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El cáncer no distingue entre humanos y mascotas, se comporta igual

En América Latina el 50% de los animales de compañía se tienen por costumbre y no con conocimiento, es hora de cambiar la tendencia y poner atención a nuestras mascotas, señala especialista.

Desde hace 30 años para acá la atención a las mascotas ha cambiado mucho, aunque en México estamos caminando, hay países que ya corren y donde los derechos de los animales ya son muy sólidos, por ejemplo en Reino Unido o los países nórdicos. Lamentablemente en América Latina el 50% de los animales de compañía se tiene por costumbre, no porque se haya elegido con conocimiento, esto se está combatiendo, por ello es importante empezar a hablar de su cuidado desde la ciencia y la evidencia, con los especialistas en la materia.    

Para ello el doctor Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, habla a El Economista de un padecimiento que ocurre con la misma frecuencia y características, tanto en humanos como en nuestras mascotas, hablamos del cáncer.  

“En cualquier animal, ave, mamífero o reptil, perros y gatos se puede presentar el cáncer. La característica es que son células que han mutado, que se reproducen de forma constante y sin un control en ese proceso de reproducción, al final de cuentas se comporta exactamente igual que como se comporta un cáncer en humanos”.  

¿Qué podemos hacer? 

El especialista explica que hay cánceres asociados a una especie, a sexo y a la genética del ejemplar. Por ejemplo, si en una familia hay antecedentes con cáncer de mama, muy probablemente la línea en esa familia podría presentarlo, en otros casos como los gatos de manto blanco, si se asolean mucho, puede tener tumores de piel; o los perros de raza grande, que son más susceptibles a tener cáncer de huesos; y hembras no esterilizadas, son propensas a cáncer en glándula mamaria. 

Ante este panorama, la forma de prevenirlo sería, primero llevar una vida sana, que nuestra mascota pueda hacer ejercicio y que coman alimentos balanceados, “eso puede ayudar independientemente de la carga genética”.  

Otro punto fundamental es la revisión que se tiene que hacer de manera periódica por parte de un veterinario, mínimo debe haber dos visitas al año, esto debe incluir exámenes físicos completos y al menos una vez al año, pruebas de laboratorio como un control.  Reyes Delgado recordó que un año humano equivale de siete a diez años de nuestros perros o gatos, de ahí la importancia de las revisiones.     

Agrega que veterinarios y dueños tienen la misma complicidad para detectar algún nódulo, crecimiento en la piel, en la oreja, y ese es el paciente que va a llegar temprano a la atención, y como en los humanos, si el cáncer se detecta en etapa temprana, puede ser hasta curable. Por eso el veterinario debe lograr un acercamiento con sus clientes para poder educar al respecto. 

Por último, si se observa cansancio, pérdida de peso, no querer comer, presencia de moretones sin evidencias de golpe, pérdida de peso sin razón alguna, crecimiento de masa, amarillos o sangrados, pueden ser indicios de tumores y hay que acudir cuanto antes al veterinario. 

Limitaciones en la atención 

Reyes Delgado explica que en México no existe un censo fehaciente sobre la enfermedad, pero a nivel mundial sí existen datos y cada vez es más común ver el cáncer en animales de compañía, no porque se haya incrementado la cantidad, sino que cada vez se hace más fácil el diagnóstico.

“Con base en estos datos podemos decir que en cachorros es raro encontrar cáncer, de los 2 a los 8 años, sube entre un 5 y 15%; arriba de 10 años aumenta a un 30%, estos son los parámetros actuales”.  

Reveló que en el país muchos veterinarios, aun siendo generales, pueden realizar el diagnóstico, incluso algunos hacer cirugía como proceso correctivo o curativo, para otros casos de tumores, existen oncólogos veterinarios, incluso existe la Asociación Mexicana de Veterinarios Expertos en cáncer, aunque como en humanos pasa, tampoco tenemos el número suficiente de oncólogos, “es una especialidad que está creciendo, pero se necesitan más y repartidos a nivel nacional”.  

Por último, frente al cáncer en mascotas hay muchas formas de hacer algo por ellos, existen diversos tratamientos, como quimioterapia, cirugía, inmunoterapia, terapia metronómica, entre otras. El problema es que casi no existen medicamentos de línea veterinaria específica para oncología, por lo que muchos de los medicamentos son de uso humano. “Lamentablemente en los últimos casi dos años la existencia de material y medicamentos oncológicos en el país ha disminuido en presentación para humanos y eso a los veterinarios nos pone en un conflicto porque no podemos encontrar tan fácilmente medicación”, esto porque por ley, no se puede quitar medicación a un humano para dárselo a un animal de compañía.  

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