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Crisis fronteriza dificulta política de inmigración
Hasta ahora, la política de inmigración se ha visto como una propuesta positiva del presidente Obama y los demócratas. Si pudieran conseguir la revisión de una reforma integral, posiblemente ganarían.

Hasta ahora, la política de inmigración se ha visto como una propuesta positiva del presidente Obama y los demócratas. Si pudieran conseguir la revisión de una reforma integral, posiblemente ganarían. Y si los republicanos la bloquean, el Partido Republicano podría apartar aún más a los electores hispanos y moderados.
Pero con la crisis actual en la frontera suroeste, donde las autoridades han detenido a miles de niños centroamericanos desde octubre, la cifra podría estar cambiando.
Los republicanos e incluso algunos demócratas- han acusado a Obama de no haberse percatado antes de la crisis que estaba por venir.
Y el propio partido del presidente está profundamente dividido sobre lo que debe hacerse ahora, sobre todo en lo que se refiere a la delicada cuestión de los niños que han viajado miles de kilómetros y son entregados a las autoridades de EU para escapar de las situaciones que enfrentan países como Guatemala, Honduras y El Salvador.
La emergencia ha incrementado los cuestionamientos sobre las capacidades de la administración, que recuerdan a los planteados durante el 2010 por el derrame de petróleo de México, el fallido lanzamiento del año pasado de la ley de atención de salud, así como a las revelaciones más recientes de la deficiente atención que puso en peligro a los pacientes de los hospitales de veteranos.
El actual objetivo de Obama es dejar claro a los adultos de Centroamérica que no hay ninguna recompensa por enviar a sus hijos hacia el norte, dijo Cecilia Muñoz, directora de Política Interna de la Casa Blanca.
No obstante, para cumplir la meta de Obama se necesita acelerar el proceso de deportación de quienes ya han llegado.
Es contrario a todo lo que representamos como pueblo para tratar de enviar de nuevo a los niños a la muerte (...), a lugares donde las bandas de narcotraficantes son la mayor amenaza a la estabilidad, para el Estado de Derecho y para las instituciones democráticas , dijo el gobernador de Maryland, Martin OMalley (demócrata).
El regidor Beto ORourke (demócrata de Texas) estuvo de acuerdo en una entrevista: Me gustaría que se hiciera hincapié en los intereses de estos niños que vienen a refugiarse de la violencia extrema y de la inestabilidad de sus países de origen (en lugar de) acelerar el proceso de deportación y desproteger a estos niños .
No hace mucho tiempo, los jóvenes que abrieron el debate sobre la inmigración eran conocidos como dreamers, muchos de los cuales fueron traídos al país ilegalmente por sus padres cuando eran niños y se encontraban bajo la amenaza de ser deportados.
En junio del 2012, Obama emitió una orden ejecutiva para que a quienes cumplían con ciertos requisitos se les permitiera permanecer en el país y pudieran trabajar. El presidente dijo que haría que el sistema fuera más equitativo, justo y eficaz luego de la negativa de los republicanos para aprobar el Dream Act, que habría puesto a los inmigrantes en su camino hacia la ciudadanía estadounidense.