Los líderes sociales también ganan

El emprendedurismo social recibe cada vez más impulso y reconocimiento por parte de la sociedad en general. El año que apenas finalizó dejó constancia de ello y todo apunta a que la tendencia continuará de la misma manera. Dos de los protagonistas de los esfuerzos en la materia son Armando Laborde, de Ashoka, y Olivia Gaxiola, de Ayúdame que yo También soy Mexicano.

ASHOKA, UNA APUESTA POR TODOS

Actuar como agentes de cambio, todos, es una de sus máximas, al menos así parece cuando habla de la labor que realiza -desde febrero del 2006- al frente de Ashoka¬ para México y Centroamérica. Es Armando Laborde quien dirige en el país la organización que en el 2011 fue reconocida a nivel global con el Príncipe de Asturias por impulsar al emprendedor social.

Aquellos ciudadanos que no se vean y actúen como agentes de cambio estarán en desventaja en un mundo de grandes transformaciones sociales… Ningún momento en la historia ha brindado al ciudadano tantas oportunidades de involucrarse en los cambios sociales como ahora. Cada uno tiene el potencial de ser agente de cambio…

Dejemos de conformarnos con lo que otros hacen y hagamos todos lo que debemos hacer , aseguró.

El premio recibido el año que apenas concluyó -dijo- evidencia la importancia que ha adquirido en tres décadas el tema del emprendimiento social, la organización fue fundada en 1981, cuando el concepto no existía; el Príncipe de Asturias nos da mayor visibilidad y nos permitirá concretar alianzas y entrar a países donde no estamos .

En un ejercicio de la imaginación, Armando está con la persona más poderosa del mundo -no cuestiona quién, es ante todo propositivo-. Lo invitaría a apostar por una visión integral que no se limitara a los alcances económicos, sino que atendiera las necesidades sociales y medioambientales. Esa visión es la de los emprendedores, es más amplia, no se queda en generar empleo e ingresos , comentó.

Para el director regional de Ashoka, ¬ la Iniciativa Privada genera valor económico con afectaciones al planeta y la sociedad que luego, en el mejor de los casos, busca compensar con programas de responsabilidad social, mientras que la visión del emprendedor social dicta que los aspectos económico, social y ambiental deben darse desde el inicio y caminar parejo.

SIGUE LA CELEBRACIÓN

En México, Ashoka cumplirá 25 años de operar este 2012. Durante el primer trimestre del año tendrán el lanzamiento oficial del programa Ashoka Universidades, con el que buscan detonar el tema del emprendimiento social entre el sector universitario. Entre los pendientes también está fortalecer el trabajo en ciudades del interior del país. A nivel regional impulsarán los trabajos con alianzas entre los países y confían en que puedan entrar al Caribe en los próximos meses.

CONCRETANDO SUEÑOS

Olivia Gaxiola es tres letras: ATM. La sigla del proyecto Ayúdame que yo También soy Mexicano, el cual ayuda en la construcción de viviendas en las zonas marginadas.

Hace 10 años, tres estudiantes de preparatoria crearon la asociación. Olivia y su equipo impulsan la autoconstrucción de viviendas y su mejoramiento con complementos sustentables como sistemas captadores de agua de lluvia y estufas ahorradoras.

A la fecha han beneficiado a más de 8,000 personas en el país. Actualmente trabajan en Guerrero, Oaxaca, Puebla, Michoacán y Estado de México.

¿CÓMO LO HACE?

Cualquiera que escuche que puede tener una casa con 4,000 pesos alzaría la mano.

Eso hace ATM y sólo en zonas con alto o muy alto grado de marginación , explicó.

Las viviendas tienen un costo aproximado de 90,000 pesos; de éstos, casi la tercera parte la financia ATM a través de donativos de particulares o de empresas que realizan aportaciones económicas o en especie. Además, se cuenta con los subsidios federales del Fondo Nacional de Habitaciones Populares y de la Comisión Nacional de la Vivienda. También se pide aportación del municipio donde se realizará la labor y un pequeño porcentaje del beneficiario directo.

Éste, además de su aportación económica, se compromete a retribuir con su mano de obra tanto para construir su casa como para cimentar la de pobladores.