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A mayor desafío, mayor cooperación

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Es imposible negar que tuvimos un arranque de 2025 bastante agitado, con algunas sorpresas y también con situaciones que se veían venir. Durante el mes de enero tuve la oportunidad de participar en varios foros y eventos empresariales organizados, principalmente, por asociaciones sectoriales, como suele ocurrir al comienzo del año.
En estas reuniones los participantes compartieron una variedad de opiniones y puntos de vista respecto a temas globales coyunturales, donde la proyección de escenarios es múltiple y de rango muy amplio, aunque en todas las reuniones percibí un sentimiento compartido de angustia respecto a qué podemos hacer para enfrentar las dificultades que se avecinan en términos económicos y sociales. Ante esta inquietud reflexiono sobre un elemento que considero ha sido clave para la continuidad de la humanidad: la colectividad. Sí, el contraste del individuo vs. la colectividad, del yo vs. todos, es un factor determinante para el éxito de todo proyecto.
En artículos anteriores he mencionado la relevancia de la cooperación en todo tipo de ámbitos y sectores; sin embargo, traigo este concepto nuevamente a colación dadas las circunstancias particulares que enfrentamos para impulsar el desarrollo político, económico y social no solo en México, sino del mundo.
En los últimos tiempos hemos sido testigos de desastres naturales que han sacado a relucir la potencia del trabajo conjunto y de la cooperación, como fue el caso de la lamentable situación que dejó el paso del huracán Otis en Acapulco, Guerrero, seguido por la tormenta John, que afectó a más estados del país. Otros fenómenos meteorológicos similares han ocurrido en el planeta, como el DANA en Valencia, España, o los fuertes vientos que avivaron los incendios en California, Estados Unidos. Ante esas situaciones, la sociedad ha demostrado una y otra vez la fuerza de la colaboración, dejando en claro lo que significa la acción y el efecto de colaborar y coordinarnos como ciudadanía, iniciativa privada o gobierno, ante cualquier contrariedad, en cualquier ámbito y sector.
¿Y qué se requiere para fortalecer la cooperación? Compromiso, liderazgo y propósito. Porque cuando un equipo coopera y se coordina es porque hay confianza, hay talento y un objetivo que mueve al líder y al equipo más allá de lo inmediato. Uno de los elementos clave para colaborar es la comunicación, la cual también se ha ido transformando debido a los avances tecnológicos y abre un área de oportunidad para la colaboración, si la sabemos aprovechar.
Hoy la información es más ágil porque se disemina rápidamente a través de las redes sociales, pero también puede falsificarse y tornarse extrema, cargada de un sinfín de ideologías, atacando incluso la libertad de expresión y la tolerancia, con lo cual la colaboración se vuelve más compleja. Frente a esta debilidad es donde observo la oportunidad para sumar esfuerzos y me pregunto, ¿qué nos diferencia de las máquinas y nos identifica como humanos? La empatía, la curiosidad, la amabilidad con los otros y sobre todo, nuestro buen corazón; los sentimientos positivos que como humanidad podemos generar para mejorar nuestro entorno, que son tan poderosos que se convierten en acción. Todo lo demás será sustituido por la inteligencia artificial.
Con escenarios inciertos en puerta, nuevos gobiernos, retrocesos sociales y económicos, es momento de trabajar de manera responsable y por convicción para lograr objetivos comunes, contribuyendo en equipo y sumando el talento y compromiso de todos los integrantes, en nuestros diversos grupos. Por ello es vital volver a lo básico como humanidad, fomentar la cercanía e interacción humana, acercándonos a la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los clientes, proveedores y todas aquellas personas con quienes exista la posibilidad de colaborar para crear.
De aquí en adelante, es inminente integrar cadenas colaborativas desde nuestros círculos más cercanos de convivencia, como la familia y los amigos, hasta los ámbitos de negocios, equipos de trabajo, clientes y proveedores, porque son nuestros compañeros, socios y colegas, quienes nos pueden ayudar a fortalecer la confianza en los equipos y a reafirmar nuestros propósitos. Todos queremos lo mejor para nuestro círculo cercano y la única forma de lograrlo es a través de la cooperación. ¡Cerremos filas!