Lectura 8:00 min
Suicidio en el trabajo: ¿Cómo prevenir lo que no siempre da señales?
Un protocolo de salud mental en las empresas puede ser clave para prevenir el suicidio, ¿cómo debe componerse y ejecutarse? Al igual que en los planes de prevención de riesgos, este tiene sus pasos y estrategias a seguir.
El entorno laboral puede ser clave para la prevención del suicidio.
No es lo mismo hablar del cuidado de la salud mental que diseñar e implementar acciones que realmente la cuiden, en especial en entornos laborales. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 720,000 personas fallecen por suicidio, es por ello que las empresas necesitan contar con un protocolo de atención y prevención.
Tan solo en 2024, en México se registraron 8,856 defunciones por suicidio, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la mayoría de los casos fueron de personas de entre 30 a 44 años, seguido por el grupo de 15 a 29 años; es decir, en edades económicamente productivas.
Te puede interesar
De hecho, la estadística del INEGI indican que el 73.1% de las personas que se quitaron la vida realizaba una actividad económica. En el contexto del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, hablar de la prevención del suicidio en entornos laborales es una oportunidad para todos.
Si bien, los factores que llevan a una persona a atentar contra su vida son varias, Jorge Mérida, psiquiatra y socio creativo en Advisory Network for Wellbeing destaca que los factores de riesgo psicosocial incrementan la posibilidad de desarrollar problemas de salud mental como el burnout, que, a su vez, incrementan el riesgo de ideación suicida.
El informe sobre Salud Mental en el Trabajo 2025 de Mind Share Partners señala que los empleados son 2 veces más propensos a no padecer agotamiento ni depresión cuando su empresa cuida su salud mental, el problema es que no siempre saben cómo hacerlo.
Aunque los centros de trabajo implementan protocolos de emergencia ante situaciones como fenómenos o desastres, cuando se habla de atención de crisis e incluso prevención del suicidio, hay pendientes a tomar en cuenta. Es ahí donde el diseño de un protocolo de prevención y atención es crucial.
Según la plataforma Nalanda, un centro de trabajo puede contar con diferentes planes de seguridad y salud, especialmente si opera en múltiples ubicaciones, se compone de diferentes áreas o enfrenta distintos riesgos laborales, pero en el caso de la salud mental, los expertos consultados por El Economista coinciden en que es vital contar con un protocolo especializado para la prevención del suicidio.
Brigada de atención al suicidio en el trabajo
Mind Share Partners resalta que, pese a los problemas emocionales y psicológicos que han ido en aumento, más de un 40% teme perder su empleo si habla de su salud mental en el trabajo, lo cual muestra que aún hay estigmas respecto a cómo se aborda el tema.
Ivonne Borden, fundadora de Agregando Valor y experta en prevención de factores de riesgo psicosocial y desarrollo de culturas de bienestar organizacional, dice que además de cumplir con la NOM-035, que obliga a los patrones a mantener entornos laborales seguros, un protocolo de atención requiere de una brigada de primeros auxilios enfocada en el cuidado de la salud mental para prevenir el suicidio.
La experta detalla que la brigada de primeros auxilios psicológicos de emergencia debe ser consciente de los diferentes grupos de edad que componen a una organización, y en ese sentido, diseñar estrategias para cada uno, todas con perspectiva de género. “Entramos en crisis de formas distintas, y eso hace que manifestemos las crisis distinto”.
La brigada debe componerse no solo de Recursos Humanos, sino de personas de diferentes áreas de la empresa que reciban capacitación constante; además, Borden sugiere que este grupo represente al 8% o 10% de la plantilla, para que, en una crisis, una persona llame a teléfonos de emergencia, otra al contacto de emergencia del trabajador y otra intente manejar el problema.
Dentro del protocolo de atención y prevención, la especialista recomienda diseñar un plan de acción con perspectiva de género que quede por escrito, sea claro y tenga los pasos a seguir para la brigada; además, debe contener estrategias de capacitación general para todo el centro de trabajo donde se promueva el cuidado de la salud mental.
Por su parte, Jorge Mérida dice que más que un protocolo específico de salud mental, se requiere una estrategia de prevención de suicidio en las organizaciones mediante campañas de lenguaje respetuoso e incluyente “que hablen de manera abierta del suicidio, las dimensiones que tiene, los problemas de salud mental y el tratamiento”.
