“El dinero de la FIFA debe ser público”

A Jérôme Champagne lo califican de reformista. Es para muchos quien tiene las propuestas más arriesgadas para gobernar la FIFA. El candidato francés dice que el futbol no puede estar bajo el control de los 20 equipos más poderosos del mundo. En sus términos, reflexiona que lo peor que le puede pasar al deporte más popular es la NBAización, es decir, estar bajo control de unos cuantos campeonatos, el monopolio pues.

No es un improvisado. Para ser presidente de la FIFA, hay que saber de ideas, finanzas y mucha política, y de eso él tiene basta experiencia por sus puestos de diplomacia en el gobierno francés y posteriormente, en la propia FIFA, donde desempeñó distintos cargos por más de 10 años. Allí conoció la realidad de sitios en conflicto como Palestina e Israel, viajó a África y supo del poder e influencia que pueden generar los clubes más importantes de Europa, quienes desde su percepción, intentan controlar el futbol mundial.

Champagne es partidario de una repartición del dinero más equitativa en el futbol. Hay más de 100 federaciones que trabajan con menos de 2 millones de dólares al año y así tienen que competir con las grandes potencias. Reducir la desigualdad es uno de sus proyectos.

El candidato reformista platicó con El Economista sobre la corrupción del organismo, los monopolios, la distribución de la riqueza, de cómo regresarle la esperanza al futbol y de la importancia política que debe tener México en la nueva FIFA, que está por formarse.

Su lema de campaña es esperanza para el futbol ... ¿se ha perdido esperanza en el futbol mundial?

El futbol nos genera muchas alegrías, pero también mucha angustia y problemas últimamente. La globalización colocó al futbol como el deporte número uno, pero también nos trajo las desigualdades. Por ejemplo, hoy hay más dinero en el futbol sudamericano que hace 20 años, pero la disparidad con Europa creció. Brasil exporta al año 1,000 jugadores, vaciando la liga, y de esta manera disminuye el talento de la competencia y eso trae consigo menos espectadores, menos dinero, menos televisión. El futbol se está tornando en un monopolio, una centralidad alrededor de los grandes clubes de Europa occidental.

Mi eslogan es esperanza para el futbol (...), hace 25 años cayó el muro de Berlín y antes era posible que un equipo de Europa del Este, como un yugoslavo o incluso Ajax, fueran campeones de Europa, pero se perdió también la esperanza en la ligas locales. En Grecia, el Olympiakos ganó 17 de los 19 últimos títulos; en mi país, en Francia, el PSG tiene 24 puntos de ventaja después de 23 jornadas.

Con el crecimiento de las desigualdades, los equipos pierden la esperanza de ganar. Mi promesa es igualar el futbol en el siglo XXI globalizado.

¿Hasta qué punto la mala distribución de la riqueza ha afectado al futbol mundial?

Hoy tenemos que los 20 equipos más ricos de Europa occidental tienen recursos de 6,800 millones de euros y al mismo tiempo tenemos a más de la mitad de las 209 federaciones de la FIFA que sobreviven con menos de 2 millones. Hay que encontrar soluciones. La liga inglesa (Premier League) recauda 40 millones de dólares del mercado televisivo de la India y ¿cuándo la liga inglesa reinvierte en el futbol local? Estamos en un sistema neocolonial de explotación de las diferentes riquezas en el futbol. La FIFA tiene que reconocer estos desequilibrios, que afectan y reducen la incertidumbre del resultado deportivo.

Una de sus promesas de campaña es tener un gran acuerdo con los grandes clubes, quienes controlan el negocio del futbol, ¿cómo piensa lograrlo?

No podemos aceptar el chantaje permanente, no podemos aceptar la NBAización del futbol. El baloncesto es un deporte concentrado en un país, en una liga (Estados Unidos) donde la competencia de clubes tiene mucho más relevancia que las de selecciones nacionales. Cada año, desde 1998, la UEFA trata de enviar a alguien para controlar la FIFA. Atrás de las sonrisas y los abrazos, vemos la tentativa de los más ricos, que quieren controlar el gobierno mundial, ese es el tema central de esta elección.

