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Demanda interna impulsó la reactivación del PIB del segundo trimestre del 2025

El consumo privado y la inversión fija volvieron a crecer luego de dos trimestres, mientras que el gasto de gobierno hiló dos períodos al alza; sin embargo, de forma semestral, la demanda externa siguió siendo el primer motor de una economía que ha perdido fuerza frente al 2024.

Octavio Amador

Con un dinamismo que sigue por debajo del observado en el 2023 y el 2024, la demanda interna en la economía mexicana dio señales de recuperación durante el segundo trimestre de este 2025, aunque al primer semestre de año, la demanda externa se mantuvo como el primer motor del Producto Interno Bruto (PIB).

De abril a junio, los tres componentes de la demanda interna crecieron en comparación con el primer trimestre del año, de acuerdo con el reporte trimestral de los indicadores de la Oferta y Demanda Global Trimestral (ODGT), divulgado este viernes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

En primer lugar, el consumo privado –que equivalió a 68.8% del PIB trimestral– creció 1.2%, con lo que volvió a terreno positivo, luego de las caídas de 1.4% y de 0.2% que experimentó en el último cuarto del 2024 y en el primero del 2025.

En segunda instancia, la formación bruta de capital fijo (o, simplemente, inversión fija) –que fue igual a 22.6% del PIB trimestral– tuvo una leve expansión de 0.2%, que contrasta con los descensos de 2.4% y 4.1% de los dos períodos anteriores.

Y finalmente, el consumo de gobierno –que equivalió a 11.4% del PIB del período– creció 0.5%, con lo que hiló dos trimestres de avances, luego de crecer también 0.5% durante el primer trimestre del 2025.

En tanto, si bien las exportaciones de bienes y servicios (demanda externa) subieron 0.6%, esta expansión fue la menor en los últimos cinco trimestres, lapso en el que destacó un crecimiento de 5.9% en el tercer trimestre del 2024.

Cabe recordar que durante el segundo trimestre del 2025 el PIB de México tuvo una expansión 0.6% respecto del primer cuarto del año y, tras la revisión de cifras por efectos de la desestacionalización, la variación del primer trimestre se revisó levemente al alza, quedando en 0.3% desde el 0.2% reportado originalmente.

Exportaciones lideran en el semestre

Durante el primer semestre del año el PIB de México acumula un crecimiento de 0.4%, una tasa sustancialmente menor respecto del 1.9% que se observó durante el mismo lapso del 2024.

Al interior las exportaciones lideraron en dinamismo, con un avance de 12%, mientras que las importaciones se contrajeron 0.7%, de modo que el sector externo tuvo una contribución neta positiva al crecimiento económico.

En tanto, el consumo privado acumuló una contracción de 0.4%, mientras que la inversión fija se contrajo 6.6 por ciento. En ambos casos se trata de las primeras caídas desde el pandémico 2020, pero sin considerar ese año atípico, hay que remontarse hasta el 2009 para ver una contracción de consumo (-9.6%) y al 2019, para ver una baja en la inversión fija (-3.7 por ciento).

Finalmente, el consumo de gobierno –que equivalió a 11.4% del PIB del período– creció 0.5%, con lo que hiló dos trimestres de avances, luego de subir también 0.5% durante el primer trimestre del 2025.

En tanto, si bien las exportaciones de bienes y servicios (demanda externa) subieron 0.6%, esta expansión fue la menor en los últimos cinco trimestres, lapso en el que destacó su crecimiento de 5.9% en el tercer trimestre del 2024.

Cabe recordar que durante el segundo trimestre del 2025 el PIB de México tuvo una expansión 0.6% respecto del primer cuarto del año y, tras la revisión de cifras por efectos de la desestacionalización, la variación del primer trimestre se revisó levemente al alza, quedando en 0.3% desde el 0.2% reportado originalmente.

La leve recuperación del consumo y de la inversión ocurrió en un contexto turbulento de la política comercial de Estados Unidos, el principal socio comercial de México.

En abril Washington anunció la imposición de aranceles generales a todos los países, pero el hecho de que México fuera excluido (al igual que Canadá), despejó parte de la incertidumbre que ha afectado a la inversión desde el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump.

Por el momento, a México y Canadá solo les aplican los aranceles estadounidenses a los automóviles y autopartes –con algunos atenuantes– y las tarifas al acero, aluminio y cobre.

“A pesar del desempeño positivo del trimestre, los indicadores internos no muestran una recuperación sólida y sostenida. La inversión privada continúa con fragilidad y la pública se mantiene en contracción. El crecimiento económico dependerá en gran medida del comportamiento de las exportaciones, condicionado por la evolución de la política comercial estadounidense”, opinaron en un reporte Janneth Quiroz y Rosa Rubio, economistas del Grupo Financiero Monex.

Exportaciones lideran en el semestre

Durante el primer semestre del año el PIB de México acumula un crecimiento de 0.4%, una tasa sustancialmente menor respecto del 1.9% que se observó durante el mismo lapso del 2024.

Al interior las exportaciones lideraron en dinamismo, con un avance de 12%, mientras que las importaciones se contrajeron 0.7%, de modo que el sector externo tuvo una contribución neta positiva al crecimiento económico.

El consumo privado acumuló una contracción de 0.4%, mientras que la inversión fija se contrajo 6.6 por ciento. En ambos casos se trata de las primeras caídas desde el 2020, pero sin considerar ese año, hay que remontarse al 2009 para ver una contracción de consumo (-9.6%) y al 2019, en una baja en la inversión fija (-3.7 por ciento).

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Gráfico EE

Octavio Amador

Editor de Empresas y Negocios en El Economista

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