Lectura 6:00 min
Rivalidad entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG impacta en violencia de Latinoamérica
El más reciente informe de la ONU sobre la producción mundial de cocaína resalta que las organizaciones criminales de México siguen siendo actores poderosos en la materia a nivel mundial, sin importar que el panorama criminal mexicano también es cada vez más complejo y fragmentado.
Foto EE: Archivo
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que el aumento de la violencia en la región de América Latina, relacionada con el narcotráfico se ha debido en gran medida a la rivalidad entre los grupos criminales del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa.
Según el Informe Mundial sobre la Cocaína 2023 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la producción mundial de cocaína se ha disparado drásticamente en los dos últimos años tras una desaceleración inicial causada por la pandemia del Covid-19.
Y es que detalló que el cultivo de coca se disparó un 35% de 2020 a 2021, una cifra récord desde 2016. Asimismo, señaló que el fuerte crecimiento de la oferta ha ido acompañado de un aumento similar de la demanda, y muchas regiones han registrado un incremento constante de los consumidores de cocaína en la última década, siendo Estados Unidos el principal consumidor.
En este contexto, el informe de la ONU sobre la producción mundial de cocaína resalta que las organizaciones criminales de México siguen siendo actores poderosos en la materia a nivel mundial, sin importar que el panorama criminal mexicano también es cada vez más complejo y fragmentado.
El estudio señaló que actualmente las autoridades mexicanas han identificado 9 grandes grupos criminales, que incluyen aproximadamente un total de 53 cárteles, que a su vez consisten en 65 células en todo México.
Asimismo, se identificó que las rutas de contrabando de cocaína a través de la frontera entre México y Estados Unidos suelen estar controladas por células que manejan las logísticas, y que una célula típica está dirigida por un coordinador de alto rango que cuenta con dos lugartenientes.
Se destacó que estas células criminales sólo facilitan el transporte de droga a través de la frontera o cobran a traficantes independientes para permitir el paso.
En este sentido, la ONU subrayó que el tráfico de cocaína es sólo una parte de la economía en la que se insertan los cárteles mexicanos ya que pueden controlar hasta 7 mercados criminales, incluido el tráfico de mariguana, heroína, metanfetaminas, armas, y tráfico de personas.
“Sin embargo, este paisaje está en constante cambio. La mayoría de las organizaciones criminales mexicanas son restos fragmentados de antiguas organizaciones mayores que cambian constantemente sus alianzas y luchan por el control territorial”, dicta el documento.
Por lo anterior, el informe refiere que fuentes abiertas señalan que estos rivales difieren en la manera en que logran el control territorial en México, pues mientras el CJNG basa su poder en técnicas de fuerza e intimidación, el Cártel de Sinaloa ejerce una violencia relativamente moderada y patrones de extorsión.
No obstante, se dijo que la expansión de estos dos grupos a territorios extranjeros puede no seguir necesariamente el patrón nacional. “Según algunos analistas, el aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico en América del Sur y Central se ha debido sobre todo a la competencia entre los cárteles”, sostuvo la ONU.
Y es que se identificó que la violencia relacionada con las drogas en América Central y del Sur se debe sobre todo a la competencia entre los representantes locales de estos dos grupos. Los datos recabados por la ONU señalan que el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación se expanden a todo el mundo.
Según el análisis, se cree que el Cártel de Sinaloa opera en al menos 50 países y el CJNG se está poniendo rápidamente al día estableciendo su presencia en todo el continente americano, pero también en Australia y en el sudeste asiático.
En tanto, se resaltó que los traficantes mexicanos parecen estar a la cabeza en cuanto a logística del tráfico de cocaína a través de aviones privados y su capacidad para alterar aeronaves ligeras y jets.
La ONU describe la situación de los cárteles mexicanos a nivel mundial como una red de alianzas cambiantes y muy especializadas que cooperan entre sí en función de la situación.
Los grupos delictivos pequeños y medianos desempeñan un papel cada vez más importante en el tráfico mundial de cocaína, funcionan como redes y no como organizaciones bien delimitadas. Estos grupos gestionan sólo partes de la cadena de suministro y forman asociaciones con otras organizaciones. Esta fragmentación se ha observado en todas las regiones y los agentes implicados son cada vez más cada vez más especializados.
Por ello, se subraya que los grupos delictivos del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco siguen siendo poderosos a nivel mundial. El CJNG, por ejemplo, controla en gran medida los corredores de tráfico de México - Estados Unidos y luego se apoyan en grupos criminales locales y bandas callejeras para distribuir la cocaína y constantemente cambian sus alianzas y luchan por el control del territorio.
Por otro lado, se señala a México como un importante país de tránsito que sirve de puerta de entrada de la cocaína que llega a Estados Unidos, donde se concentra la mayoría de los de los consumidores de cocaína de América del Norte, así como Canadá.
La cocaína llega a México desde Sudamérica, principalmente de Colombia, a través de diferentes rutas: por vía marítima, especialmente por el uso de lanchas rápidas clandestinas. Por lo que el tráfico marítimo parece ser la modalidad dominante, entrando por estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Sinaloa.
Una vez que la cocaína entra en México, se trafica internamente hacia los Estados Unidos, predominantemente por tierra, y también mediante vuelos clandestinos internos. Mientras que información oficial identificó a China entre los tres principales destinos de la cocaína incautada en México.
kg