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Jóvenes en el trabajo: Un motor de cambio con muchas carencias
Los jóvenes han impulsado nuevas formas de ver el trabajo y han influido en un cambio de expectativas en todo el talento, pese a ello, son una de las poblaciones más vulnerables en el mercado laboral y el trabajo digno para muchos no está asegurado.

Pese a los cambios que han impulsado en el mercado laboral, los jóvenes son una población vulnerable en condiciones de trabajo, el primer empleo se caracteriza por altas tasas de informalidad.
Los jóvenes han empujado cambios en el mundo del trabajo, su incorporación al empleo ha traído una nueva manera de ver las relaciones laborales, priorizando la flexibilidad, la conciliación vida-trabajo y un replanteamiento del desarrollo de carrera.
El 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud, fecha que se conmemora desde 1999 y es un motivo para reflexionar sobre los avances y desafíos del empleo juvenil.
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De acuerdo con Manpower, la generación Z está transformando las reglas del juego en el mundo laboral. El 88% de los jóvenes reconoce que la pandemia generó una recalibración en sus expectativas en el trabajo, son los trabajadores que más cambios desean luego de la emergencia sanitaria.
Alejandro Ureña, cofundador de Evolutive, destaca que “antes el trabajo era pensado de una forma estricta, a largo plazo y con una visibilidad de sostener una familia. Muchos jóvenes buscan su propia estabilidad y le han dado más vida a esta perspectiva de ser más libre. El tema de la lealtad a las empresas se ha transformado y nos estamos adaptando”.
En ese sentido, las nuevas generaciones ven el trabajo desde una perspectiva de proyecto y no como una carrera lineal, están dos o tres años en una empresa y aprenden lo necesario para buscar nuevos retos, explica.
“Hay una tendencia muy fuerte porque las nuevas generaciones exigen flexibilidad o la semana de cuatro días, se está estructurando un formato de trabajo donde el joven puede meter más de sus intereses”, afirma el especialista.
Ese deseo por flexibilidad que caracterizaba sólo a los jóvenes ya es un anhelo general. El último Estudio de Remuneración México, de PageGroup, evidencia que el 85% de las personas prioriza las ofertas laborales que ofrecen trabajo flexible.
Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, señala que las nuevas generaciones continuamente aportan al mundo laboral cambios positivos porque están a la vanguardia de la innovación y las tendencias.
“Los jóvenes no son mano de obra barata que se puede aprovechar, al contrario, son trabajadores que aportan creatividad, innovación, resiliencia y dinamismo. Tenemos que buscar cómo el mundo de trabajo se puede adaptar a las necesidades de ellos”, refiere.
La actitud de cambio en el mundo laboral ha alcanzado al resto de las generaciones. El 93% de los trabajadores millennials, de la generación X y baby boomers reconoce que sus prioridades en el trabajo han sido influenciadas por compañeros centennials.
Para Esteban Álvarez es necesario detectar un punto medio donde las realidades y las necesidades del mercado se adecúen a las habilidades y pensamientos que tiene este sector de la población para que puedan tener una sinergia adecuada a los cambios.
Pero la paradoja entre las transformaciones impulsadas por los jóvenes y su situación en el mercado de trabajo empieza por el primer empleo. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados de la UVM, la experiencia es el principal obstáculo que enfrentan para insertarse en el mundo laboral.
Alex Ureña resalta que parte de esa estadística tiene que ver con un sistema educativo que no se ha adaptado a la misma velocidad que el entorno laboral: “No se están utilizando las herramientas que se van a necesitar en el futuro y eso es gravísimo. Vamos a tener que dedicarle más tiempo a capacitar o hacer onboarding y no esperar que los jóvenes estén totalmente listos”.
¿Y el trabajo digno, para cuándo?
Y la paradoja es aún mayor en el panorama general. Si bien los jóvenes han contribuido a mejoras, es una de las poblaciones más vulnerables en el mundo del trabajo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), los trabajadores menores de 24 años tienen una tasa de informalidad de 67%, más de 10 puntos porcentuales superior al promedio general.
En ese tenor, Esteban Álvarez señala que en México se tiene poco más de 30 millones de jóvenes y más de la mitad no tienen acceso al trabajo digno: “De estos 15 millones vemos que la mayoría, 7.6 millones, están en trabajos precarios, sin salario suficiente y sin seguridad social”.
La ENOE también evidencia las condiciones laborales adversas para los jóvenes, el 42% de los trabajadores de entre 20 y 29 años gana hasta un salario mínimo (8,475 pesos al mes), un 31% no cuenta con prestaciones y casi una cuarta parte tiene jornadas de trabajo superiores a la Ley.