¿Vamos a tener una FIFA al servicio de todos o una FIFA sometida al control de 15 o 20 clubes?

Ningún presidente de la FIFA ha publicado en su historia su salario, ¿por qué para usted es importante que se conozca?

Considero a la FIFA como el gobierno de un país que se llama futbol mundial. El dinero de la FIFA es un tipo de dinero público, como en una nación el dinero recaudado por los impuestos. Si se conoce el salario del presidente (Barack) Obama, el salario el presidente francés, no veo por qué no decir el del presidente de la FIFA. No se sabe el salario del presidente de la UEFA, por ejemplo, y creo que se deben conocer todos los salarios de los puestos administrativos. El sueldo de la FIFA, si yo soy electo, será definido por el Comité de Compensaciones y el Comité Ético, es un dinero público que tenemos que explicar.

¿En qué momento la FIFA se hizo corrupta?

Las confederaciones no son miembros de la FIFA, son independientes y después está la administración. Cuando se habla de los problemas actuales hay que señalar que estos están ligados a dos confederaciones, que es la Concacaf y la Conmebol, claro que recae en la responsabilidad de la FIFA, pero hay que saber que el presidente de una confederación es miembro de la FIFA, porque es el enviado de la representación de la confederación, no porque propiamente esté dentro de la misma.

¿Qué tan importante es México en el negocio del futbol mundial?

México tiene que tomar una posición de liderazgo en el futbol mundial para evitar una FIFA sometida a algún continente. Lo digo porque a largo plazo una FIFA controlada por la UEFA sería una FIFA que no serviría al futbol y sería como en el resto del mundo. El mundo de hoy no puede ser unipolar y eso es lo mismo en el futbol.

Conozco la importancia de la comunidad hispánica en Estados Unidos y cómo juega en el desarrollo del futbol. México tiene fuerza en sus clubes, puede y debe jugar un papel político más fuerte dentro de la FIFA.

¿Qué afecta más a las finanzas de la FIFA, la crisis financiera global o la imagen de corrupción?

Para muchas personas, la FIFA es culpable de todo. Entre la crisis económica y de credibilidad hay un riesgo económico muy fuerte, eso es innegable y tiene que trabajar en ambos temas. La FIFA necesita estabilidad, tranquilidad y un liderazgo ajeno a los entes privados, de los clubes u organizaciones. Hay un riesgo, pero hay que trabajar.

Infantino busca el voto africano

Gianni Infantino, candidato italo-suizo a la presidencia de la Federación Internacional de Futbol (FIFA), indicó que esperaba conseguir la mayoría de votos del continente africano, en el marco de una reunión con su rival sudafricano Tokyo Sexwale en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

Me siento muy confiado en lo concerniente a mis apoyos en África. Pienso que tendré una mayoría de votos africanos , declaró Gianni Infantino, durante un desplazamiento a Ciudad del Cabo, invitado por el también candidato Tokyo Sexwale.

La Confederación Africana de Futbol (CAF) indicó, sin embargo, a principios de febrero, que apoyaría la candidatura del jeque Salman Bin Ebrahim Al Khalifa.

Creo que la FIFA necesita una elección democrática con un proceso transparente , añadió Infantino, precisando que había visitado numerosos países africanos en el transcurso de su campaña.

No me gustan los acuerdos cerrados de puertas adentro, no tengo nada que esconder al venir aquí , prosiguió, tras visitar Robben Island, la isla-prisión en la que Sexwale pasó 13 años de cautiverio durante el apartheid, junto a Nelson Mandela.

Sólo Infantino respondió a la invitación de Tokyo Sexwale, que también cursó invitación a los otros tres candidatos a la elección: el jeque Salman, el príncipe jordano Ali y el francés Jérôme Champagne, antiguo secretario general adjunto de la FIFA. Las 209 federaciones del mundo están llamadas a votar el viernes. África, con 54 miembros, dispone del mayor número de voces, por delante de la UEFA (53, ya que Gibraltar no está reconocido por la FIFA), Asia (46), Concacaf (América del Norte, Central y Caribe, 35 voces), Oceanía (11), y Sudamérica (10). (Con información de AFP)

ivan.perez@eleconomista.mx