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Capital Humano

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El Plan México: Una buena noticia

En medio de la incertidumbre que genera la llegada de Donald Trump, Claudia Sheinbaum pareciera mandar el mensaje que México estará listo y que tendrá un plan bien establecido para atajar cualquier curva que pretenda lanzar el gobierno trumpista.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum presentó el Plan México en el Museo de Antropología.

El Plan México tiene muchos puntos destacables en materia de trabajo.FOTO: Cortesía / Presidencia

Los últimos días se han visto inundados por información relacionada al regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. No es para menos. Se ha dicho mucho que el mundo está por cambiar y, en efecto, empieza a cambiar a gran velocidad. 

Entre la política migratoria, los riesgos económicos en materia de aranceles, el ánimo expansionista y temas que se suman día con día, pareciera que los ojos del mundo y, particularmente los de nuestro país, deben estar puestos en la manera de sobrellevar exitosamente la relación comercial más importante que tenemos.

Seguramente así será por varios meses y, si la tendencia se mantiene, nuestro país deberá aprender a navegar en un estado de alerta permanente, presentando estrategias y soluciones al tsunami de disrupción que representa Trump.

Sin embargo, en medio de todas las situaciones anteriores, el gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum ha presentado con bombo y platillo lo que me parece su primera gran acción de gobierno: el Plan México. Una serie de compromisos, medibles y cuantificables, que buscan poner a nuestro país en el lugar de relevancia en el que está llamado a participar, dada su ubicación geográfica, importancia económica y necesidad por construir un verdadero Estado de bienestar.

El mensaje pareciera ser muy claro: México tiene que crecer económicamente. En esta ocasión, ya no habrá más fondos de los cuales echar mano, inclusive para mantener la política social de la llamada Cuarta Transformación. Si hay alguna posibilidad de mantener esa política y de alcanzar las condiciones anteriores, es necesariamente a través del crecimiento económico.

El Plan México presenta muchos puntos destacables y verdaderamente ambiciosos, en el mejor de los sentidos. Pudiéramos comentar sobre el objetivo de contar con 150,000 nuevos profesionistas y técnicos en forma anual, de los objetivos de sostenibilidad ambiental, de la necesidad de generar 1.5 millones de empleos en manufactura o incluso de la meta de colocar a nuestro país como uno de los cinco más visitados del mundo; entre muchos otros que merecen la pena. Sin embargo, en lo personal me quiero enfocar en lo expuesto por la Dra. Sheinbaum, en cuanto al impulso a las pequeñas y medianas empresas.

Y es que, con frecuencia en esta columna hemos recordado sobre los enormes retos que representa ser empleador en nuestro país. Hemos dado cuenta sobre la enorme carga social, laboral, fiscal y, ni se diga el poco apoyo que históricamente se ha otorgado al emprendimiento. Todo lo anterior, sumado a la inmensa burocracia que consume tiempo excesivo de las y los emprendedores, desde el momento mismo de iniciar sus negocios. En resumen y recordando palabras expresadas aquí con relativa frecuencia, emprender en México ha sido un deporte de alto riesgo, reservado para aquellos que cuentan con voluntad y resiliencia verdaderamente destacables.

Por esto y por muchas otras razones, escuchar a la presidenta de la República expresar la necesidad de financiar a las pymes a través de la banca de desarrollo y de la banca comercial, siendo México uno de los países con menos financiamiento para este tipo de empresas; por supuesto que debe calificarse como una gran noticia. Máxime, cuando pretende acompañarse de la Ley Nacional de Digitalización y Simplificación de Trámites, así como de un Fondo para Banca de Desarrollo que esté exclusivamente destinado a quienes representan a la inmensa mayoría de empleadores en nuestro país.

Tanto la burocracia como la falta de financiamiento son, categóricamente, dos de las grandes razones por las cuales los pequeños negocios no logran prosperar. Si bien estos compromisos ya habían sido anunciados preliminarmente por el equipo del secretario Ebrard en su momento, escucharlo de la presidenta de México debe animar la inversión y el emprendimiento. Hay, en efecto, un mensaje cierto de inclusión financiera.

Si a las situaciones anteriores sumamos el Decreto de Relocalización y la Ventanilla Digital Nacional de Inversión, también anunciados durante la presentación del Plan México; podemos afirmar que la versión científica y estadista de la Dra. Sheinbaum ha hecho su aparición en el momento preciso.

En medio de la incertidumbre que genera la llegada de Trump, nuestra presidenta pareciera mandar el mensaje que México estará listo y que México tendrá un plan bien establecido para atajar cualquier curva que pretenda lanzar el gobierno trumpista. Claro está que pudiera no ser suficiente en algunos sentidos, pero al menos manda una señal de certidumbre y orden cuando más se necesita.

Es cierto que el Plan México es ambicioso y que habrá que ver cuántos de esos objetivos terminan por verdaderamente cumplirse. Está claro también que situaciones como la reforma judicial y la desaparición de órganos constitucionales autónomos, no abonan en lo absoluto a las señales de certidumbre que se pretenden enviar desde el Plan México.

Retos como la informalidad tampoco parecen ser seriamente abordados en esta serie de compromisos. Si en algo tenemos que trabajar urgentemente, es precisamente en hacer atractiva la formalidad, generando los incentivos correspondientes. Y eso pasa también por una reforma fiscal.

No obstante, con los retos e inconvenientes externos e internos de las últimas semanas y los últimos meses, el Plan México es una gran noticia. La mejor del gobierno actual hasta ahora. Presenta a nuestra presidenta en la versión que muchos queremos ver. La versión técnica, estadista y científica que puede hacerle tanto bien a nuestro país. Hay metas y compromisos; cosa que hace muy buen rato no veíamos.

¡Enhorabuena!

Socio Director y fundador de Ferran Martínez Abogados, especializado en consultoría laboral, reestructuras laborales, cumplimiento normativo, litigio, terminaciones de alto riesgo, negociaciones colectivas y elaboración de planes de incentivos para ejecutivos de alto nivel. Es coordinador de la Comisión de Derecho Laboral del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México y presidente de la Comisión Nacional de Compliance. Profesor invitado en diversas universidades y capacitador de la reforma laboral para los Poderes Judiciales del Estados de México, Campeche, Morelos, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Baja California, entre otros.

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