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Capital Humano

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Reducción de la jornada laboral a debate: ¿Qué dudas deben despejar las mesas de trabajo?

Especialistas en derecho laboral consideran que los foros de diálogo son importantes para elaborar un proyecto que permita una transición gradual y adaptada a las realidades de cada industria y tipo de trabajo.

La presidenta Claudia Sheinbaum dijo que en acuerdo con empleadores se alcanzará paulatinamente la semana de 40 horas

Es cuestión de tiempo para que inicien foros de discusión para construir un proyecto de transición.FOTO: Shutterstock

Es cuestión de tiempo para que inicien las mesas de trabajo para analizar la reducción de la jornada laboral. Estos foros serán un espacio para analizar las rutas de implementación de la mano del sector empresarial, representes de trabajadores y especialistas. 

Antes de finalizar el 2024, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que este año la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) convocará a mesas de diálogo. Si bien la autoridad no ha comunicado nada de manera oficial, recientemente el titular de la dependencia, Marath Bolaños reiteró que se avanzará “de manera paulatina hacia la reducción de la jornada laboral en diálogo con las empresas y con los sindicatos” durante su participación en la asamblea de la CTM.

Mientras tanto, desde el Poder Legislativo ya comienzan a oficializarse espacios de diálogo, el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados comenzará una serie de mesas de trabajo a partir del lunes 3 de marzo de Toluca, Estado de México. Se prevén cerca de nueve foros en diversas ciudades del país.

A decir de especialistas, estas mesas de diálogo son importantes para construir un proyecto con una implementación gradual y adaptado a las realidades de cada industria.

“Es fundamental que haya este tipo de foros para escuchar todas las voces, no sólo desde un enfoque tripartito, sino de escuchar a todas las voces dentro de la iniciativa privada, no sólo a las grandes empresas, sino a la mipymes y entender las preocupaciones de cada uno de los sectores”, apunta Mayeli Cabral, socia del área Laboral de Chevez Ruíz Zamarripa.

Para la especialista, no hay un escenario en el que se frene la reducción de la jornada laboral luego de que se realicen estos foros, es probable que después de estos ejercicios la reforma constitucional tenga un mayor impulso. “Creo que es una deuda histórica que también se tiene, si bien hemos avanzado con la reivindicación de los derechos de los trabajadores, este es uno en particular que se ha dejado a un lado y ya no es posible postergarlo más”.

En eso coincide Rafael Vallejo, socio de Von Wobeser y Sierra, en el sector empresarial ya se entendió que la reducción de la jornada de trabajo “es una tendencia que no se podrá detener mucho tiempo”. Y si a través de las mesas de diálogo se logra dar certidumbre y un espacio adecuado para la implementación, acercará la reforma a un escenario más real.

“Las mesas de diálogo deben incluir a la mayoría de los sectores involucrados. Y no sólo incluir a las grandes confederaciones de patrones y trabajadores, también tienen un peso importante las pequeñas y medianas empresas porque también les impacta”, subraya.

La Cámara de Diputados suma seis proyectos de reforma constitucional que buscan reconocer dos días de descanso por cada cinco de trabajo, un cambio que implica una reducción de 48 a 40 horas en el límite por semana.

Si bien la gradualidad ha sido uno de los grandes cambios en estas últimas propuestas. Los especialistas coinciden en que la implementación paulatina es sólo uno de los aspectos que deben considerarse.

Mayeli Cabral considera que uno de los aspectos que debe abordarse en estos foros, es la flexibilidad de la norma por industria y tipo de actividad, aunque es complicado de aterrizar, se podría encontrar una propuesta para adecuar el cambio a las necesidades de cada sector.

“La gradualidad es fundamental para que las empresas se preparen para lo que viene. En un país tan grande es difícil aplicar diferencias, pero en Chile sí hubo aplicación diferenciada por tipo de trabajo o industria, tal vez la manufactura, la minería o el campo puedan tener distintas evaluaciones en horarios, dependiendo de las necesidades de la industria”, dice.

Por su parte, Rafael Vallejo considera que las mesas de trabajo deben resolver la implementación de fondo. “La manera en la que fue presenta es una reducción de jornada derivada del aumento de un día de descanso, en sí no es una reducción de jornada como tal. Pero si ya hay disposición para debatir la gradualidad, podría analizarse la reducción paulatina por hora, pero sin aumentar propiamente un día de descanso, porque un día de descanso tiene otra connotación”.

Además, la gradualidad podría analizarse como una entrada en vigor diferida por tamaño de empresa e industria, agrega el especialista.

Los abogados laboralistas también coinciden en que las empresas deben preparase desde ahora para el cambio, ya que son más las probabilidades de que la reducción de la jornada laboral avance y será cuestión de tiempo para que México cuente con un proyecto.

¿Qué se ha planteado hasta ahora?

Las nuevas propuestas para la reducción de la jornada laboral han incluido, adicional a la protección al salario, esquemas de transición gradual. Esto es lo que se ha plateado:

  • Entrada en vigor en 365 días naturales y un plazo adicional de seis meses para que el Congreso de la Unión armonice las legislaciones secundarias.
  • Implementación con plazos diferenciados por tamaño de empresas, tres años y medio para micronegocios, dos años para centros de trabajo pequeños, año y medio para empresas medianas y seis meses para grandes compañías.
  • Creación de programa piloto de un año coordinado por las Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y Economía (SE), para recabar información y evaluar la productividad, y posteriormente otorgar a la autoridad laboral 180 días para convocar a mesas de trabajo con el objetivo de definir una transición gradual.
  • Implementación escalonada con un año de plazo para realizar adecuaciones organizacionales. En el primer año de vigencia, las personas trabajarán media jornada en su sexto día de labores, para el segundo año, disfrutarán plenamente de dos días de descanso por cada cinco de actividades.

Otro cambio importante en las últimas iniciativas presentadas es que una buena parte de los proyectos incluyen en la disminución del tiempo de trabajo a los empleados del sector público, una fuerza laboral que no estaba contemplada en el dictamen aprobado en 2023 en la Cámara Baja, la propuesta que abrió el debate en torno al tema.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano y coconductor del podcast Coffee Break.

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