Grupo México, puja por Banamex, todavía

A pesar de la ocupación temporal por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de 3 tramos de Ferrosur, Grupo México, matriz de la ferroviaria, se mantiene en el proceso de compra-venta de Banamex.

Fuentes acreditadas me lo aseguraron ayer. Hasta ese momento, alrededor de las 16:30 horas, me dijeron, Grupo México sigue en el proceso. Oficialmente, la empresa no emitió ningún comunicado.

En Citibanamex, me confirmaron que oficialmente no había ninguna comunicación sobre el tema, de Grupo México con la firma financiera.

En México se vive una circunstancia muy especial. El acto de ocupación gubernamental, inscrito en la Ley de Expropiación, en contra de Ferrosur,  ha levantado una enorme preocupación en el sector privado, y en la sociedad en general.

Desde el viernes 19 de mayo pasado, escaló al grado máximo la expectación pública en torno a la ocupación temporal a Ferrosur y la reacción de Grupo México, por la compra de los activos bancarios en México, que puso en venta Citi y que pudiera estar en riesgo de caerse.

Ese día desde  muy temprano, corrió como reguero de pólvora la ocupación por elementos de la Marina de las vías de Ferrosur en Veracruz.

Prácticamente nadie leyó las señales que lanzó con sus declaraciones el Presidente de México un par de días antes.

Dijo en dos de sus conferencias mañaneras de manera consecutiva que su gobierno no tenía nada en contra de Grupo México y que veía con buenos ojos su participación en la compra de Banamex.

Prácticamente le dió el beneplácito a la puja de Larrea por Banamex. Y aunque reconoció que sí tenían sus diferencias, advirtió que “ese era otro cantar”. La toma temporal fue sorpresiva incluso para Germán Larrea.Larrea vió al Jefe del Ejecutivo el día de la comida que sostuvo con el Consejo Asesor Empresarial. Ese día –contó ayer el Presidente de la República–, se planeaba llevar a cabo la ocupación, pero le pidió al secretario de Gobernación, Adán Augusto, que  no se realizará porque “no es de buen gusto”

Al día siguiente se realizó un encuentro de tú-a-tú, entre el presidente lopezobrador y Larrea, en el que participaron los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López y el de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.

El presidente destacó que le dijo al empresario y sus funcionarios que  lo único que quiere es la devolución de ése tramo de la concesión.

Se entiende que Larrea no habría aceptado los términos y al día siguiente se registró la ocupación temporal.

La posesión de tales vías, ha explicado el gobierno es para que formen parte del Corredor en el Istmo de Tehuantepec, región en la que se han invertido cerca de 400 mil millones de pesos, de acuerdo con el comentario del Presidente.

Se trata de diferencias entre el gobierno y el empresario que llevan más de un año y medio.

Las conversaciones entre el gobierno mexicano y Larrea iniciaron a principios del 2022, cuando –reveló el magnate– firmó un acuerdo con el gobierno mexicano  para la construcción de una segunda vía con independencia operativa que sería entregada a la Secretaría de Marina para uso del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.

Aunque Grupo México inició la construcción e invirtió cientos de millones de pesos, el gobierno lo desechó meses después.

Luego del comunicado de Grupo México en el que hace tal revelación, el presidente en su conferencia aseguró que Larrea pretendía 9 mil 500 millones de pesos por los tramos en disputa. “Ni siquiera nos ofreció un precio justo”, dijo.No es ‘expropiación’, es la recuperación de una concesión, dijo ayer el presidente lopezobrador.

“¿Qué es expropiar? Tomar lo que es de propiedad privada. Es muy distinto recuperar una concesión, que es de la Nación”, sentenció el Presidente.

López Obrador también aseguró que la decisión de ocupar las vías de un tramo entre Coatzacoalcos y Medias Aguas no tiene “nada que ver” con la posible adquisición de Banamex por parte del multimillonario Germán Larrea.

Es evidente que la compra-venta de Banamex es una pieza valiosa para el discurso nacionalista del Presidente de México. Y también es obvio que Larrea está frente a una disyuntiva. ¿Decidirá seguir o no en la puja?. ¿Impugnará la ocupación temporal?. Las diferencias entre el Presidente de México y el segundo hombre más rico del país, tardarán tiempo en dirimir. Por lo pronto, ya está generando incertidumbre, el peor veneno para las inversiones.