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Actividad industrial inicia IV trimestre con su peor caída en cuatro años
En octubre retrocedió 1.2% mensual y en comparación anual se contrajo 3.3%, que es el mayor tropiezo desde septiembre del pandémico 2020; manufactura prende focos amarillos por caída mensual generalizada.
La actividad industrial en México comenzó con el pie izquierdo el último cuarto del 2024 al registrar en octubre una caída mensual de 1.2% y un descenso interanual de 3.3%, que es el segundo al hilo y el más pronunciado desde la caída de 4.4% que vivió en septiembre del pandémico 2020, mostraron cifras publicadas este jueves por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
De acuerdo con el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) del Inegi, el tropiezo mensual se explicó mayormente por una retracción prácticamente generalizada al interior del componente de manufactura, que es el de mayor peso del indicador.
En lo general este subíndice cayó 1.9%, reflejando retrocesos en 19 de las 21 ramas que lo componen. Estos fluctuaron entre el -0.4% de caída del renglón de manufacturas de cuero y piel, hasta el desplome de 5.3% en el rubro de productos derivados del petróleo.
Otras caídas significativas fueron las observadas en los rubros de fabricación de equipo de transporte (-4.3%), productos metálicos (-3.5%), insumos textiles y acabado (-3.4%), prendas de vestir (-2.8%) y maquinaria y equipo (-2.4 por ciento).
En comparación interanual, la manufactura cayó 1.2%, con descensos en 16 de sus 21 ramas.
Al mirar a otras ramas de la actividad industrial, entre octubre y septiembre también se observó una caída de 1.9% en la minería y avances de 0.4% en los servicios de electricidad, gas y agua y de 0.5% en la construcción.
Al interior de este último ramo -el segundo en importancia al interior del IMAI- llamó la atención la caída de 1.6% en el subíndice de obras de ingeniería civil, que hiló cuatro meses con caídas mensuales.
Lo anterior, en medio de la desaceleración en los trabajos de obras públicas que fueron de gran volumen el año pasado, como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Esta caída ha sido compensada en parte por la actividad en el rubro de edificación -donde predomina la inversión privada-, que en octubre creció 1 por ciento.
Desaceleración
El revés de octubre acentuó la desaceleración de la actividad industrial en la medición acumulada. Hasta ese mes, se observa un crecimiento de apenas 0.7% interanual, cuando durante los primeros 10 meses del 2023 el indicador crecía a un ritmo de 3.7 por ciento.
La mayor pérdida de terreno se observa en la minería, que en este lapso se ha contraído 4.2% frente a un crecimiento de 0.9% del período previo.
La actividad de la construcción muestra una marcada desaceleración con un crecimiento que pasó de 14.7% a 4.6%, al igual que la manufactura, que bajó su ritmo de avance de 1.8% a 0.4 por ciento.
Poniendo nuevamente la lupa en la manufactura, destaca el desplome de los sectores textil-confección, así como el del calzado y marroquinería, que hasta la fecha no han podido recuperar sus niveles prepandémicos, en medio de la recia competencia con los productos asiáticos.
Los números son rotundos: la fabricación de productos de cuero y piel muestra un derrumbe de 14.4%, la de prendas de vestir, 8.9%; la de insumos textiles y acabados, 6.7%; y la de otras prendas, 6 por ciento. El top cinco de ramas más golpeadas en el año lo completa la industria de productos de madera, que ha caído 5.9 por ciento.
Mala señal para el PIB
Cabe recordar que, al tercer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de México acumula un crecimiento de 1.8%, la mitad frente al 3.6% de expansión que tuvo al mismo corte del 2023.
El debilitamiento más marcado a nivel sectorial ha sido el de las actividades primarias (sector agropecuario), que pasaron de crecer 0.4% a caer 1.6 por ciento.
Le siguieron las actividades secundarias (industriales), pues su crecimiento se redujo en más de la mitad, al pasar de 3.4% a 1%, mientras que el sector servicios ha sido relativamente más resiliente con un crecimiento que bajó de 3.8% a 2.4 por ciento.
En el margen el PIB sorprendió y recuperó vigor durante el tercer cuarto del año, pues creció 1.1% trimestral, es decir, más que duplicó el alza respecto del segundo trimestre, cuando se expandió 0.4 por ciento.
No obstante, para el último cuarto del año el consenso de analistas espera un nuevo debilitamiento de la actividad económica.
Esto queda patente al observar la mediana del pronóstico de crecimiento del PIB para el 2024 completo, que en el último sondeo levantado por el Banco de México entre especialistas en economía del sector privado (noviembre) marcaba un dato de 1.55%, es decir casi 25 puntos básicos inferior al crecimiento efectivamente observado hasta el tercer trimestre.
La estimación es, también, más de un punto porcentual menor al crecimiento de 2.37% que proyectaban los encuestados a inicios del 2024.