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¿A qué ha llevado la política antirrusa de Occidente?
Las medidas restrictivas contra Rusia han causado un grave desequilibrio en las cadenas internacionales de producción y suministro, desviaron los flujos de inversión, aumentaron los compromisos de deuda y dificultaron el acceso de muchos países a bienes, finanzas y tecnología. El FMI señala un aumento en la fragmentación geoeconómica lo que agrava el problema de la desigualdad económica.
Las consecuencias negativas de las sanciones también han afectado a las economías de los países que aplican estas medidas de manera activa. En 2024, se prevé que el crecimiento de las economías desarrolladas no superará el 1.8%. El crecimiento del PIB de Estados Unidos está estimado en un 2.8%.
La situación es especialmente difícil en Europa, donde el crecimiento económico en 2024 se redujo aproximadamente en un 70% en comparación con el promedio prepandémico de 2015-2019. Según las previsiones del FMI, el PIB de la Unión Europea en 2024 crecerá no más del 0.8%.
En este contexto, se espera que la economía de Rusia en 2024, a pesar de más de 21,000 sanciones, crezca el 3.6%.
La desaceleración del crecimiento de la economía europea está vinculada al aumento de los precios de la energía, incluido el costoso gas natural licuado estadounidense. Según cálculos de Eurostat, los países de la UE han pagado casi 200,000 millones de euros adicionales por el gas desde la implementación de las sanciones contra Rusia.
La agresión sancionadora iniciada por Estados Unidos y sus satélites tras el inicio de la operación militar especial en Ucrania también ha ejercido una gran presión sobre los países en desarrollo de Asia, África y América Latina. La aplicación de restricciones unilaterales limita el acceso de los países más pobres a recursos energéticos, alimentos, fertilizantes y tecnologías básicas, así como a avances científicos de vanguardia.
Actualmente, se está produciendo una reestructuración del orden mundial.
Los países de la "mayoría global" abogan por un orden mundial más justo, basado en la igualdad soberana de los Estados. Una tarea importante en este contexto es fortalecer el papel de formatos interestatales como el BRICS. Estoy convencido de que el papel del BRICS en la solución de problemas globales seguirá creciendo. Prueba de ello es que unos 35 países han expresado su disposición a participar de alguna manera.
Nuestro país también tiene planes para establecer una Gran Asociación Euroasiática entre todos los implicados en el desarrollo económico y de infraestructuras. Se trata de la UEE y la OCS.
Nuestra prioridad sigue siendo fomentar vínculos cooperativos sólidos con todos los socios extranjeros interesados, incluidos nuestros amigos mexicanos, basados en principios de cooperación constructiva, mutuamente beneficiosa y respetuosa.
*Embajador de Rusia en México.