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El enorme peligro de invertir siguiendo modas (Parte 1 de 2)

Joan Lanzagorta | Patrimonio
Vivimos en un mundo en el que la gente repite y hace todo lo que se pone de moda o se vuelve viral en redes sociales, sin preguntarse ni siquiera si esos consejos tienen sentido. Todo es muy superficial. Pocos investigan, todos copian.
Por eso cosas que no necesariamente son ciertas, se convierten en “verdades”. Así, la gente consume 10 distintos suplementos porque “detienen el envejecimiento” o evitan el gluten sin ser celiacos porque en TikTok lo han tachado de “veneno”.
Si uno se trata de informar y hace una búsqueda sobre esos temas en internet, lo más probable es que encuentre 20 sitios con los mismos titulares. Si uno le le pregunta a chatbots de inteligencia artificial, recibirá información similar, porque están entrenados con la información disponible en línea. Así, lo viral suele ganarle a lo real.
Este fenómeno se ha extendido, desde hace años, a las inversiones. Millones siguen ciegamente a expertos en Instagram o YouTube que gritan “¡Compra NVIDIA ya!”, sin explicar qué hace la compañía, por qué ha subido o si su precio tiene alguna relación con su valor.
Eso es muy peligroso. La pereza colectiva nos convierte en rebaño y, en los mercados financieros, los rebaños siempre terminan en el matadero. La realidad es que cuando una acción o inversión se vuelve “viral”, suele ser momento de venderla, no de comprarla.
La mayoría de los influencers juega un juego perverso, lleno de conflictos de interés. No promueven lo que están comprando, sino lo que intentan vender.
¿Por qué caemos una y otra vez en esta trampa? La respuesta no está en los mercados, sino en nuestro cerebro. Tiene poco que ver con finanzas y mucho con psicología.
El hype o la ilusión de la riqueza rápida
El hype financiero no surge por magia. Es un producto industrializado creado por algoritmos, influencers y redes sociales. Te explico cómo:
- Fase 1: La chispa. Un influencer con 500,000 seguidores publica: “¡Esta acción subirá un 500%!”. La gente hace click para enterarse.
- Fase 2: La explosion. Los algoritmos de TikTok/YouTube priorizan contenido “emocionante” multiplicando el alcance 10x.
- Fase 3: La normalización. Miles de usuarios (y otros influencers) repiten la narrativa, creando la ilusión de “consenso experto”.
- Fase 4: La caída. Los primeros compradores venden, los últimos se quedan con el lastre.
Hay muchos datos que confirman el impacto. El 37% de los jóvenes en Estados Unidos declara que los influencers fueron clave para tomar decisiones de inversion. En Australia, el 64% de los chavos entre 18 y 21 años admitió haber cambiado su comportamiento financiero debido a los influencers.
Esto refleja una tendencia global donde la confianza en redes sociales y en las personas percibidas como “expertos” supera al análisis y al criterio propio, especialmente en generaciones que han crecido con algoritmos que priorizan el entretenimiento sobre la educación.
La máquina detrás del hype
Estos números no son accidentales. Detrás del ciclo del hype hay un negocio de miles de millones de dólares que depende de tu ignorancia. Los influencers no son "gurús" espontáneos: son piezas en un sistema diseñado para convertir tu atención en dinero. ¿Cómo funciona?
- Pagos por promoción encubierta: Muchos reciben miles de dólares por video sin revelar que están siendo pagados. En 2024, la SEC multó a un influencer por promover una criptomoneda mientras ocultaba que había recibido 200,000 dólares en tokens.
- Afiliados en brokers: Cada vez que un seguidor abre una cuenta con su link, el influencer gana comisión por operación. Cuanto más riesgo tome el usuario, más dinero gana el influencer.
Lo peor es que el sistema está diseñado para que nunca aprendas. Es un negocio de atención, no de educación.
Como ya mencioné, los algoritmos son cómplices: priorizan contenido emocional ("¡Gané $10,000 en un día!") sobre análisis serio. Esto crea una burbuja donde lo emocional gana a lo racional, llevando a usuarios a operar con productos que ni entienden. En 2024, el 71% de quienes operaron con CFDs en plataformas promocionadas por influencers terminaron en pérdidas.
La ironía es brutal: los que más ganan con el hype son los primeros en huir cuando el mercado se derrumba. En el caso de GameStop: muchos influencers vendieron sus posiciones antes del colapso, dejando a sus seguidores con pérdidas del 80%.
Pero hay una salida: reconocer que la verdadera educación financiera no es viral. No encontrarás en TikTok a nadie explicando cómo calcular el valor intrínseco de una empresa en 15 segundos. Como decía Buffett: "El mercado es un dispositivo para transferir dinero de los impacientes a los pacientes".
En la segunda parte hablaré un poco más sobre la psicología del hype y cómo romper con ella.

