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Reforma laboral del 2019: Avances, asignaturas pendientes y nuevos riesgos
La verdadera representatividad de los sindicatos era uno de los pilares de la reforma laboral de 2019 y ante la reforma al poder judicial, así se encuentra el mundo laboral de México.

La reforma laboral del 2019 tuvo avances importantes en justicia y democracia sindical, pero aún pendientes y nuevos factores que pueden poner en riesgo los cambios.
La reforma laboral de 2019 trajo cambios en materia colectiva y sindical, y en temas de justicia laboral, ¿a seis años de su entrada en vigor cómo se ve en retrospectiva?
Nadia González Elizondo, abogada especialista en derecho laboral, cuenta que con este cambio a la legislación en materia colectiva y sindical se establecieron procedimientos de legitimación de contratos colectivos de trabajo, de constancias de representatividad, de elecciones a través del voto libre, secreto, personal y directo de los trabajadores, tanto para elegir a las directivas sindicales como para tomar decisiones en cuanto a su representación y también en la celebración, contenido y revisión de los pactos colectivos.
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“¿Cuál era el fin? Bueno, esto se remonta un poco antes, a la reforma constitucional, todavía con el presidente Enrique Peña Nieto, donde se estableció el voto de los trabajadores buscando una auténtica negociación colectiva y la representación real de los sindicatos y todo esto se madura o se materializa en la reforma del primero de mayo del 2019, pero también derivado del tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá, el T-MEC, que se firmó en noviembre del 2018 y entraba en vigor. en julio del 2020, porque eran parte de las exigencias del gobierno de los Estados Unidos”, refiere.
La abogada explica que con esta reforma se buscaba eliminar todas estas prácticas de simulación en cuanto a la negociación colectiva y la representación sindical.
Al respecto, considera que hoy vemos algunos avances, pero hay otras cosas en las que se ha quedado corta. “Creo que, para algunas organizaciones, tanto sindicales como empresariales, continúa siendo complicado acoplarse o adaptarse a este nuevo sistema donde los trabajadores tienen voz y voto”.
Advierte que, desde su perspectiva, se sigue observando que las empresas tratan de continuar con sus esquemas sindicales anteriores, donde todo se pactaba o se acordaba en privado sin involucrar directamente a los trabajadores, pero para implementar la ley se requiere un cambio cultural.
De hecho, explica, que había programas por parte de Estados Unidos para capacitar y difundir la reforma laboral de 2019; sin embargo, hoy se han cancelado con la entrada de Donald Trump al gobierno.
“También la OIT ha participado en esos cursos de capacitación, de difusión, de conjuntar al sector obrero a través de algunos sindicatos y al sector empresarial a través de cámaras patronales y empresariales, industriales, y se habían estado llevando a cabo con éxito, pero insisto, no ha sido suficiente, tenemos seis años y hace falta seguir difundiendo”, considera.
La reforma del 2019 era necesaria para equilibrar un poco en la práctica la negociación colectiva y la relación entre capital y trabajo, entre sindicatos y empresarios, comenta.
No obstante, dice, sigue teniendo sus vicios, por ejemplo, una deuda pendiente, es que se habla mucho de libertad de asociación, de negociación colectiva, pero no quedó explícito con todas sus letras en la Ley Federal del Trabajo que, así como los trabajadores tienen derecho a afiliarse a un sindicato, a dejar de pertenecer al mismo, a cambiar de organización sindical, también tienen derecho a decidir que en su centro de trabajo no haya sindicato alguno, que sean centros de trabajo sin representación sindical.
Elección de jueces es contraria a la reforma laboral de 2019
En este punto, hay un nuevo actor que ha complicado que se ejerza plenamente la reforma de 2019, de acuerdo con el webinar La reforma laboral frente a la reforma al Poder judicial, organizado por la Escuela Federal de Formación Judicial, mientras una estableció un sistema de justicia laboral con tribunales independientes, la del poder judicial, al proponer la elección popular de los jueces puede traer consecuencias negativas para las relaciones comerciales e inversiones.
Al respecto, la jueza Gabriela Zambrano, indicó que una de las exigencias del T-MEC era que los tribunales fueran imparciales e independientes, que podría ser contrario a los propuesto por la Reforma al Poder Judicial.
Por su parte, la jueza Karime Pérez Guzmán dijo al cuestionarse sobre la independencia de quienes resolverán las controversias laborales, no sólo es contra ellos, sino también el cumplimiento del estado mexicano a esta obligación específica en el T-MEC.
Agregó que de acuerdo a los principios de la ONU sobre la independencia judicial que establecen que los jueces deben actuar sin influencias, presiones o intromisiones indebidas y relaciona la concentración de poder en una hegemonía política con el debilitamiento de otras instituciones, incluido el poder judicial.
En ese sentido, Karime Pérez Guzmán explicó que la posible percepción de falta de separación suficiente entre el poder político y las decisiones jurisdiccionales a las que estarán sujetas las inversiones es lo que interesa a los socios comerciales.
Señaló que esto puede generar incertidumbre a las inversiones y tener efectos económicos serios para México , pudiendo desincentivar la nueva inversión.