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Una victoria contundente, pero enormes desafíos
No obstante que, tanto medios como usuarios de redes sociales, dieron testimonio no solo de las grandes filas de personas formadas para votar en casillas de muchas ciudades a lo largo de todo el país, sino también de una gran variedad de episodios en los que los ciudadanos hicieron gala de una actitud cívica que se tradujo en acciones colectivas para evitar que terceras personas o grupos violentos lograran su propósito, el de desestabilizar las casillas que correspondían a esos ciudadanos, testimonios que generaban una percepción de una mayor participación que en el proceso electoral de 2018, en el que también se votó por candidaturas a la presidencia de la República, al final resultó en un porcentaje de participación de 60 por ciento, por debajo de los porcentajes de participación reportados por el INE para los procesos electorales de 2018, con 63.4 por ciento, y de 2012, con 63.1 por ciento.
Bajo ese contexto ocurrió la jornada electoral del pasado 2 de junio, de la que ya sabemos, sin lugar a duda alguna que Claudia Sheinbaum salió victoriosa, según se desprende del conteo rápido realizado por el INE, y del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que al momento de escribir esta colaboración mostraba un avance del 94.447 por ciento de las actas capturadas, que le otorgaba a Claudia Sheinbaum un 59.24 por ciento de los votos, frente a un muy lejano 27.78 por ciento de los votos para Xóchitl Gálvez.
También sabemos que la abultada victoria de la coalición Sigamos Haciendo Historia, conformada por Morena, Partido Verde y PT, no solo ocurrió en la elección presidencial, sino también en ambas cámaras del Congreso de la Unión, que le permitirá contar con los votos suficientes, y de sobra, para lograr mayorías calificadas en la Cámara de Diputados, y que en el caso del Senado de la República, de manera preliminar se estima que estaría a escasos 4 votos de lograr los 86 votos necesarios que le asegurarían también mayorías calificadas. Esto es relevante porque la mayoría calificada es una calidad de votación que permite aprobar reformas a la Constitución.
Es innegable que una gran mayoría de mexicanos salió a expresar su preferencia por el enfoque de gobierno que ha venido impulsando la oferta política que conforman Morena, Verde y PT, que todos conocemos como la Cuarta Transformación.
Quedará de tarea para muchos estudiosos identificar los factores que expliquen la incapacidad de la oposición para entender qué es lo que produce hartazgo a los mexicanos, y qué fue lo que no le gustó o simplemente no le atrajo, a millones de nuestros compatriotas que decidieron no inclinarse por la oferta que representaron Xóchitl Gálvez, así como los líderes del PRI, PAN y PRD.
Ahora bien, desde las últimas horas del domingo empecé a detectar en la red X, expresiones de analistas extranjeros que apuntaban su profunda preocupación por el hecho de que la 4T hubiera obtenido los votos suficientes para aprobar reformas a la Constitución, y que vaya a gobernar sin contrapesos, tanto en el Congreso con en el Poder Judicial. Esas preocupaciones se repitieron a lo largo de ayer lunes, provocando una depreciación importante del peso, y una caída significativa del mercado bursátil mexicano, de poco más de seis por ciento, una magnitud de caída que solo se ha observado en 15 ocasiones en los últimos 30 años.
Por ello, Claudia Sheinbaum tuvo que salir a reiterar mediante un mensaje de video, que invitó a Rogelio Ramírez de la O a continuar al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en un claro intento de transmitir tranquilidad a los mercados. Se agradece esa primera muestra de sensibilidad política para salir de manera oportuna a mandar señales que transmitan confianza.
En este sentido, los retos que tendrá el nuevo gobierno serán enormes, tanto por lo que hace al fuerte desequilibrio que hoy exhiben las finanzas públicas, como por lo que hace a impulsar una tasa de crecimiento económico sostenida por arriba de 2.5 por ciento, o por los rezagos que le heredará el presidente López Obrador en materia de salud y educación, por citar solo algunos. Ojalá que pueda salir avante de todos.
*El autor es economista.
@GerardoFloresR

