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Receta de agua de horchata con fresas y la tradición de las aguas frescas en México

Las aguas frescas son parte esencial de la cultura mexicana: bebidas que combinan historia, sabor y frescura. Descubre su tradición y aprende a preparar una deliciosa agua de horchata con fresas en casa.
En México, pocas cosas representan mejor el espíritu popular que un vaso de agua fresca. En mercados, fondas y fiestas familiares, estas bebidas elaboradas con frutas, semillas y hierbas se han convertido en un símbolo de hospitalidad y de identidad.
Las aguas frescas tienen su raíz en la época prehispánica, cuando se preparaban infusiones de flores como el cacao, la jamaica o el cempoalxóchitl. Con la llegada de la caña de azúcar y nuevas frutas tras la colonización, la costumbre se expandió hasta convertirse en una de las tradiciones culinarias más queridas. El nombre “agua fresca” no es casual: son bebidas ligeras, refrescantes, con un balance perfecto entre lo dulce y lo natural.
Todavía, no existe mercado en México sin enormes vitroleros de cristal que exhiben colores vibrantes: el verde del limón con chía, el rojo de la jamaica, el blanco de la horchata, el naranja del mamey. Son parte de la rutina diaria, pero también protagonistas en celebraciones como las fiestas patrias. Para muchos mexicanos, ninguna comida está completa sin una jarra de agua fresca en el centro de la mesa.
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La horchata, reina de las semillas
Entre todas, la horchata ocupa un lugar especial. Su base es el arroz remojado y molido, mezclado con canela, azúcar y leche, que resulta en una bebida cremosa y delicada. Aunque tiene raíces en la tradición hispano-árabe, en México adoptó personalidad propia: se volvió inseparable del taco al pastor, de las garnachas y de las sobremesas familiares.

Ingredientes (para 6 vasos):
1 taza de arroz
1 rama de canela
4 tazas de agua
1 taza de leche evaporada
½ taza de azúcar (ajustar al gusto)
1 taza de fresas frescas, lavadas y sin tallo
1 cucharadita de extracto de vainilla
Hielos al gusto
Procedimiento:
- Lava el arroz y déjalo reposar en dos tazas de agua con la rama de canela durante al menos 4 horas o toda la noche.
- Retira la canela y licúa el arroz con el agua del remojo hasta obtener una mezcla tersa. Cuela para desechar los sólidos.
- En la licuadora, agrega el líquido resultante junto con la leche evaporada, el azúcar, la vainilla y las fresas. Licúa hasta que quede homogéneo.
- Vierte en una jarra con las dos tazas restantes de agua y mezcla bien.
- Sirve en vasos con hielos y, si se desea, decora con rodajas de fresa.



