Lectura 3:00 min
La espera para escuchar su nombre
Los familiares del edificio de Álvaro Obregón 286 quieren saber lo que ocurre con sus seres queridos.
La madre abre los ojos y suelta las lágrimas contenidas por una noche entera. Ya lo sacaron, ya lo sacaron . Una voz entre el tumulto le advierte: No lo han sacado, está localizado . No importa la diferencia: está vivo.
La espera se convirtió en alegría. Horas sin perder de vista el edificio ubicado en Álvaro Obregón 286, en la Colonia Roma, mismo que colapsó con el sismo de 7.1 grados. De repente un nombre surge entre los familiares de las personas que continúan atrapadas en lo que quedó del edificio. Ella abrazó al esposo y dijo innumerables agradecimientos a Dios. Ya quiero ver a mi niño .
Son horas de espera de los familiares de las personas aún no localizadas. Los ojos rojos de no dormir, de llorar.
Suena otro nombre: Adrián Moreno, Adrián Moreno . Alguien levanta la mano... se acerca una mujer y le confirma a la madre del joven, Susana Martínez, que trabajaba en el edificio: Dio señales de vida .
La señora se sienta en la banqueta, se cubre el rostro con las manos y llora mientras las personas a su alrededor se abrazan, dejan escapar lágrimas, se suman a la alegría, aunque no sean familia.
Es la tragedia la que ha unido a este grupo de personas que sin conocerse van en grupo a pedir información a las autoridades. Espontáneamente colocaron en los postes de la jardinera que forma la esquina de Oaxaca con Salamanca, los nombres de los rescatados y los que ya están ubicados. Al menos suman 25 en el primer grupo y 12 más por rescatar.
Como panorama se mira lo que quedó del inmueble. En la parte superior elementos del Plan Marina van y vienen entre los escombros. Se comunican con los rescatistas. A ratos llaman al silencio. Piden que los drones dejen de sobrevolar la zona, el ruido no permite escuchar a quienes están bajo los escombros. Tiempo después reaparece la mujer y comienza a soltar nombres: Iván Emmanuel, Fernanda Michell, Jaime Aguilera, Iván Colín... .
Somos del equipo de rescate, si nos escuchas, golpea
A pocas calles de ahí, sobre Amsterdam, en La Condesa, dos edificios colapsaron completamente. En el ubicado en la calle de Laredo y Amsterdam los cuerpos de rescate se auxilian de maquinaria pesada para remover las losas. En la parte superior decenas con palas y picos quitan los escombros.
Brazos arriba y se hace el silencio absoluto. Somos del equipo de rescate, si nos escucha golpea . La voz busca traspasar los escombros rastreando sobrevivientes. No hay respuesta, pero tampoco resignación. Se introduce un rescatista, un micrófono conectado a un aparato receptor afuera, audífonos, varios intentos y nada. Siguen con la labor.
Dan las 3:30 de la tarde. El perímetro sólo permite elementos del Ejército, Policía Federal, Cruz Roja y rescatistas capacitados. En un módulo de primeros auxilios se apilan medicamentos, agua, suero y material de curación. Uno de los médicos voluntarios confirmó que por la mañana lograron rescatar a dos personas con vida y una fallecida. Con tapabocas y los ojos rojos grita: seguimos buscando .