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El final de la agencia de inteligencia de Colombia
El servicio de inteligencia de Colombia se caracterizó por ser liderado por enérgicos hombres atraídos por el mundo del espionaje en la batalla del gobierno contra el narcotráfico y los ultra violentos grupos armados.

Bogotá. El servicio de inteligencia de Colombia se caracterizó por ser liderado por enérgicos hombres atraídos por el mundo del espionaje en la batalla del gobierno contra el narcotráfico y los ultra violentos grupos armados.
Sin embargo, el nuevo hombre a cargo es un apacible abogado de bancarrota, exprofesor universitario y su papel es claramente diferente al de sus predecesores. Ricardo Giraldo es quien se encarga del desmontaje de la agencia, la que había sido considerada como un componente clave del esfuerzo colombiano, respaldado por Estados Unidos, para detener al tráfico de cocaína, pero fue finiquitada debido a un escándalo vergonzoso tras otro.
Uno de los exdirectores del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) fue declarado culpable de conspirar para asesinar a sindicalistas. Un otrora alto gerente es acusado de confabular junto a sicarios el asesinato de un humorista de televisión. Decenas de agentes han sido implicados en lo que los fiscales llaman un esfuerzo sistemático para espiar ilegalmente a la Corte Suprema y a políticos de la oposición, lo que algunos exfuncionarios del DAS indicaron que se hizo con el equipo y financiamiento de Estados Unidos.
Y en las últimas semanas, la revista Semana reveló cómo agentes corruptos trataron de matar al actual Ministro del Interior, y cómo diversos empleados del organismo proporcionaron a los cárteles de la droga archivos secretos, incluyendo los nombres de los agentes encubiertos e informantes.
Los funcionarios del gobierno han tratado de restar importancia a lo que algunos analistas llaman la transformación del DAS en una organización criminal.
Pero lo que queda claro es que el DAS ha sido una organización profundamente disfuncional, sin una misión clara, que es incapaz de entregar información estratégica , así lo definió Douglas Porch, un experto en inteligencia de la Escuela de Posgrado Naval con sede en California, en un largo y reciente informe.
Para Giraldo, el trabajo significa desmontar la agencia y asegurar que un tesoro de archivos secretos, incluyendo cintas de conversaciones telefónicas obtenidas ilegalmente, no desaparezca.
No es cosa fácil desmantelar una organización con 58 años de historia , expuso Giraldo, que, como un maestro paciente, explica sus planes de pie delante de una pizarra blanca con marcador en mano.