Lectura 4:00 min
Economías estatales del sureste del país se apagan en el 2024
Durante el año pasado, las entidades federativas que registraron las caídas más pronunciadas en su actividad económica fueron Tabasco, Campeche y Quintana Roo.

Al otro extremo, ocho estados exhibieron retrocesos anuales en su actividad económica. La caída más pronunciada fue para Tabasco.
Durante el año pasado, las 32 entidades federativas del país registraron un comportamiento mixto en su actividad económica, pero las que sufrieron un mayor deterioro fuero aquellas que pertenecen a la región sureste de México..
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 24 de 32 entidades presentaron aumentos anuales en su Indicador Trimestral de la Actividad Económica (ITAEE) en el 2024.
El mayor incremento fue para Oaxaca con una tasa de 5.3% en su actividad económica, situación que derivó principalmente de los efectos positivos en la industria de la construcción por el Corredor Interoceánico, una de las obras insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En tanto, el podio lo completaron estados que no se ubican entre las economías más grandes del territorio nacional: Durango con 4.7% y Puebla con 4.0% en el periodo de referencia.
A estas entidades les siguieron economías top por su alta participación en el Producto Interno Bruto (PIB) de México, Nuevo León (alza de 3.7% en el 2024) y Guanajuato (3.7 por ciento).
El sexto lugar fue para Baja California Sur al crecer 3.4%, colocándose en las primeras posiciones por su dinamismo turístico, el cual se ha visto reflejado en la captación de inversiones referentes a dicho sector.
Otras entidades que destacaron por mostrar variaciones anuales de su ITAEE superiores a 2.5% fueron los estados de Colima, Veracruz, Zacateas, Yucatán y Guerrero.
Mientras en la parte baja se encontraron los estados de Tlaxcala, Morelos, Baja California, Chihuahua, Sonora, San Luis Potosí y Michoacán, con tasas inferiores a 1.5% anual; de este grupo resaltan algunas entidades de la frontera norte del país, afectadas por la debilidad que mostró durante todo el año pasado la manufactura estadounidense.
Los retrocesos
Al otro extremo, ocho estados exhibieron retrocesos anuales en su actividad económica en el 2024. La caída más pronunciada fue para Tabasco, con una reducción de 7.4% respecto al 2023.
Este resultado se explica por dos principales razones. La primera es que se terminó el impacto positivo en la industria de la construcción por la refinería de Dos Bocas, la cual aún no opera a su máxima capacidad.
El segundo factor es la reducción en la producción de petróleo y los bajos precios internacionales del crudo, recordando que la vocación económica de Tabasco es la minería petrolera.
Campeche fue el segundo estado con la caída más pronunciada en su economía, de 7.0%; en su caso, al igual que en Tabasco, le perjudicó la situación endeble que vivió el sector petrolero durante el año pasado; además, fue una de las entidades que no se consideraron entre los grandes proyectos de la región sureste en la administración federal pasada.
El podio negativo lo completó Quintana Roo al caer su actividad económica 3.9%, estado que resintió la conclusión del Tren Maya; cabe destacar que fue la entidad que abarcó la mayoría de las rutas.
Los otros estados que redujeron su ITAEE fueron Sinaloa, Nayarit, Coahuila, Aguascalientes y Jalisco; sobresale el caso tapatío, pues es la cuarta economía más grande de México.
Los riesgos
Para Banco Base, persisten riesgos para el crecimiento económico, particularmente por la exposición de las manufacturas mexicanas a amenazas comerciales externas, especialmente provenientes de Estados Unidos, el principal socio comercial de México y destino de la producción manufacturera.
“Asimismo, el sector de construcción enfrenta riesgos significativos en 2025 debido a la menor inversión pública, resultado de la disciplina fiscal, y a la cautela del sector privado ante un entorno de alta incertidumbre. Esta combinación limita tanto la construcción no residencial como la residencial. Y en general, la incertidumbre económica a nivel global es un factor importante que frena la inversión y con ello el crecimiento de la capacidad productiva del país”, señala el grupo financiero.
Ve por Más (BX+) estima que la actividad económica de México se mantenga con cierta fragilidad, al menos, en lo que resta del primer semestre del 2025, en un entorno de elevada incertidumbre económica.
El consumo privado, añade, todavía encontrará apoyo en los bajos niveles de desempleo, el crecimiento en salarios, los apoyos sociales y el crecimiento de las remesas en pesos. No obstante, el gasto discrecional será limitado por el menor ritmo en la generación de empleo, menores niveles de confianza del consumidor y tasas de interés todavía algo elevadas, a pesar de que bajarán algo más.
