Lectura 2:00 min
Minería, a redoble de atabal
Aun cuando los timbales tuvieron una participación discreta en las obras interpretadas, porque así lo dispusieron sus compositores, la temporada del verano 2009 de la Orquesta Sinfónica de Minería se inició en la Sala Nezahualcóyotl a redoble de atabal.
Tenía que ser así, porque Elijah (Elías), de Felix Mendelssohn-Bartholdy, es uno de los oratorios cumbres de la musica; al lado de Messiah (El Mesías), de George Frideric Handel, y Die Schöpfung (La creación), de Franz Joseph Haydn, con el que culminará esta temporada.
Coordinada por la batuta de Carlos Miguel Prieto, su director principal, la OSM contó con la participación de un coro estadounidense formidable, al que conocíamos desde los tiempos de Jorge Velazco (1942-2003): el de la Orquesta Sinfónica de Houston, dirigido por Charles Hausmann.
Los solistas fueron la soprano Sally Dibblee (la viuda, un ángel), la mezzosoprano Carla López-Speziale (el ángel, la reina), el tenor Arturo Chacón-Cruz (Obadiah, Ahab) y el barítono Jorge Lagunes (Elías).
El grupo Niños y Jóvenes Cantores de la Escuela Nacional de Música, dirigido por Patricia Morales, tuvo una actuación destacada: algunos de los pasajes más conmovedores del oratorio estuvieron a su cargo.
Este concierto inaugural fue iniciado, como es la costumbre de la OSM, con el Himno nacional mexicano, coreado por parte del público.
Después del Himno, comenzó formalmente el programa con el Te Deum para la emperatriz María Teresa, de Haydn.
En el programa general de la temporada 2009 de la Orquesta Sinfónica de Minería, Sergio Vela, su consejero artístico, concluye:
El reparto de solistas vocales e instrumentales, así como de agrupaciones corales y de directores concertadores, es más que halagüeño, y no cabe sino expresar los mejores augurios para que el público encuentre en la Orquesta Sinfónica de Minería no sólo una iniciativa artística encomiable, sino también su agrupación orquestal predilecta .