio a otros gobiernos: cuestionarlo y criticarlo.

“No todo es criticable desde luego, pero tampoco todo es digno de aplauso”, dijo.

Sobre el discurso del presidente, indicó que es todavía un misterio, pero sin duda busca diferenciarse de los corruptos.

No veo riesgo de censura

Rictus expuso que, en sus más de 20 años de ejercicio profesional, en los que ha pasado por periódicos como La Jornada, Reforma y El Economista, nunca fue objeto de censura y agregó que tiene confianza que en este sexenio tampoco lo será.

Refierió que su profesión no consiste en aplaudir las acciones del gobierno, sino de orientar a la población mexicana. “Mi trabajo apunta hacia la desfanatización, hacia la despolarización y a no dejar que la gente sea adoctrinada”.

lidia.arista@eleconomista.mx

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