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Comedia de contradicciones
Semana de una comedia de cinco actos contradictorios. Es probable que López Obrador no esté convencido de la poca importancia del crecimiento. En el fondo pareciera saber que sin crecimiento no hay desarrollo.
Por eso criticó en sus campañas a los gobiernos anteriores por no generar un crecimiento económico más elevado.
Recuento de la semana pasada sobre el tema del crecimiento económico:
Acto I: el Inegi da a conocer la estimación oportuna de la tasa anual del Producto Interno Bruto para el 2019: un decrecimiento económico de -0.1 por ciento.
Acto II: el presidente López Obrador, fiel a su línea entre risas, desestimó esta caída y declaró: “Como tengo otros datos puedo decirles que hay bienestar, puede ser que no se tenga crecimiento, pero hay bienestar y desarrollo en nuestra sociedad. estos parámetros los establecieron como el fundamento para medir el desarrollo durante el periodo neoliberal, a mí no me importa mucho, en el periodo neoliberal ni siquiera hubo crecimiento, pero lo poco que hubo se acumuló en unas cuantas manos”.
Acto III: el presidente crea el “gabinete para el fomento de inversiones y crecimiento económico”, designando para coordinar esta instancia a Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia. La primera declaración del coordinador fue: “Lo que me pidió el presidente, en pocas palabras nos dijo que viéramos prioridades. Sin crecimiento no hay nada que ofrecerles a los 50 millones de pobres, porque tenemos que crear empleo y tenemos que crear un entusiasmo para que México se convierta en el paraíso de la inversión”.
Acto IV: el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anuncia el Plan Anual de Financiamiento 2020. Es un documento coherente donde se establecen las necesidades de financiar al gobierno federal, a Pemex, CFE, la banca de desarrollo y al IPAB. El monto es de 3 billones 2,700 millones de pesos, de los cuales, 77% es para amortizar deuda y el resto para cubrir el déficit público. Se menciona que se prevé un crecimiento anual promedio de 2.1% para el 2020-2024.
Acto V: el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, reafirma que el estimado de crecimiento para el 2020 es de 2%, cuando el consenso entre los analistas es de 0.8-1.0 por ciento. Agregó que están alistando una reforma financiera ambiciosa que “si lo logramos, nos va a poder ayudar a alcanzar 4% de crecimiento”.
Semana de una comedia de cinco actos contradictorios. Es probable que López Obrador no esté convencido de la poca importancia del crecimiento. En el fondo pareciera saber que sin crecimiento no hay desarrollo. Por eso criticó en sus campañas a los gobiernos anteriores, por no generar un crecimiento económico más elevado.
Sobre el reciente gabinete que encabeza Romo, parecería ser una acción de voluntarismo para reactivar las inversiones y el crecimiento. Pero la experiencia muestra que, si se quiere solucionar algo que no funciona, hay que crear un comité para que siga sin funcionar. Con más razón si es una instancia burocrática. Romo debe saber muy bien que, para reactivar el crecimiento, lo que hay que hacer es eliminar los obstáculos de incertidumbre y desconfianza que inhiben la inversión. Aunque sea reiterativo, hay que, por ejemplo, corregir políticas erráticas en el sector energético, combatir la inseguridad y propugnar por un sólido estado de derecho.

