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Roberto Bolle, un étoile de la danza, brillará en la noche de Despertares
El italiano, considerado una de las máximas figuras de la danza mundial, bailará por primera vez en México el próximo 30 de agosto en el Auditorio Nacional; previo a su llegada concede esta entrevista exclusiva para El Economista.
Roberto Bolle. Foto EE: Vito Lorusso
Desde el anuncio por parte de Isaac Hernández sobre la próxima edición de Despertares, que está a pocos días de ocurrir en el Auditorio Nacional, un nombre llamó la atención de los amantes de la danza: Roberto Bolle. ¡Sí, Roberto Bolle bailará en México por primera vez! El italiano, poseedor de una impecable carrera artística, pondrá en su mapa un país más y suma a la interesante propuesta de Soul Arts Productions un artista más de los varios que han debutado en nuestro país gracias al proyecto de los hermanos Hernández.
Desde aquel día que el mismo Rudolf Nureyev descubrió el talento de Bolle y lo seleccionó para interpretar a Tadzio en Muerte en Venecia han pasado ya 35 años y una carrera que hoy ya es legendaria, en la que ha pisado los escenarios y bailado con las compañías más importantes del mundo, como el Royal Ballet de Londres, el Ballet Nacional Canadiense, el Ballet de Estocolmo, el Ballet de Tokio, el American Ballet Theatre de Nueva York, las óperas de Berlín, Viena, Múnich, el Teatro Mariinski de San Petersburgo y el Teatro Bolshói de Moscú.
El Economista realizó la primera entrevista que el ejecutante, primer bailarín y étoile de la danza, concedió para un medio mexicano, como antesala de su debut en nuestro país.
Roberto Bolle. Foto: Laura Ferrari
—Usted ha realizado numerosas representaciones exitosas de Caravaggio, creación coreográfica de Mauro Bigonzetti. ¿Qué le atrajo particularmente de esta obra?
—Caravaggio es un ballet de gran impacto visual. Juega con los elementos característicos de la obra del pintor, sobre todo con las luces y las sombras que en escena dibujan los cuerpos de los bailarines, logrando crear una plasticidad y una dramaticidad de absoluta belleza.
—¿Podría hablarnos de su participación en las futuras coreografías Dov'è la luna, de Jean-Christophe Maillot, y Apollon Musagète de Balanchine?
—En la próxima temporada de la Scala de Milán, bailaré en un ballet de Jean-Christophe Maillot, un coreógrafo con el que nunca he trabajado antes, y también en el Apollo de Balanchine, que interpreté por primera vez cuando tenía 21 años. Pero el primer encuentro en la Scala será con Boléro de Bejart que se presenta en septiembre. Estoy realmente contento de seguir llevando a escena semejantes obras maestras. Es un gran privilegio.
—¿Alguna vez ha pensado en llevar las galas anuales "Roberto Bolle & Friends" fuera de Italia?
—Sí, claro. Hay eventos de "Bolle & Friends" también fuera de Italia. Los próximos son el 6 de noviembre en el Teatro de la Ópera de Dubái y el 11 de noviembre en el Sadler's Wells de Londres. Recientemente estuvimos en la Expo de Osaka, en Japón. Y en el pasado hemos visitado muchas ciudades, desde Nueva York hasta Shanghái y Pekín. Pero, ciertamente, desde hace años, es en Italia donde, gracias a mi popularidad, hemos logrado presentar el espectáculo en lugares como la Arena de Verona o las Termas de Caracalla en Roma.
—¿Cómo surgió la colaboración con Isaac Hernández para su participación en la próxima gala Despertares en México?
—Conozco a Isaac desde hace muchos años. Incluso, ha bailado en una gira de "Bolle & Friends" en China (2018). Y a lo largo de los años nos hemos reencontrado en escenarios de todo el mundo, especialmente en Japón. Es un bailarín con una gran técnica y carisma. Estoy feliz de ver lo que está haciendo para ampliar el público del ballet en México.
—¿Cuáles son sus expectativas para su debut en México? ¿Tiene alguna referencia de nuestro país en términos de cultura, arte, gastronomía u otros?
—Estuve en México de vacaciones hace casi 20 años y me enamoré del país de inmediato. Tiene una calidez, una energía, una cultura que te hacen sentir bien, te acarician el alma. No veo la hora de bailar en México, creo que será una gran fiesta.
—¿Alguna vez ha pensado en participar en una película que cuente su vida y carrera?
—He pensado más en un documental que en una película. Tengo esta idea desde hace varios años, también porque creo que mi trayectoria puede inspirar a las jóvenes generaciones. Veremos si se puede realizar en el futuro. Por ahora, estoy más presente en la televisión, donde desde hace 8 años he llevado la danza a un horario estelar con un programa de dos horas. Este es, realmente, un proyecto muy importante para mí.
—Aunque existe una larga tradición de grandes figuras masculinas en la historia de la danza, ¿es cierto que la figura femenina es a menudo el centro de los grandes ballets? ¿Cuál es, en su opinión, el papel de la danza masculina hoy en día?
—Hoy en día los roles son decididamente más equitativos. Primero con Nureyev y después Baryshnikov, el papel del bailarín masculino ha ganado cada vez más espacio e importancia en el mundo del ballet. Ahora hay muchos roles que realzan la fuerza y la técnica masculinas. El bailarín ya no es sólo un compañero y no ocupa tampoco exclusivamente los roles secundarios, sino que es protagonista en todos los aspectos. Creo que este cambio de perspectiva es muy importante para los jóvenes de hoy.
—¿Cuál es su ballet favorito de todos los tiempos?
—Amo los ballets en los que hay personajes ricos en matices para interpretar. Me gusta emocionarme y excavar en mi alma para descubrir y manifestar siempre algo diferente. Por eso, el papel de Onegin que interpreté recientemente en la Royal Opera House de Londres es uno de mis favoritos. Así como Des Grieux en Manon y Armand en La Dama de las Camelias.
—¿Quiénes son sus coreógrafos favoritos y por qué?
—Los coreógrafos con los que he trabajado que más me han inspirado y han permanecido en mi corazón son Forsythe, Kylian, Neumeier, Petit. Cuatro genios del ballet que han revolucionado la forma de bailar y nos han regalado a todos absolutas obras maestras.
—Finalmente, si tuviera la oportunidad de hablar consigo mismo a la edad de 7 años, ¿qué le diría a aquel niño que no conocía su futuro?
—Le diría que goce lo más posible cada momento del maravilloso viaje que le espera. Y que no se olvide de llevar siempre consigo un poco de la pureza y la despreocupación que hay en el alma de cada niño.
(Agradecemos la amable colaboración de Guadalupe Meza Servin para la traducción de esta entrevista).