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Tregua en el Met de NY
Los mecenas, que dan la mitad del presupuesto, quieren una reforma laboral;? los 16 sindicatos involucrados piden menos despilfarro.

Las 16 organizaciones sindicales que representan a los trabajadores del Met de Nueva York y la dirección de esta institución, encabezada por Peter Gelb, acordaron una tregua de 72 horas para resolver el conflicto laboral; tregua que fue prolongada una semana más, antes de llegar al cierre patronal que podría herir de muerte a la importante casa de ópera.
Esta prórroga se consiguió gracias a los oficios profesionales de una mediadora federal , la señora Allison Beck, vicedirectora del Servicio Federal de Mediación y Conciliación, que fue llamada para evitar que se radicalizara el conflicto.
El 31 de julio era una fecha fatal, pues ese día expiraban los contratos de las 16 organizaciones sindicales. Y para ese día la dirección del Met solamente había conseguido un acuerdo con dos sindicatos.
En esta prórroga de una semana acordaron una medida que podría resultar: la incorporación a las negociaciones de un analista financiero independiente que estudie la contabilidad del Met.
FUEGO CRUZADO
Hay un fuego cruzado de grueso calibre entre los sindicatos y la dirección del Met. Los primeros acusan a Peter Gelb, director general, de despilfarro. Y Gelb a su vez reitera que los trabajadores de esa institución son de los mejor pagados e informa que dos terceras partes del presupuesto de esa institución se destinan para pagos y prestaciones a los trabajadores sindicalizados... Por ejemplo: la orquesta la integran 97 músicos. Estos músicos reciben unos 205,000 dólares anuales a los que se suman 85,000 dólares en prestaciones no salariales, como el seguro de salud.
El Consejo de Directores del Met, integrado por quienes aportan la mayor cantidad de dólares para que la ópera funcione, pretende una medida a todas luces impopular, pero que -dicen- aliviará la debilidad financiera de la institución: reducir entre 16 y 17% el salario de los trabajadores. Cabe considerar que casi la mitad del presupuesto del Met -institución no subvencionada-, alrededor de 158 millones de dólares, son contribuciones de mecenas. Y ahora sucede que una decena de ellos ya no está dispuesta a seguir aportando dinero si no hay una reforma laboral en el Met. Ni hablar, es su dinero...
Lo cierto es que también hay una gran dosis de grilla en todo esto. Existen muchos intereses políticos y económicos en juego, y los adversarios de Peter Gelb juegan hábilmente en esta coyuntura para quitarlo de la dirección y poder manejar un presupuesto de más de 300 millones de dólares al año (es el recinto que mayor presupuesto maneja en el mundo). Claro, esto aunado al prestigio internacional que da ser el director del Met de Nueva York.
SINDICATOS EN LA CULTURA
Es muy difícil que una institución cultural de tanto prestigio para la sociedad de EU vaya a cerrar a consecuencia de esta crisis. Aunque ya situados en el extremo, en un escenario catastrófico, sería terrible no sólo para los cantantes, músicos, tramoyistas y gente que vive de manera directa del espectáculo. De acuerdo con datos proporcionados por el Met, en esta institución trabajan de manera directa 1,600 personas (200 administrativos), más 1,700 contratados en tiempo parcial. El cierre del Met sería terrible también para los que tienen un ingreso indirecto derivado de la ópera, como los restauranteros, hoteleros, taxistas.
Este caso y otros que se presentan en el plano internacional vienen a poner sobre el tapete de las discusiones el papel de los sindicatos en la cultura. ¿Son necesarios? Dice la Ley Federal del Trabajo mexicana que los sindicatos sirven para equilibrar los factores de la producción . Si esto es así, está bien. Aunque a veces son un obstáculo a la gestión cultural, sobre todo cuando se constituyen en grupos de presión (mafias), con poder suficiente para quitar o poner directores, cantantes, músicos...
Recordamos que algo similar a lo que vive hoy el Met de NY ocurrió hace dos años, en julio de 2012, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, donde también el sindicalismo puso en un brete a esta casa de ópera. La pregunta es si una institución cultural puede ser amagada con tanta enjundia y encono como si se tratara de un conflicto laboral contra alguna empresa del capitalismo salvaje .
En una semana veremos si los 16 sindicatos del Met están dispuestos a matar a la Gallina de los Huevos de Oro.