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Autor de ataque en sinagoga de Pittsburgh es sentenciado a muerte por delitos de odio
Robert Bowers, perpetrador del violento ataque en la sinagoga de Pittsburgh en 2018, es sentenciado a muerte por el jurado tras ser hallado culpable de múltiples delitos, incluido el odio hacia la comunidad judía. La decisión enfrenta desafíos debido a la moratoria vigente sobre ejecuciones federales.

El miércoles, un jurado federal emitió una sentencia histórica condenando a muerte a Robert Bowers, responsable del mortal ataque armado perpetrado en 2018 en una sinagoga de Pittsburgh, considerado el más mortífero contra la comunidad judía de Estados Unidos.
Los 12 miembros del jurado votaron por unanimidad a favor de la pena de muerte para Bowers, quien fue declarado culpable a mediados de junio de asesinar a 11 personas el 27 de octubre de 2018 en la sinagoga Tree of Life de Pittsburgh.
Bowers, de 50 años, fue declarado culpable de los 63 cargos presentados en su contra, incluyendo delitos de odio que resultaron en asesinato e intento de asesinato, los cuales fueron agravados por la calificación de acto antisemita.
Historia marcada por el odio y la violencia
Bowers rastreó metódicamente a sus víctimas en la sinagoga del Árbol de la Vida de Pittsburgh, disparando muchas veces a quemarropa mientras gritaba "¡Todos los judíos deben morir!".
La masacre agravó los temores de un resurgimiento de extremistas de extrema derecha y neonazis en todo Estados Unidos.
El atacante, que tenía un rifle de asalto semiautomático AR-15 y tres pistolas Glock, llevó a cabo los asesinatos durante Shabat, el día de descanso judío. Había expresado opiniones de fuerte tono antisemitas en redes sociales.
Bowers fue arrestado en el lugar del ataque, que dejó a varios policías y dos fieles más con heridas no mortales.
Sentencia a pronunciarse por un juez federal
El entonces presidente Donald Trump, del Partido Republicano, (2017-2021) pidió que Bowers recibiera la pena de muerte, que los fiscales federales solicitaron formalmente en agosto de 2019.
El veredicto del miércoles marca la primera vez que los fiscales federales plantean y obtienen una sentencia de muerte durante la presidencia del demócrata Joe Biden.
Sin embargo, no se ha llevado a cabo ninguna ejecución federal desde que Biden llegó al poder en enero de 2021.
El fiscal general, Merrick Garland, impuso una moratoria de las ejecuciones en julio de 2021 después de que la administración Trump registrara un récord de 13 ejecuciones en sus últimos meses.
Para ejecutar a Bowers, sería necesario levantar la moratoria o que un nuevo presidente asuma el poder.
Rechazo a la pena de muerte y argumento de la defensa
Aunque Bowers no discutió su responsabilidad en el ataque, su defensa alegó que padecía esquizofrenia y ofreció declararse culpable a cambio de cadena perpetua, solicitud que fue rechazada por la Fiscalía.
Mensaje claro contra el odio
Diversas organizaciones judías recibieron con beneplácito el veredicto.
Michael Masters, director ejecutivo de Secure Community Network, que brinda asesoramiento sobre seguridad a las instituciones judías estadounidenses, dijo que la sentencia era "otro paso en el camino hacia la justicia".
"Envía un mensaje a los extremistas violentos, terroristas y antisemitas en todas partes de que Estados Unidos no tolerará el odio y la violencia contra el pueblo judío, ni contra ninguna otra persona por su fe", agregó en un comunicado.
El Comité Judío Estadounidense dijo que "lo que siempre debe tener en cuenta es el recuerdo" de las víctimas asesinadas "a sangre fría por un enemigo de los judíos".
"En última instancia, lo más importante no es cómo el tirador pasará el final de su vida, sino el hecho de que el gobierno de Estados Unidos siguió este caso con vigor y demostró que tales crímenes no serán tolerados, excusados o minimizados", expresó.
El juicio de Bowers comenzó a fines de abril y se produjo en medio de un número creciente de incidentes antisemitas en Estados Unidos, según la Liga Antidifamación judía.
En 2022, la organización con sede en Estados Unidos registró 3697 actos de acoso, vandalismo y agresión, un aumento del 36% con respecto al año anterior y el indicador más alto desde que comenzó a computarlos en 1979.