En ese sentido, sugiere definir pasos a seguir en caso de que una persona entre en crisis, está llorando o se detecta que un trabajador tiene ideación suicida. “Esto tiene que protocolizarse y adecuarse a la estructura y recursos de la empresa”, enfatiza.
Agrega que los líderes necesitan capacitarse en conversaciones difíciles, desde dar retroalimentación hasta hablar sobre aspectos que no tienen que ver con el trabajo, pero sí con la conducta y que ayudan a prevenir conflictos; además de brindar atención rápida con servicios de salud accesibles de atención.
ALERTA, el kit de emergencia de salud mental
El psiquiatra Jorge Mérida comparte que un kit de emergencia puede componerse del acrónimo ALERTA, el cual se integra por las siguientes acciones:
- A: Acercarse con calidez a personas que presenten síntomas que muestren un problema de salud mental o relacionado con lesionarse. “Puedes hacerlo en privado, decirle: "Oye, me importas, noté que has estado más aislado, que tienes menos participación y quería saber cómo estás”, sugiere.
- L: Leer las señales en las conductas, y decirle al trabajador: “te he notado agotado, como si no estuvieses durmiendo bien; te he notado como si estuvieses pensando mucho muchas cosas”.
- E: Escucha activa al acercarse y plantearle las observaciones, hay que escuchar en silencio, hacer contacto visual y validar lo que dice, por ejemplo: “Sí, tiene sentido que te sientas así”.
- R: Reducir el riesgo, es decir, preguntar de manera directa y serena si tiene ideas de suicidio, por ejemplo: “¿Has pensado en hacerte daño, en hacer algo para terminar con tu vida?”.
- T: Transferir y activar el apoyo si en el punto anterior la persona responde que sí, en ese caso se debe llamar al médico ocupacional, servicio de emergencias o incluso al 911, para que atiendan la situación.
- A: Acompañar y dar seguimiento hasta que el colaborador entre en contacto con un profesional de la salud.
Por su parte, Ivonne Borden agrega que el kit de emergencia debe contener lo siguiente:
- Teléfono del contacto de emergencia de cada trabajador
- Teléfono de emergencia de un segundo contacto de emergencia
- Teléfonos de emergencia (bomberos, Cruz Roja, Línea de la Vida, Policía)
- Alcohol, para situaciones que requieran aromaterapia
- Gente capacitada y preparada (brigada)
- Saber qué decir y qué no decir, “quitemos el: tranquilo, no pasa nada”
- Saber cuándo hacerse a un lado para no entorpecer un proceso
- Dejar de ver solo estadísticas, y pensar en las personas por su humanidad y no solo como un número
- Brindar información con especialistas que nutran una buena cultura organizacional
“Cuando la empresa acerca estos temas y vías de atención, salva vidas directa o indirectamente”, dice Borden.
¿Se puede identificar a una persona con ideación suicida?
Aunque cada caso es distinto, Ivonne Borden y Jorge Mérida coinciden en que hay señales de alerta en las que se puede prestar atención para prevenir el suicidio, tales como:
- La persona empieza a despedirse, pone fin a relaciones
- Presenta distimia o depresión atípica Tiene insomnio
- Está más ensimismada
- Socializa menos o más
- Tiene una energía aparentemente más baja o indicios de que ha consumo sustancias
- Se ha sometido a una situación de estrés crónico
- Está irritable o se pelea frecuentemente
- Tiene una reacción atípica a un cambio organizacional
- Falta al trabajo o actividades o tiene mucha mayor participación
- Transmite sentimientos de culpa
Mérida añade que en cuando una persona verbaliza frases como “sería mejor no despertar”, “creo que el equipo podría estar mejor sin mí”, “¿qué ganas de que todo termine?”, “¿qué pasaría si mejor no estoy”, “soy una carga para los demás”, se debe pedir ayuda de inmediato.
Y concluye que, como medidas de prevención, las empresas pueden implementar acciones para crear condiciones positivas, preventivas y protectoras como el apoyo social por el equipo y el jefe, desarrollar el sentido de pertenencia, acceso a servicios de salud mental, liderazgos positivos, equilibrio en trabajo y la vida personal, además de “buenas estrategias” de reconocimiento.
El suicidio se ha convertido en una de las principales razones de muerte en el mundo, de acuerdo con la OMS, por ello es importante diseñar estrategias de atención y prevención que permitan crear entornos laborales más seguros.