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Ford rebaja su apuesta por los autos eléctricos
Ante una menor demanda, el recorte de incentivos a la compra y regulaciones ambientales más laxas, la compañía dejará de fabricar algunos modelos y se centrará en los híbridos.
México también ha sido parte de la estrategia de electrificación de Ford, con el ensamble del Modelo Mustang Mach E, en la planta de la empresa en Cuautitlán, Estado de México.
Ford Motor anunció este lunes una reversión de su ambiciosa estrategia de vehículos eléctricos (EV) para centrarse en unidades a combustión e híbridas, lo que le significará asumir un cargo de 19,500 millones de dólares.
La decisión responde a un debilitamiento de la demanda, a la eliminación de los incentivos para la compra de unidades electrificadas por parte de la administración Trump, así como a regulaciones de emisiones más laxas.
El masivo cargo financiero se desglosa en 8,500 millones por la cancelación de modelos EV planificados, 6,000 millones vinculados a la disolución de su empresa conjunta de baterías con la surcoreana SK On, y 5,000 millones en gastos relacionados con programas.
Como parte de este repliegue, Ford confirmó la cancelación de proyectos clave, incluyendo la camioneta eléctrica de nueva generación con nombre clave T3 y las camionetas comerciales eléctricas. Además, la F-150 Lightning totalmente eléctrica será sustituido por un nuevo modelo eléctrico de autonomía extendida que utiliza un motor de gasolina para recargar la batería.
“Cuando el mercado realmente cambió en los últimos meses, ese fue realmente el impulso para que tomáramos la decisión”, dijo el CEO de Ford, Jim Farley. La decisión de Ford es una respuesta directa a las políticas de la administración Trump, ya que podrían alentar a los fabricantes a vender más autos a gasolina al retirar el apoyo federal para los autos eléctricos y flexibilizar las normas sobre emisiones.
Medidas como la expiración del crédito fiscal al consumidor de 7,500 dólares por unidad y la congelación de multas por violar las regulaciones de economía de combustible han reconfigurado los incentivos del mercado.
Paralelamente, la demanda ha mostrado claros signos de debilitamiento. Las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos cayeron 40% en noviembre. El F-150 Lightning de Ford es un ejemplo contundente de esta brecha entre las expectativas y la realidad: tras un celebrado lanzamiento y una afluencia inicial de 200,000 pedidos, las ventas no lograron mantener el ritmo, disminuyendo 10% hasta noviembre de este año.
Como respuesta pragmática, Ford ha trazado una nueva hoja de ruta que prioriza la rentabilidad y la demanda actual, girando decididamente hacia los modelos de gasolina e híbridos. (Con información de Reuters).