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Lo mas volátil, disruptivo e inesperado: lo normal al operar commodities
Las medidas de Trump parecen ser una especie de calistenia para enfrentar la revisión del acuerdo trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá. Las cosas no se ven nada sencillas.

Perspectivas con RJO’Brien
Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Siempre un placer saludarte y retomamos el capítulo anterior, donde hablamos sobre la política de la nueva Casa Blanca y su creciente amenaza de implementación astringente de aranceles contra México y Canadá.
Al cierre del capítulo, la administración Trump aplazaba la implementación de un arancel de 25% por un periodo de 30 días y con música de desenlace tipo Cuna de Lobos, nos quedábamos con el mensaje de, “continuará”…
No hay plazo que no llegue ni fecha que no se cumpla y en lo que este capitulo se resuelve, la Casa Blanca abre la puerta a nuevos aranceles para la importación de aluminio y acero a nivel global, así como la reciprocidad arancelaria al más puro estilo del amor con amor se paga ya que estamos cerca de celebrar a cupido.
México acordó lo que la autoridad haya acordado con la Casa Blanca en el corto plazo; sin embargo, lo presente parece que será un ejercicio de calistenia para la negociación del nuevo acuerdo trilateral el año entrante y no parece indicar que vaya a ser divertido.
Trump, el domingo dio una entrevista en la víspera del Super Tazón, y no le quitó el pie al acelerador al tema trilateral cuando tocó el tema Canadá, que desde su óptica estaría mejor siendo un estado más, y contra México simplemente destacó un desbalance comercial de 350 billones de dólares que simplemente mencionó, no permitirá que siga.
La administración Trump tiene una influencia tremenda en la dirección de precios de muchos commodities, que sin duda van más allá de situaciones comunes y fundamentales, dejando un espacio amplio a la volatilidad noticiosa y la incertidumbre constante.
La Casa Blanca está en una continuación permanente de euforia al cambio, aunque el mismo no se de a la velocidad que promete el anuncio, muchos de estos cambios están siendo detenidos por otras instancias de gobierno. Parte de lo que se conoce como chequeos y balances.
La Casa Blanca sabe que el viento está a su favor y el agrado del respetable también, por lo cual, si hay que hacer algo atrevido es ahora. Trump reconoce que la diferencia entre la presente versión de sí mismo y la que ocupó la Oficina Oval en el pasado está en su experiencia y equipo. La gente que trabaja con él finalmente trabaja para él y los tiene bien alineados, así como amagados a los legisladores que se puedan poner frescos.
Con lo anterior notado, entendamos que es mejor estrategia plantear la peor versión de escenarios derivados de una Casa Blanca astringente y confrontativa.
Bien, vamos más allá de la frontera trilateral si me permites, y traigamos al peso pesado. China. De momento un 10% de aranceles aplicados en su contra representa un impacto nacional de más de 500,000 millones de dólares, China responde sin obedecer las leyes de Newton, pues no aplica una reacción en la misma intensidad, pero en sentido contrario y deja una respuesta punitiva de apenas 14,000 millones de dólares a cambio. Un claro reflejo de que hay algo más en juego.
De esto nacen los temores relacionados a lo agrícola. Trump y Xi, acordaron hace unos años un acuerdo comercial, le llaman fase 1, y si esta fase 1 es reconciliada, los chinos tendrían que comprar un balance económico muy importante, dentro de lo cual pudiese incluirse algo granelero, tipo maíz, soya o trigo, por citar algunos productos. De momento, con una cosecha cercana a récord de soya en Brasil y sus complementos regionales, no le crea ningún sentido económico a China comprar soya estadounidense.
El valor político mata el diferencial económico y ahí la cosa puede cambiar. De momento soya hay en Estados Unidos y el balance no muestra mayor problema, pero el maíz está en otra dinámica. La hoja de balance norteamericana adelgaza y si los chinos intentan comprar más de 3 millones de toneladas de maíz de cosecha vieja, simplemente no hay aguante y alguien debe ser invitado a que no compre más en Estados Unidos vía preciso altos.
El maíz podría hacer un rally importante y los fondos ya se formaron en esa línea. El maíz sudamericano está lejos de ser de ayuda, se está batallando con siembras lentas en Brasil para el cultivo tardío, mientras que en Argentina el clima debe ser menos caprichoso.
En breve arranca un nuevo año agrícola en el hemisferio norte, el banderazo de salida lo dará el USDA en su foro de febrero en Washington, y desde ahí se lanzará la línea de planeación agrícola que seguirá con las intenciones de siembra del primer trimestre.
El balance/desbalance en el mundo agrícola va de la mano de cosas lejanas a la oferta y demanda, factores de análisis de toda la vida. Hoy la única constante es la creciente volatilidad producto de los encabezados noticiosos, y quien administra riesgos en respuesta a los encabezados noticiosos termina vendiendo periódicos.
¿Con la presente geopolítica y creciente volatilidad, estas en buenas manos?
La presente es una opinión personal, y no representativa de la postura de la empresa que me emplea.