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Como llevar a cabo un análisis de la información financiera (Parte I)

Continuando con el tema de la semana pasada, hoy pretendo profundizar un poco más en las diferentes técnicas y metodologías comúnmente utilizadas para la correcta interpretación de la información financiera de la empresa.

Continuando con el tema de la semana pasada, hoy pretendo profundizar un poco más en las diferentes técnicas y metodologías comúnmente utilizadas para la correcta interpretación de la información financiera de la empresa.

El primer requisito para tener un buen sistema de análisis de información financiera en la empresa es que, desde el punto de vista de la administración, sean definidos los parámetros de medición y los indicadores ideales del negocio.

Esto quiere decir que la administración tendrá que decidir cuáles son los puntos principales que le interesa medir y vigilar para no perderse en un mundo de información, y una vez decididos estos puntos, determinar cuáles son los parámetros dentro de los que la empresa tendrá una operación ideal.

También es importante que el administrador tenga un claro entendimiento del significado de cada uno de los renglones de los estados financieros y conozca qué operaciones afectan a cada uno de estos. Es decir, tiene que entender las causas y los efectos que mueven los estados financieros.

Basta recordar que existen cuatro estados financieros básicos y son los mínimos indispensables para entender la estructura financiera y de operación del negocio. Éstos son: el estado de posición financiera (antes llamado balance general), el de resultados (o estado de pérdidas y ganancias), el de cambios o variaciones en el capital contable (o patrimonio) y el de flujo de efectivo.

El primero muestra la posición de los activos, pasivos y patrimonio de la entidad a una fecha específica, es decir, es un estado estático (como una fotografía), los otros tres estados muestran el resultado de las operaciones durante el periodo que se está reportando (el segundo) o los movimientos durante el periodo del patrimonio o del efectivo son conocidos como estados dinámicos porque representan el movimiento de la entidad durante el periodo (como una película).

El estado de posición financiera muestra tres secciones básicas como son: el activo, que son los bienes y derechos que tiene la entidad; el pasivo, que son todas aquellas deudas u obligaciones con terceros que la entidad ha incurrido y el patrimonio que representa el valor que los socios o accionistas han invertido y ganado en la entidad. En términos generales, el activo representa todo aquello que la entidad posee y la suma del pasivo y el patrimonio representa la fuente de los recursos aplicados en los activos.

El activo se divide en tres grandes rubros:

  1. El activo circulante que representa todo el dinero, las cuentas por cobrar, las materias primas y otros insumos y los productos que comercializa. Es decir, son los activos que se mueven en plazos menores a un año y aquellos con los que la empresa realiza sus operaciones cotidianas.
  2. Los activos tangibles que representan todas aquellas propiedades, edificios, maquinaria y equipo que la empresa utiliza como instalaciones productivas. Éstos tienen vidas más largas de un año.
  3. Los activos intangibles representan aquellas inversiones que hace la empresa para generar conocimiento propio y presencia en el mercado, como son las patentes y las marcas comerciales.

El pasivo se divide en dos grandes rubros, que son:

  1. El pasivo a corto plazo, que representa a las obligaciones por pagar en plazo menor a un año como son las líneas de crédito, las cuentas por pagar a proveedores de bienes y servicios, los gastos acumulados por pagar (comúnmente llamadas provisiones), los impuestos y las obligaciones laborales por pagar (como son los sueldos no reclamados, vacaciones por pagar, liquidaciones por pagar, entre otros).
  2. El pasivo a largo plazo está representado por los préstamos y documentos por pagar a plazo mayor a un año, los impuestos diferidos por pagar y las obligaciones laborales al retiro que han sido devengadas (ganadas por los empleados).

El patrimonio representa la inversión de los socios o accionistas que han depositado o que han ganado y no se les han pagado, es decir, el capital social y las utilidades acumuladas que no han sido distribuidas.

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