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Opinión

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Guía básica sobre inversiones (Parte 2 de 4)

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Joan Lanzagorta | Patrimonio

Joan Lanzagorta

Hablemos hoy de invertir nuestro dinero para metas de corto plazo. Antes de empezar, conviene definir qué significa este tiempo. Para mí, se trata de objetivos que están diseñados para lograrse en un horizonte desde días hasta cinco años.

Por ejemplo el fondo para emergencias (dinero que quizá podríamos necesitar en cualquier momento), la compra de un auto, el ahorro para un enganche o para la boda, etc.

Para todos estos objetivos necesitamos un portafolio que tenga baja volatilidad y una liquidez acorde con nuestro horizonte. Se trata de que cuando llegue ese tiempo, tengamos el dinero ahí, listo para ser utilizado. No tanto del rendimiento, porque en periodos cortos, el efecto del rendimiento compuesto no es muy relevante. No va a hacer una gran diferencia. Aclaro: esto no significa que no sea importante: aún debemos hacerlo de manera inteligente y tratar de preservar, al menos, el poder adquisitivo del dinero que estamos ahorrando.

El fondo para emergencias, por ejemplo, podría invertirse en una cuenta de alto rendimiento en un neobanco o en una Sofipo (pero sin exceder del monto garantizado por el fondo de protección, que equivale aproximadamente a 200,000 pesos). O en un fondo de inversión de liquidez diaria, de buen rendimiento y alta calidad crediticia.

Pero hay otras alternativas. Por ejemplo, hay personas que mantienen un mes de gasto en una de estas cuentas y el resto lo tienen en Cetes a 28 días pero de forma escalonada. Es decir, invierten una cuarta parte cada siete días, para tener vencimientos semanales.

Para objetivos a mayor tiempo (dentro de la definición de corto plazo) se pueden integrar otro tipo de instrumentos de tasa fija. Por ejemplo Cetes a plazos mayores (hasta dos años) o incluso Udibonos a tres años. Estos últimos pueden ser ideales para ciertas metas ya que garantizan un rendimiento real –arriba de la inflación– pase lo que pase.

Las personas que tienen más alta tolerancia al riesgo, si el horizonte es mayor a tres años, podrían incluso poner un pequeño porcentaje en instrumentos más volátiles (por ejemplo bonos denominados en dólares o incluso acciones). Pero de manera muy acotada, de tal forma que si los mercados financieros tienen caídas pronunciadas, no se ponga en peligro el cumplimiento de la meta. Es muy importante cuidar el riesgo.

Todo esto se puede hacer con poco dinero. Cualquier persona puede invertir en Cetes, sin comisiones ni costos adicionales, con una inversión mínima inicial de 100 pesos a través de Cetesdirecto. Además, tenemos acceso a un fondo de inversión de corto plazo, de buena calidad crediticia, con liquidez diaria.

Algo que me gusta de Cetesdirecto es la funcionalidad de ahorro automático que tiene, para distintos objetivos. Vale la pena explorarla. Es una forma muy fácil de ahorrar e invertir sin tener ni siquiera que pensarlo. Los gringos le dicen set it and forget it (configúralo y olvídate de ello).

Desde luego, hay otras opciones. Una que es poco conocida es la opción que ofrecen algunas aseguradoras, a sus clientes que tienen seguro de vida, de hacer ahorro adicional con rendimientos atractivos y superiores, por lo general, a Cetes, de las cuales se puede disponer en cualquier momento. Si ya tienes un seguro de vida, puedes preguntar a tu agente de seguros. Nada más revisa bien la información y la historia de rendimientos, antes de ejercer esta opción, porque no siempre vale la pena.

Ahora bien, cuando entramos a plazos mayores a cinco años (mediano y largo plazo), el abanico de opciones de inversión se nos abre de una manera importante. Es aquí donde es fundamental pensar en la construcción de un portafolio de inversión diversificado que contenga activos de distintos tipos cobra relevancia: acciones de distintos países, regiones y mercados, bonos globales, bienes raíces, commodities, entre otros.

Pero se debe hacer de manera inteligente: una diversificación adecuada es lo que nos permite controlar el riesgo (la volatilidad) de nuestro portafolio pero además nos permite potenciar el rendimiento esperado. De esto precisamente hablaremos en la tercera parte.

Joan Lanzagorta

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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