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Yo voté en contra del Fobaproa

Demetrio Sodi
Coincido totalmente con el expresidente Ernesto Zedillo de que de seguir las cosas por el camino que vamos, nuestro país va de una democracia a una tiranía, no coincido con que el salvamento bancario se haya llevado a cabo con total transparencia y ajeno a intereses particulares.
En el periodo 1997-2000 fui diputado federal por el PRD, era la primera legislatura en que el gobierno no tenía mayoría en la Cámara de Diputados por lo que para la aprobación de cualquier ley o decreto tenía que haber un acuerdo entre las tres fuerzas políticas, PRI, PAN y PRD. Entre los legisladores del PRD había la conciencia de que era necesario evitar la quiebra de los bancos y que cayeran en suspensión de pagos a los ahorradores, pero se exigía, para votar a favor, que los recursos que iba a poner el gobierno beneficiaran no sólo a los ahorradores y a los grandes deudores, sino que también se utilizaran para reducir las deudas de los medianos y pequeños deudores de los bancos.
No es cierto, como dice Pablo Gómez, que se exigía que las acciones de esos bancos quedasen en manos del gobierno, ya que la mayoría de los bancos habían sido absorbidos por el gobierno al hacer frente a los adeudos con los ahorradores. Lo que exigíamos era que el salvamento no fuese sólo a los banqueros e inversionistas, sino sobretodo a los deudores de los bancos, para no dejar en manos de éstos la negociación con cada uno de los deudores. El gobierno se negó a lo anterior con el argumento de que se crearía una cultura del no pago por parte de la población. Su interés era salvar a los banqueros, no a los pequeños deudores.
Por otro lado, el gobierno regaló a aquellos banqueros, que no necesitaban salvamento, miles de millones de pesos. Conocí el caso de un banco en donde se le regalaron 30,000 millones de pesos para cuentas incobrables que tenía la entidad financiera desde hace varios años, esto se repitió con otras. El salvamento bancario no fue transparente, se benefició en forma ilegal a ciertos banqueros y se ignoró el problema de los pequeños deudores, por eso los legisladores del PRD votamos en contra del Fobaproa.
En cuanto la advertencia del expresidente Zedillo de que el país corre el riesgo de caer en la tiranía, tiene razón. Todas las reformas que se han hecho buscan consolidar el poder presidencial sobre los otros poderes.
Una vez que los miembros electos del Poder Judicial tomen posesión de su cargos, la autonomía del PJ en nuestro país habrá quedado atrás. La elección del próximo 1 de junio es una trampa en donde los candidatos ganadores ya están marcados, basta ver la elección de ministras en donde las tres punteras fueron seleccionadas por López Obrador.
Actualmente, la presidenta Sheinbaum además de controlar el Poder Ejecutivo, tiene el control de los legisladores de Morena para poder cambiar la Constitución a su antojo y después de la elección del Poder Judicial no habrá ningún freno a su autoridad. Los partidos de oposición están más débiles que nunca, los gobernadores, salvo los 7 de oposición, están totalmente subordinados a la presidenta, el sector privado sólo se opondrá cuando se afecten sus intereses, las organizaciones sociales están debilitadas y la sociedad civil está totalmente marginada de la vida política. Salvo las denuncias que se hagan en los medios de comunicación, la presidenta podrá llegar hasta donde quiera con su poder. Nuestra democracia va a depender de la voluntad de Claudia Sheinbaum y una democracia que depende de la voluntad de una sola persona, no es democracia.