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¿Con qué ojos, divino tuerto?
El nuevo decálogo perredista pide ampliar los apoyos al desarrollo social y muchas cosas más. Reza el conocido refrán: ¿Con qué ojos, divino tuerto?
Alicia en el país de las maravillas (económicas) o el Mago de Oz decidieron inspirar la reciente formulación del decálogo del PRD-DF para contrarrestar la crisis. Ese decálogo adolece en lo general de dos fallas fundamentales.
Una es el voluntarismo económico, pero sobre todo la ignorancia de que los recursos económicos son inexorablemente escasos.
Solicitar que por decreto se eleven los salarios mínimos 12% suena muy bonito. Pero hay que preguntarse cuáles serían los efectos de esa propuesta.
Coyunturalmente, ese aumento tendría como consecuencia una contracción del empleo en los trabajadores más vulnerables que son los que obtienen dicha remuneración. El señor Manuel Oropeza debería saber que el salario más reducido es el de cero pesos mensuales , que es el que perciben los desocupados.
En el nuevo decálogo perredista se pide derogar el IETU , bajar el precio de las gasolinas, diesel, gas y luz y además ampliar los apoyos al desarrollo social universal . La respuesta la aporta el conocido refrán: ¿Con qué ojos, divino tuerto? .
Llevar a cabo esas tres acciones tendría una recuperación importante sobre el Presupuesto federal en la forma de un mayor déficit. La pregunta no es ociosa: ¿Cómo sugerirían Oropeza y compañía que se cubra la diferencia?
Los deficientes fiscales sólo pueden financiarse de dos maneras: con mayor deuda pública o con otros impuestos. Además, la deuda pública de hoy equivale a más impuestos mañana.
Los recursos son siempre escasos. Lo son para las familias, para las empresas y para los gobiernos. Frente a la inmensidad de las tareas sociales que debe atender, el gobierno federal enfrenta una restricción presupuestal muy estricta. Andar solicitando alegremente que se eleven los gastos públicos es ignorar esta realidad.
Impulsar el sector agropecuario , Fortalecer a la industria de la construcción... , Proteger los fondos de retiro , Estimular el turismo , Apoyar a las Pymes ; son todas acciones que necesariamente requerirían de más recursos públicos. ¿De dónde se podrían sacar?
Por último, bajar el gasto corriente hace sentido. Únicamente cabe recordar que esa partida se integra en su mayor parte de salarios: salarios de maestros, de policías, de doctores, vigilantes y de otros servidores públicos.
O quizá ya nos quedó claro: se trata de reducir los sueldos de los maestros y policías para subir el salario mínimo.
bdonatello@eleconomista.com.mx