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“Ediles fueron asesinados por sus nexos”

El presidente municipal de Cuencamé, Durango, es de la hipótesis de que quizá tenían vínculos con el crimen organizado.

"No. No hay necesidad. Mientras nos sintamos tranquilos, no hay ningún problema. Dicen que el que nada debe, nada teme , responde, sin dudarlo, José Eligio Moreno Martínez, cuando se le pregunta si considera necesario instrumentar un plan de seguridad para proteger a los alcaldes amenazados por el narcotráfico o el crimen organizado, como sugirió el Senado de la República.

Presidente municipal de Cuencamé, Durango, el expriísta de 49 años y quien el pasado 4 de julio contendió y ganó bajo las siglas de la coalición que integraron el PRD, PAN y Convergencia, es de la hipótesis de que los munícipes o gente común que es asesinada por el narcotráfico o el crimen organizado es quizá porque tienen vínculos con los delincuentes.

Desgraciadamente, le digo, lo que ha pasado es a lo mejor con gente que tiene que ver con ellos. Con gente que nada tiene que ver, está tranquilo.

Desgraciadamente también a lo mejor se han llevado a gente que nada tiene que ver. En el caso de Cuencamé es muy diferente. Ahí las cosas que han pasado (los aproximadamente 24 secuestros, cuyas víctimas están desaparecidas desde hace por lo menos dos años), sabemos de antemano que por ahí hay nexos .

Dedicado a la agricultura y la ganadería hasta antes del pasado 1 de septiembre, cuando asumió el cargo de alcalde, el neoperredista usa botas puntiagudas en piel de algún animal exótico, pantalón vaquero, cinturón piteado que asoma bajo su pronunciada barriga, camisa a cuadros, sombrero de ala ancha y esclava gruesa en la diestra.

Moreno Martínez asegura que en su municipio, de alrededor de 24,000 electores, no se vive el fenómeno del narcotráfico.

Dicen que en Durango vive El Chapo, el narcotraficante más buscado en México.

A lo mejor en el estado, pero no en Cuencamé. Yo desconozco. Yo me siento tranquilo, nada tengo que ver con ellos, por eso no tengo ningún temor.

Sabemos de antemano que las cosas que se viven son delicadas.

¿Lo han buscado, han intentado los narcos negociar con usted?

No. Nunca. Yo entré el 1 de septiembre y no, nada, nada, nada. No temo por mi vida. Primeramente Dios me siento tranquilo, nada que ver con el narcotráfico.

Y hasta ahorita, a la fecha, gracias a mi padre Dios, que es en el que más confío, ni una llamada he recibido.

Finalmente, comenta que los 18 alcaldes de Durango que llegaron al cargo por la coalición integraron un frente y buscan entrevistarse en breve con el presidente Felipe Calderón para solicitarle apoyos y poder sacar beneficios para nuestra gente y nuestros municipios. No queremos verlo por la inseguridad, eso es punto y aparte. Nosotros venimos buscando alternativas de fuentes de empleo y obras para solucionar tantas necesidades en nuestros municipios.

rramos@eleconomista.com.mx

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