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Opinión

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Coletos en el Trife

Habían transcurrido menos de 24 horas del relevo en la Presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife). El magistrado decano, José Alejandro Luna Ramos, llegaba a ese cargo gracias al voto por sí mismo y al de otros cuatro colegas: Constancio Carrasco Daza, Manuel González Oropeza, Pedro Esteban Penagos y Salvador Nava Gomar.

El jueves 11 de agosto, Nava Gomar llamó por teléfono a Jorge Tlatelpa Meléndez, quien además de fungir como Coordinador de Información, Documentación y Transparencia del Trife, tenía a su cargo el Comité de Transparencia del máximo tribunal electoral. El mensaje fue sencillo y llano: el bibliotecólogo tenía 24 horas para desalojar su oficina al doctor Francisco Javier Acuña, quien hasta entonces había sido su subordinado. De un plumazo, por un capricho (¿o por represalia?) concluyó una carrera en el servicio electoral que inició en 1991.

No importó al Magistrado haberse extralimitado en sus funciones ni el riesgo de que le hubieran demandado laboralmente. Había iniciado la operación limpieza que habría de poner fuera de la institución -en el término de una semana- a los colaboradores más cercanos de la expresidenta magistrada, María del Carmen Alanís Figueroa.

Por la vía de la renuncia forzada salieron del Trife otros cinco funcionarios, entre ellos Patricio Ballados Villagómez, de la Coordinación General de Asesores de la Presidencia, y Octavio Mayén Mena, de la Coordinación General de Comunicación Social. Ambos formaban parte del primer círculo de Alanís y ocupaban plazas de confianza.

El viernes 19, el Magistrado Presidente solicitó las dimisiones de Cecilia Tapia Mayans, coordinadora de Institucionalización de la Perspectiva de Género; del encargado de la relación del Trife con el resto de los organismos electorales, Roberto Duque Roquero, y del director del Centro de Capacitación Judicial Electoral, Enrique Ochoa Reza.

Con un agradecimiento a su aportación institucional, Luna Ramos aceptó hoy su renuncia , consignó la Coordinación de Comunicación Social del Tribunal. Los funcionarios electorales solicitaron separarse de su cargo (...) para dedicarse plenamente a sus pretensiones de obtener un cargo en el Consejo General del IFE .

Una descarada mentira que se agrava, dado que en el Boletín 79/2011 quedó consignado que para el Tribunal Electoral es una prioridad dar a conocer a la sociedad las decisiones institucionales que fortalecen la democracia de México ; por ello existe un compromiso indeclinable con la transparencia y el acceso a la información.

Y en que ninguno de los tres funcionarios se fue por su voluntad. Todo lo contrario: Luna Ramos los emplazó a dejar sus cargos ese mismo viernes. Primero, a Tapia Mayans y a Duque Roquero, con quienes se entrevistó ese día por la mañana. Con Ochoa Reza se reunió después de la comida, lo que retrasó el envío del comunicado.

El Magistrado Presidente expuso los mismos argumentos en esas tres reuniones: catalogó como complicada la situación que se vivía al interior del Trife y enseguida refirió que había recibido señales - quejas , definió- por el conflicto de intereses en el que incurrían los funcionarios electorales que buscaban convertirse en consejeros electorales. Y que por eso se tenían que ir.

Para nadie resulta un secreto que al menos ocho de los 17 candidatos propuestos hace 10 meses por la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados a la Junta de Coordinación Política estuvieron en algún momento adscritos al Tribunal. Entre ellos, además de los funcionarios renunciados , destacan: Adriana Favela Shiller y Jacinto Silva, quienes ahora se desempeñan como magistrados electorales en las salas de Toluca y Guadalajara, respectivamente.

¿También pedirían sus renuncias? No, pues según Luna Ramos las quejas versaban sólo sobre los candidatos más fuertes . ¿O los más cercanos a la magistrada Alanís? El nuevo Presidente del Trife hizo explícito las razones de la pérdida de confianza hacia los funcionarios electorales. Su presencia generaba fricciones al interior de la institución y al exterior una mala imagen; además, abonaba a la mala relación con el IFE. Las renuncias, firmadas, debían estar listas antes de las 5 de la tarde.

La Coordinación de Comunicación Social es otra área que -lo mismo que la Coordinación de Información, Documentación y Transparencia- ahora está bajo el control del magistrado Nava Gomar, quien junto con Penagos, paisano y amigo de Luna Ramos, tomó el control administrativo del Trife.

Los exfuncionarios electorales podían haber acudido a los órganos internos, pero tienen plena certeza de que esas instancias también están cooptadas. No contentos con haber saboteado la reelección de Alanís, quieren aislarla y bloquear el camino que lleve al IFE a sus excolaboradores.

Nava, Penagos y Luna Ramos, Los Coletos, se han apoderado del Tribunal, empujados por un poderosísimo grupo de abogados, entre ellos Julio Esponda, Fernando Gómez Mont y Roberto Gil Zuarth.

EFECTOS SECUNDARIOS

TEXTUAL. No estaremos eligiendo al candidato a Presidente del PRD, estaremos eligiendo a quien puede encabezar un gran movimiento democrático que evite el regreso a este país de la corrupción y el autoritarismo , sostuvo Vladimir Aguilar, secretario de Planeación del CEN perredista, al pedir el voto de los delegados al Congreso Nacional del PRD en favor de aplicar una encuesta para definir a su candidato presidencial.

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