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Ópera del Met, en el ojo del huracán

Se puede decir que Peter Gelb, director general del Met de Nueva York, tomó una buena decisión al suspender la transmisión de la ópera La muerte de Klinghoffer, de John Adams, en sistema HD Live a 2,000 recintos en 66 países del mundo.

Se puede decir que Peter Gelb, director general del Met de Nueva York, tomó una buena decisión al suspender la transmisión de la ópera La muerte de Klinghoffer, de John Adams, en sistema HD Live a 2,000 recintos en 66 países del mundo, dado que el tema que trata es sumamente delicado y más en estos momentos cuando el conflicto palestino-israelí se ha recrudecido.

La justificación que dio Peter Gelb fue que la transmisión de la ópera prevista para el 15 noviembre del 2014 podría ser utilizada por grupos globales antisemitas .

En una carta enviada a los recintos que transmiten las óperas del Met, precisó: Estoy convencido de que la ópera no es antisemita, pero también estoy convencido de que existe una verdadera preocupación en la comunidad judía internacional de que la transmisión en vivo de La muerte de Klinghoffer sería inapropiada en este momento de creciente antisemitismo, particularmente en Europa .

Esto lo hizo saber a mediados de junio; sin embargo, un mes después, la situación en Palestina se ha complicado terriblemente.

A pesar del anuncio, la pieza de John Adams sí podrá ser vista en la sede del Met en el Lincoln Center, en ocho funciones, a partir del 20 de octubre de este año.

La muerte de Klinghoffer se basa en un hecho real ocurrido en Egipto: el secuestro del crucero Achille Lauro, en 1985, por un comando del Frente de Liberación de Palestina y el asesinato de un pasajero, el empresario judío-estadounidense, Leon Klinghoffer, a manos de ese mismo grupo.

El señor Leon Klinghoffer, quien vacacionaba junto con su esposa, fue muerto de un disparo y después arrojado de la cubierta del barco con todo y su silla de ruedas.

La ópera ha sido acusada de antisemita. Incluso las hijas de Leon Klinghoffer acudieron a la Liga Antidifamación para denunciar esta ópera. Finalmente se tomó la decisión de que siguieran las representaciones en el Met de NY, pero que no se transmitieran al mundo. Es decir, trasladan el conflicto a la sede del Met en NY, donde esperamos no estalle.

ricardo.pacheco@eleconomista.mx

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