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El Fénix, apuesta fallida
El proyecto contemplaba la formación de una nueva razón social privada en la que Pemex tendría una participación no mayor a 49 por ciento. Esta estructura permitirá a las nuevas empresas operar como compañías privadas.
En octubre del 2004, Pemex anunció el nombre de sus socios para la construcción del Proyecto El Fénix, que se instalaría en el estado de Veracruz: dos empresas mexicanas, Indelpro, filial de Alfa y a Grupo Idesa; así como a la compañía canadiense Nova Chemicals Corporation.
El proyecto contemplaba la formación de una nueva razón social privada en la que Pemex tendría una participación no mayor a 49 por ciento. Esta estructura permitirá a las nuevas empresas operar como compañías privadas.
El entonces director general de Pemex, Raúl Muñoz Leos, dijo que como resultado de este proyecto se construiría un nuevo complejo de olefinas, con capacidad mínima de producción de etileno de 1 millón de toneladas por año, contaría con un suministro asegurado de gasolinas naturales y dispondría de la infraestructura petroquímica y de refinación de Pemex.
Parte del Proyecto, detalla información de la paraestatal, consistía en la ampliación de los crackers de etileno de los centros petroquímicos La Cangrejera y Morelos, de 600,000 a 875,000 anuales cada uno. Las gasolinas naturales utilizadas como insumo para estas plantas serán abastecidas por Pemex. Anteriormente, estas gasolinas eran enviadas a exportación ante la falta de capacidad de proceso.
La producción de petroquímicos intermedios derivada de estas ampliaciones serviría como insumo para una planta de polietilenos y un nuevo tren de aromáticos.
Aborto del proyecto
Sin embargo, a principios del 2006, el director de Pemex Petroquímica, Rafael Beverido, dijo que se abandonaba Proyecto El Fénix, debido a la negativa de la Secretaría de Hacienda de otorgar precios preferenciales en materias primas a los socios del complejo.
Lo anterior, pese a que Petróleos Mexicanos ya contaba con el Estudio Técnico-Económico e Ingeniería , mismo que consistía en la definición de la localización óptima, la configuración del proyecto, el estudio de inge¬niería para precisar el monto de la inversión, la estructura de capital definitiva y el estudio de mercado correspondiente.
Proyecto alternativo ...pero se cocina Etileno XXI
Y ante el naufragio del Proyecto El Fénix, surgió Etileno XXI que, aunque tiene alcances más limitados (no contempla la producción de gasolinas), es un proyecto 100% privado que iniciará la construcción de un cracker de etano en este año y representa una inversión de 2,500 millones de dólares.
La obra iniciará operaciones en el primer trimestre del 2015 y será realizada por el consorcio conformado por la empresa brasileña Braskem, que tiene una participación de 65%, y de la firma mexicana Grupo IDESA, con 35 por ciento. El proyecto cuenta con un contrato de largo plazo a 15 años, de gas etano con Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) para producir 1.5 millones de toneladas de etileno.
La obra estará en Veracruz y tiene como objetivo producir etileno para elaborar polietilenos de alta y baja densidad, insumos clave en diferentes procesos industriales y de manufactura.
mpalma@eleconomista.com.mx