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Capital Humano

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Asignar funciones que no estaban en la vacante: ¿Qué dice sobre la ética de las empresas?

No sólo no es una práctica ética, puede dañar a una organización en un entorno en el que los candidatos valoran más las transparencia en las ofertas de trabajo y la cultura organizacional.

Foto: Shutterstock

No sólo no es una práctica ética, puede dañar a una organización en un entorno en el que los candidatos valoran más las transparencia en las ofertas de trabajo y la cultura organizacional.Foto: Shutterstock

Eduardo de la Rosa

Al entrar a una nueva empresa no siempre se les explica a los colaboradores todas las tareas que llevarán a cabo, y pueden terminar realizando labores adicionales a las planteadas en la vacante o entrevista de trabajo, situación que resalta una falta de ética

Cuando un candidato muestra interés en una vacante, tiene normalmente cierta expectativa sobre la empresa; sin embargo, esta falta de claridad en la información en el ingreso puede generar desilusión e incluso rechazo a la compañía.

El informe Las cinco fuerzas del cambio organizacional en México 2024, elaborado por Thrust en colaboración con el Tec de Monterrey, apunta que la mayoría de los colaboradores tienen una expectativa positiva de la cultura de las organizaciones a las que llegan.

Sin embargo, destaca que el 64% de las personas mostró desilusión cuando entraron a laborar a una nueva empresa y solo el 10% manifiesta haber tenido experiencias positivas al ingresar a la compañía.

Uno de esos motivos de desilusión, puede ser la falta de claridad en la información, eso incluye la asignación de tareas que no estaban contempladas en la vacante o la contratación, un fenómeno multifactorial. 

Especialistas en la materia, coinciden en que imponer tareas no acordadas con los trabajadores, no es una práctica ética en gestión de talento. 

En ese sentido, Fernando Sentíes, director de AMITAI, explica que, en empresas pequeñas, donde la rotación del personal es más frecuente, es normal que los trabajadores realicen funciones extra, aunque sea de manera temporal para cubrir las vacantes que faltan.

“También, en tiempos de recortes, es normal que otras personas tomen más funciones, e incluso, para rescatar sus puestos. Lo que no es ético, es cuando una organización lo hace solo para ahorrar dinero. Y, además, puede ser no solo no ético, sino peligroso, porque muchas veces llevas a una persona a su nivel de incapacidad y empiezan los malos desempeños”, resalta.

Agrega que, en sí, realizar varias funciones no está mal e incluso tiende a ser bueno para el colaborador, "va a ser una tendencia hacia el futuro, la gente no se va a poder dedicar a una sola cosa. Pero, hay que cuidar bien las razones de por qué está sucediendo, el tipo de empresas y el tamaño. Todo debe de ser tomado en consideración, para saber qué tan ético es".

Mientras que, Hermes Cruz, director de Recursos Humanos de 4U TALENT Monterrey Chapter, asegura que realizar métodos de esa naturaleza no es ético si el reclutador sabe que está contratando a una persona bajo ciertas condiciones, pero que lo expondrán a que haga más actividades.

“Este tipo de práctica lo único que genera es inconformidad en la gente, rotación, la marca como empresa tarde o temprano va a ser afectada, porque la gente va a saber que en ese tipo de empresas te contratan bajo un esquema y a la mera hora te ponen a hacer otras actividades”, advierte.

Según cifras de Computrabajo, el 60% de los candidatos valora más en un reclutador la transparencia y la honestidad, por lo que es necesario definir con claridad las responsabilidades y competencias requeridas.

“Un proceso de selección demasiado largo o mal organizado puede generar una mala experiencia para el candidato, lo que puede afectar su percepción de la empresa desde el principio”, asevera.

De acuerdo con genoma work, los candidatos abandonan los procesos de selección de las empresas por descripciones de trabajo engañosas.

“Esto descoloca a los candidatos, ya que la oferta describe un empleo, pero en la entrevista se le ofrece una opción que no cumple sus expectativas. Una oferta de empleo debe reflejar la cultura, visión de la empresa y enumerar requisitos, rasgos de personalidad y contar detalles del ambiente general”, destaca.

Desventajas de contratar personal e imponer más carga

Hermes Cruz, señala que entre las desventajas de contratar a una persona que se le agreguen más cosas, puede generar baja productividad, ya que, al sobrecargar las posiciones, se corre el riesgo de generar burnout a la persona.

“Va a ocasionar estrés en los equipos, estrés emocional para la gente, lo que va a llevar a tener muy baja productividad, la gente va a estar inconforme y va a estar pensando en el momento en que se tenga que ir.

En tanto, Fernando Sentíes, señala que cuando existen recortes en empresas grandes, normalmente se deja en manos de los directores de las áreas y de recursos humanos, hacerlo de una manera estratégica, “no puede hacerse sin saber quién va a realizar las demás funciones, y que estén realmente capacitados para hacerlo”.

“Es importante asegurar que, quien vaya a asumir más funciones, lo haga con los conocimientos necesarios y nunca llevarlo al punto donde haga el trabajo de dos personas por los riesgos que puede tener cada caso”, comenta.

Lo más recomendable

Sentíes recomienda a los trabajadores que se encuentren en la situación de realizar otras tareas, que estén abiertos y receptivos, ya que de acuerdo con el experto es una oportunidad, “el hecho que te pidan eso, quiere decir que están reconociendo tu capacidad de hacer un trabajo, y puede ayudar para conservar su trabajo o ganarse una promoción”.

“Es importante que los empleados siempre estén abiertos a hacer algo más de trabajo u otras funciones pidiendo que se les dé la capacitación necesaria. Para las empresas, es hablarlo con ellos y decirle, ‘te consideras capaz de ayudarnos con esto’, ponerlos esa prueba, capacitarlo si es necesario, y hacer un ajuste en el sueldo, en las prestaciones o algo para reconocer al colaborador”, indica.

Mientras que, Cruz afirma que existen procesos definidos en las compañías que se pueden aplicar para evitar que los colaboradores realicen tareas que no les competen.

“Una, es que la empresa tenga un proceso de evaluación de las posiciones que tiene. Dos, que los gerentes o las personas que tienen gente a cargo tengan la práctica de estar revisando cómo las personas están evolucionando. Y tres, que el empleado levante la mano”, apunta.

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Eduardo de la Rosa

Más de 10 años en medios de información como reportero, cubriendo fuentes de Negocios y ahora de Capital Humano, siempre buscando mejorar y aprender.

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