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Arte e Ideas

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Salas y video clubes buscan sobrevivir

El Taquillómetro es una plataforma que busca registrar estadísticas en salas de cine independientes.

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Al margen de los dos gigantes de la exhibición en México, Cinépolis y Cinemex, existen cerca de 300 salas de cine independientes que buscan sobrevivir apostando por películas, digamos diferentes y no poderosos blockbusters de Hollywood.

Pero las comparaciones entre unos y otros son brutales. En México, al finalizar el 2013, se contabilizaron 5,547 pantallas en 604 complejos. En promedio, cada complejo cuenta con nueve salas.

La zona metropolitana de la ciudad de México, Jalisco y Nuevo León concentran 40 % de las pantallas.

Mientras que las ventanas emergentes del país apenas y llegan a 300 en su afán de crear público y difundir ese cine que, al parecer, al mainstream no le interesa.

Según el Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2014 del Imcine, las salas cinematográficas en México se ubican de manera preponderante en ciudades con más de 100,000 habitantes. Y aunque ya empiezan a establecerse cines de bajo costo en poblaciones más pequeñas, los modelos de exhibición multiplex o multipantalla responden primordialmente a factores demográficos y socioeconómicos.

La empresa Rentrak registra que hay salas en alrededor de 150 municipios del país, apenas 6 % del total, aunque, cabe mencionar, en ellos se concentra 56 % de la población. De acuerdo con el dato anterior, se podría inferir que 44% de la población no tiene acceso a salas de cine.

En el 2013, los estados que incrementaron significativamente su infraestructura en relación con los registros del año anterior son, en orden de crecimiento, Querétaro, Campeche, Tlaxcala.

SALAS INDEPENDIENTES, GRANDES ESFUERZOS PARA POCAS BUTACAS

En el caso de los cines independientes, no es tan sencillo obtener datos duros, pues se trata de esfuerzos individuales o de pequeñas instituciones.

Sin embargo, destacan proyectos como La 68, del cineasta Lorenzo Hagerman; Oaxaca Cine; Cine Tonalá; La Casa del Cine y Cinemanía, entre muchos otros, que hacen viable que se pueda pensar en la existencia de un circuito de exhibición alterno.

Uno de los casos exitosos es el Cine Tonalá, en la colonia Roma, que gracias a su concepto de bar y foro de espectáculos atrae a una gran cantidad de público.

Por ejemplo, en el primer año, más de 60,000 personas fueron a su sala de cine y entre sus ventajas para la industria es que realiza una distribución equitativa del ingreso en taquilla: 50% para el exhibidor .

Otro ejemplo son las salas de cine del Centro Cultural Universitario de la UNAM; la sala José Revueltas (60 butacas), Julio Bracho (161 butacas) y la Carlos Monsivais (54 asientos), son la primera opción para los jóvenes universitarios.

La gran mayoría de estos cineclubs o (salas independientes) tienen alguna filiación y/o dependencia con instituciones educativas, fundaciones culturales, organizaciones de la sociedad civil y grupos sindicales, con variada infraestructura. Actualmente, se puede afirmar que en todas las entidades federativas del país funciona cuando menos un cineclub , detalla el Anuario del Imcine.

Una sala alternativa se convierte en un lugar donde se pueden proyectar películas con pocos recursos de promoción y exhibición y con otros fines que no sólo sean vender boletos.

Se esfuerza en la formación de público y estas pantallas logran conectar con su público, lo que los se convierte en una alternativa de esparcimiento en sitios donde no existen cines.

¿Y LA TAQUILLA DEL CINE INDEPENDIENTE?

En septiembre del año pasado, por iniciativa de La 68 y con el apoyo del Procine (Comité Técnico de Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en el Distrito Federal) se creó la Plataforma Digital Taquillómetro, una aplicación que promete medir el impacto económico de los espacios, tal como lo hace la empresa Rentrak con la industria de la exhibición en México y en varios países.

El proyecto permitiría que construir y contar con una cartelera de los espacios independientes aportaría estadísticas sobre la asistencia a las salas y el número de espectadores a los directores, productores, salas de cine y distribuidoras.

Así, el Taquillómetro planea generar un reporte de taquilla en salas independientes y así destinar un porcentaje de los ingresos a distribuidores y productores.

Sin embargo, por el momento, la aplicación sólo arroja datos de La 68, Oaxaca Cine y el Cine Tonalá y son datos muy escasos.

Taquillómetro busca profesionalizar un esquema de exhibición alternativa para generar en el corto plazo una red que optimice los gastos de control administrativo y de gestión. Es una opción, de manera compartida, para el cine mexicano de bajo presupuesto y el cine , advierten sus creadores.

Aunque pocas, las salas independientes, cine clubes y exhibiciones de cine alternas buscan sobrevivir en México y se han convertido en una opción de oro para el espectador, sin embargo, viven una eterna pelea donde ellos son David y los multiplex, Goliath.

LA CINETECA NACIONAL,?EXITOSA ALTERNATIVA

El caso de la Cineteca Nacional es especial, pues es un recinto muy querido por los cinéfilos desde hace 40 años y gracias a su polémica remodelación ya alcanza el millón de espectadores al año.

Actualmente, cuenta con 10 salas y un aforo de 2,200 butacas sólo en sus instalaciones principales. En su circuito de exhibición en el DF tiene 16 espacios y en los estados cuenta con 154, en 26 entidades. Esto, por supuesto, no es suficiente, el espacio ha sido rebasado y es necesario construir nuevas cinetecas a lo largo del país, para replicar lo que sin duda es un modelo exitoso de exhibición.

EL CINE MEXICANO, SIN ESPACIOS

Una de las principales quejas del cine mexicano es el mal trato o nulo apoyo que los exhibidores le dan a sus películas, puesto que las salas comerciales no consideran este cine como algo redituable.

La discusión es eterna, salas comerciales proyectan películas que les van a dejar dinero porque es su negocio, mientras que los cines independientes y cineclubes buscan el valor artístico.

Por eso, la creación de una red de exhibición alterna es urgente para el cine mexicano, que en el 2013 alcanzó números históricos.

Lo malo es que muchas películas mexicanas quedan enlatadas ante la falta de espacios en la cartelera y la presencia dominante de Hollywood en la cartelera comercial.

Las autoridades ya reconocieron el problema, al publicar al respecto, en el Programa Institucional del Instituto Mexicano de Cinematografía, publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Y es que, de las 100 películas mexicanas estrenadas durante el año pasado, muy pocas aguantaron en cartelera la segunda semana y al interior de la República Mexicana llegaron muy pocas.

Por ello, asegura el Imcine en el documento que debe estimular la salida de los estrenos nacionales y se ha dado a la tarea de localizar los diferentes cineclubes que existen en el país .

Como principales acciones, planean llevar el Programa Cine en tu Comunidad a las zonas del país que adolecen de infraestructura de salas cinematográficas y promover la exhibición del cine nacional en cineclubes y circuitos alternativos.

vgutierrez@eleconomista.com.mx

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