Buscar
Opinión

Lectura 5:00 min

Promesas incumplidas

OpiniónEl Economista

Todos los presidentes mexicanos al final de su mandato han presumido: “misión cumplida”. Por supuesto, cuando no cumplen alguna meta o lo hacen a medias suelen ya no mencionar el tema. En general, las y los votantes saben que las metas no se alcanzan. Es un perverso juego de valores sobrentendidos en el que la mayoría de los votantes participa. El mismo político que promete sabe que hay obstáculos que no podrá remover. 

Este tema viene a cuento porque en una reciente mañanera, la presidenta Sheinbaum se burló de las promesas incumplidas de los presidentes neoliberales. Y tiene razón. La defensa del peso como un perro de López Portillo, la guerra contra la corrupción de Miguel de la Madrid, el aeropuerto de Fox o la refinería de Calderón son algunos ejemplos. Hay tela de donde cortar en todos los sexenios.

Sin embargo, lo que no dijo la presidenta Sheinbaum es que el caso más grave es el del pasado sexenio, el de López Obrador. No solamente no cumplió sus promesas, sino que aseguró que lo había hecho. Mintió una y otra vez. Muchos de los votantes de la 4T lo sabían y aun así volvieron a votar por esa opción. En otro artículo hablaremos de esto. Muchos políticos y analistas acusan que la ciudadanía en su mayoría es indiferente y pasiva. En lo personal disiento de esto.

AMLO no sólo no cumplió sus promesas, sino que cosechó fracasos que estaremos pagando durante mucho tiempo. Las voces que dijimos que su intención era desmontar los avances democráticos del país fuimos ignoradas o minimizadas. Muchos de los analistas que ahora se espantan pensaron que estábamos ante otro presidente mesiánico, populista y mentiroso. Se equivocaron.

Algunos otros problemas ni siquiera hizo el intento de resolverlos, como el de los desaparecidos. La herida abierta más grande de México. Un ejército de voces acalladas: padres, hijos, hijas, madres, hermanas, amigos. Las madres buscadoras caminan y escarban, buscan en los montes a las 128 mil personas desaparecidas. Ahora, ellas también tienen el riesgo de perder la vida que, de muchas formas, ya perdieron. Los grupos de búsqueda tocaron a la puerta del Palacio Nacional y nunca fueron recibidos. Ahora, los recibe la secretaria Rosa Icela Rodríguez solo para que la presidenta diga que ya han sido “atendidos”. La vieja simulación priista que también se practica ahora.

Violencia y desaparecidos son dos temas que van de la mano y en los que López Obrador fracasó para mal. Sheinbaum esconde estas fallas mientras que, a fuerza de estadísticas, va disminuyendo el número de homicidios. Desgraciadamente, homicidios y desaparecidos son la punta del iceberg, lo que flota, pero debajo de esto hay corporaciones criminales armadas con contadores, abogados, médicos, policías, funcionarios y empresas privadas, como lo demuestra el asunto del huachicol.

Recién llegado al poder, en diciembre de 2018, AMLO declaró que acabaría con el huachicol. Acusó: “Eso es lo que quiero puntualizar, hay la hipótesis de que, de todo el robo, solo el 20 por ciento se da con la ordeña de ductos, es una especie de pantalla, la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades y con una red de distribución, entonces son huachicoleros de abajo y de arriba".

Un año después, en su informe de gobierno del 1 de septiembre de 2019, presumió que el huachicol estaba 'prácticamente' eliminado a raíz de la estrategia gubernamental. A lo largo de su sexenio repitió esto varias veces. Algunas veces se moderó y dijo que todavía estaban “batallando”. En el último día de su sexenio, el 30 de septiembre de 2024, López Obrador insistió que logró acabar con el huachicoleo.

Nueve meses después, es evidente que mintió, otra vez. Durante el gobierno de Sheinbaum se han incautado más de nueve millones de litros de hidrocarburos; más de lo decomisado en los últimos diez años. Las confiscaciones más importantes han sido: Coahuila (julio 2025): 15 millones 480 mil litros asegurados en carros tanque de ferrocarril; Tampico, Tamaulipas (8 de abril): 10 millones de litros incautados en un buque cisterna procedente de Estados Unidos; Ensenada, Baja California (28 de marzo): ocho millones de litros decomisados y Tabasco (29 de mayo): tres millones 123 mil litros asegurados.

En todos estos “éxitos” contra el huachicol hay un problemita: ¿dónde están los detenidos?, ¿los jefes, las autoridades cómplices, las empresas implicadas dónde están? Tal vez López tenía razón y solo una pequeña parte del hidrocarburo se extrae de los ductos, el resto viene ¿del propio PEMEX? ¿del extranjero?

Si AMLO tiene razón, la corrupción sigue en altos niveles y el gobierno está mordiéndose su propia cola con los decomisos, como un uroboro.

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas