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Claves para vivir mejor con migraña

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Con frecuencia escuchamos los términos dolor de cabeza y migraña, que, aunque en ocasiones pueden usarse como sinónimos, en realidad la migraña es un tipo de dolor de cabeza o cefalea primaria. Existen cefaleas primarias como la cefalea tensional, la cefalea tipo migraña o cefalea en brotes o racimo, así como cefaleas secundarias como resultado de otra condición.
Por otra parte, una migraña es un trastorno neurológico que puede afectar la vida diaria de la persona que la está presentando, obligar a detener actividades y, en general, tener un impacto negativo en su bienestar físico y emocional. De acuerdo con la Dra. Diana Patricia Zabaleta Corpas, neuróloga del Centro Médico ABC, “la migraña es más que un dolor de cabeza, porque viene acompañada de otros síntomas que hacen de esta una condición específica”.
Lejos de ser un mal pasajero, la migraña tiene criterios clínicos definidos, posibles desencadenantes y, sobre todo, un abordaje que combina la atención médica con acciones cotidianas que cada persona puede realizar para disminuir la frecuencia e intensidad de estos episodios

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¿Cómo se manifiesta una migraña?
La migraña pertenece al grupo de las cefaleas primarias, esto significa que el dolor de cabeza no está causado por alguna otra lesión o enfermedad, sino que es en sí misma un trastorno neurológico.
El diagnóstico es clínico y se basa en la historia y descripción del paciente. Aunque puede ser diferente en cada persona, a grandes rasgos engloba las siguientes características:
- Es un dolor generalmente unilateral y pulsátil, como un latido intenso que se siente con fuerza en la sien o detrás del ojo.
- Se puede acompañar de náusea y/o vómito; también fotofobia (molestia a la luz) o fonofobia (molestia a los sonidos) y la duración es de cuatro a 72 horas.
- Su intensidad llega a ser moderada o severa y puede incapacitar a la persona para realizar sus estudios, trabajo u otras actividades cotidianas.
- En ocasiones, viene acompañado de aura, así se le conoce a un conjunto de síntomas que pueden ser visuales, sensitivos o problemas de lenguaje.
Un aspecto distinto del aura es que esta condición se presenta en cerca del 25 al 30% de los pacientes con migraña, por lo que la mayoría de las personas no tendrán aura. Es un fenómeno reversible que antecede al dolor de la migraña y puede durar entre cinco y 60 minutos.
De las variantes del aura, la más común es la visual, que puede ser con aparición de puntos luminosos, figuras geométricas o manchas oscuras en el campo visual. Aunque otras formas de aura incluyen hormigueo en la cara o brazo, o arresto del lenguaje o dificultad temporal para expresarse.
La Dra. Zabaleta enfatiza que la migraña suele presentarse más en la adolescencia o en los adultos jóvenes, con predominio en las mujeres, en una proporción de 3 a 1, frente a los hombres. Pero la realidad es que la migraña no solo se limita a estas personas, también puede suceder desde la infancia.
Con frecuencia, una persona con migraña puede llegar a identificar gatillos, factores que pueden detonar una crisis y que son muy variados, entre los que se incluyen el estrés, la exposición prolongada al sol, ayuno, falta de sueño, consumo de algunos alimentos como vinos o cierto tipo de quesos y, en el caso de muchas mujeres, la menstruación.
La migraña no es un síntoma aislado, es una condición que tiene manifestaciones antes, durante y después del dolor; por lo cual es importante que se diagnostique y trate de manera adecuada.

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Acciones cotidianas que pueden ayudar a controlar la migraña
Aunque no se considera que la migraña tenga una cura definitiva, sí existen diversas medidas que pueden ayudar a reducir de manera significativa su impacto. El estilo de vida es uno de los factores clave en la prevención.
Algunas de las principales recomendaciones incluyen:
- Dormir al menos siete horas diarias y de manera regular. El insomnio o los cambios bruscos en los patrones de sueño pueden desencadenar crisis.
- Mantener horarios de comida estables y evitar los ayunos prolongados; acciones como saltarse el desayuno o pasar muchas horas sin comer pueden ser un detonante.
- Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda al equilibrio del organismo.
- La práctica de ejercicio físico regular, entre tres a cinco veces por semana, en actividades que resulten agradables para la persona no solamente mejora la salud general, también reduce el estrés.
- Limitar el consumo de tabaco y alcohol, ya que ambos afectan el sistema nervioso y el descanso nocturno.
- Cuidar el consumo de café en grandes cantidades, aunque el café de manera directa no es un disparador, sí puede llegar a alterar el sueño.
- Detectar y evitar desencadenantes personales, cada persona debe observar si hay alimentos, bebidas o situaciones que generan crisis, para procurar evitarlos en la medida de lo posible.
Es crucial que todas las personas que viven con migraña tomen en cuenta que deben cuidar el abuso de analgésicos, indica la Dra. Zabaleta. El uso constante de medicamentos para el dolor puede derivar en lo que se conoce como “cefalea por abuso de analgésicos”, en donde el propio fármaco se convierte en la causa del dolor; por esto, y otras secuelas, la automedicación no es recomendable.
Para los casos de crisis aguda, descansar en un ambiente oscuro y silencioso puede ser de ayuda. Y para las personas que presentan migraña con aura, tomar el medicamento indicado en ese momento puede ayudar a evitar que el dolor se desencadene. Pero sin importar el caso y la gravedad de la condición, la guía médica es fundamental para evitar complicaciones.
Diagnóstico, tratamiento y calidad de vida
En general, los dolores de cabeza son la primera causa de consulta neurológica, entre los que se encuentra la migraña. El motivo de esto es que sus episodios no solo causan dolor, también pueden ser incapacitantes y afectar el desempeño en la vida diaria.
El diagnóstico se realiza principalmente con una historia clínica en la que el especialista, que puede ser el neurólogo o médico de primer contacto, pregunta desde la localización del dolor hasta su duración, factores que lo agravan o que lo alivian, antecedentes familiares, hábitos de sueño y alimentación, entre otros.
La exploración física neurológica suele ser normal en pacientes con migraña, pero se pueden indicar estudios de imagen en casos con datos de alarma como migraña que aparece después de los 50 años, dolor asociado a fiebre o dolor con focalización neurológica.
El tratamiento debe ser personalizado, algunas personas solo requieren reposo o medicamentos durante las crisis; pero otras pueden necesitar un plan de tratamiento preventivo, especialmente, si tienen migrañas de manera frecuente o que llegan a ser incapacitantes.
El objetivo esencial del tratamiento médico es evitar que esta condición se convierta en migraña crónica, un trastorno neurológico en donde los dolores de cabeza pueden ocurrir en 15 o más días al mes, durante al menos tres meses o más.
Con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, muchas personas logran disminuir de manera notable la frecuencia de los episodios y recuperar actividades que antes les parecían imposibles.
Para concluir, la Dra. Zabaleta comenta que la migraña no debe ni minimizarse ni normalizarse, es un trastorno neurológico que afecta a millones de personas, especialmente mujeres jóvenes, y puede llegar a condicionar la vida personal y laboral.
Las medidas de autocuidado que incluyen un adecuado sueño, alimentación, hidratación, ejercicio, acciones para disminuir el estrés y evitar desencadenantes; todo acompañado de la orientación profesional y el tratamiento adecuado, permitirá a las personas mantener bajo control esta condición.
En el Centro Neurológico del Centro Médico ABC se cuenta con personal altamente capacitado para brindar apoyo a pacientes con migraña, sin importar la intensidad de su situación.